Capítulo 25 🐲

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Veían Desembarco del rey a lo lejos, estaban muy emocionados por volver a casa, esas más de dos lunas lejos de sus familias habían sido difíciles pero por fin volverían a reunirse.
El rey fue avisado junto a su hija de la llegada de sus familiares y, pidió que se reunieran con ellos en la sala del trono.
Visenya, Daemon y Aemond bajaron a tierra mientras esperaban que los barcos se aproximasen, la princesa se aproximó a Ser Harrold que estaba esperándola y la abrazó.

-Visenya: Ser Harrold ¿todo bien por aquí?

-Ser Harrold: Tal cual lo dejó princesa.

-Visenya: Me alegra oír eso.

Cuando el barco en el que Corlys y Vaemond Velaryon llegó se subieron a los distintos carruajes para poner rumbo a la Fortaleza roja.
Al llegar todos fueron directos a la sala del trono donde se les había indicado que el rey les esperaba, un guardia anunció la llegada de la princesa mientras bajaba las escaleras.

-Guardia: La princesa Visenya Velaryon de la casa Velaryon, el príncipe Daemon Targaryen, el príncipe Aemond Targaryen y Lord Corlys Velaryon cabeza de la casa Velaryon.

Visenya llevaba el pelo suelto y una corona sobre su cabeza, algunos miembros de la sala veían como una falta de respeto hacía el monarca, mientras su familia se sentía orgullosa pues lo había conseguido, al estar frente a su abuelo se la quitó de la cabeza para hacerle una reverencia, su madre y hermanos la miraban con una sonrisa.

-Viserys: Veo que traes la corona.

-Visenya: Es vuestra mi rey.

El rey bajó de su trono y se acercó a su nieta, colocó una mano en su hombro para después esbozar una gran sonrisa.

-Viserys: Estoy muy orgulloso. - Agarró la corona y la colocó sobre la cabeza de ella.

-Visenya: Gracias mi rey, me honráis. (Sonrió)

-Viserys: Creo que es hora de que te deje con tu madre, ni te imaginas las ganas que tenía de verte y lo nerviosa que también estaba. -Miró su mano izquierda. - ¿Qué te ha pasado en la mano?

-Visenya: Nada grave, no os preocupéis estoy bien.

El monarca dejó que Visenya se reuniera con su familia, que al verla fueron a abrazarla mientras el rey elogiaba a su hermano pequeño.
La habían extrañado mucho todos, al fin y al cabo pasaban sus días con ella pero al no estar se les había hecho raro, para combatir su ausencia le enviaban cartas que siempre tenían una respuesta de su hermana mayor.
Viserys conversaba con su hermano alegre, tanto Daemon como la princesa habían notado lo desmejorado que se encontraba el rey en tan poco tiempo, era muy visible para todos haciendo crecer su preocupación, con ellos allí estarían más pendientes de su salud.
Jace y Luke abrazaban fuerte a su hermana, era un pilar fundamental en sus vidas.

-Jacaerys: Te he echado mucho de menos.

-Lucerys: Yo también, mucho.

-Visenya: (Rio) Yo también os he echado de menos.

-Rhaenyra: Mi pequeña. - Agarró su mano vendada. - ¿Qué te ha pasado?

-Jacaerys: (Se sorprendió) ¿Te duele mucho?

-Visenya: Me atravesaron la mano con un cuchillo, ahora no me duele.

-Lucerys: ¿Puedo ver tu mano sin las vendas?

-Visenya: De eso nada, es horrorosa.

Daemon se acercó a ellos, besó a su esposa y saludó a sus hijos mientras Visenya veía como Aemond estaba con el rey con quien tuvo una conversación muy escasa, el monarca palmeó el hombro de su hijo menor y esbozó una sonrisa forzada para regresar a su trono, sintió pena por él sin duda su abuelo no se esforzaba por tratar de intentar darle afecto a alguno de sus hijos en común con Alicent Hightower, regresó su mirada a su familia y se marcharon a ponerse al día.
Por su parte Aemond veía como Visenya se marchaba con sus hermanos, internamente estaba contento por ella, había callado muchas bocas una de ellas la de su madre que se encontraba elogiándolo, parecía que intentaba ocupar aquella alegría de su regreso que su padre no había tenido.
Poco después fueron a los aposentos de Helaena para verla, ahora estaría de unas seis lunas de embarazo, estaba recostada en una silla en la que destacaba su vientre abultado, al ver a su hermano hizo un amago por levantarse aunque el príncipe fue más rápido y se acercó a ella.

-Helaena: Aemond que alegría verte. - Sonrió.

-Aemond: Yo también me alegro de verte Hel. -Acarició su barriga. - ¿Cómo lo llevas esta vez?

-Helaena: (Suspiró) Mucho mejor que la primera vez, es un bebé muy tranquilo.

-Aemond: Es bueno oír eso. - Sonrió levemente.

-Helaena: ¿Y Visenya?

-Aemond: Ayer la hirieron en la mano, pero parece que está bien.

-Helaena: ¿Qué tan grave fue? Que horror.

-Aemond: Tranquila está bien. Lo pasé mal cuando le vi la mano ensangrentada y comenzó a ponerse pálida, incluso se desmayó cuando Daemon la llevaba con el maestre, pero con la leche de amapola y los cuidados del maestre estará mejor.

-Helaena: Admiro su valentía yo no lo hubiera podido hacer.

-Aemond: Si... Es muy valiente.

-Helaena: ¿Todo bien con ella?

-Aemond: No ha pasado mucho entre nosotros, estaba sometida a mucha presión, solo nos veíamos lejos de allí en un par de ocasiones.

-Helaena: Bueno te quedan seis lunas para estar con ella, aprovecha el tiempo.

-Aemond: Haré lo que pueda.

Ya había comenzado la cuenta atrás para que Visenya y Aemond disfrutases de su último tiempo juntos.

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora