Capítulo 14 🐲

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Aemond se levantó de su cama, llevaba una camisa de lino y unos pantalones negros, no llevaba su parche así que rápidamente lo cogió y se lo puso para después dirigirse a donde estaba Visenya y le agarró las manos que no paraban de temblar.

-Aemond: Vis, ¿qué ha pasado?

-Visenya: (Rompió en llanto y abrazó a Aemond con fuerza) Perdón... no de... debería haber... venido.

-Aemond: (Se encontraba desconcertado) No te preocupes. -Besó su cabeza y la alejó un poco para poder verla a la cara.

Visenya se veía realmente alterada, estaba llorando y no paraba de temblar además había salido descalza, por lo agitada que estaba se notaba que había corrido una larga distancia, estaba empezando a preocuparse nunca la había visto así.

-Aemond: Vis, necesito que ne cuentes que ha pasado.

-Visenya: (Seguía llorando) Aegon.

-Aemond: (Se tensó) ¿Qué pasa con Aegon?

-Visenya: Entró... a... mis aposentos.

-Aemond: (Se tensó aún más y empezó a enfadarse) ¿Te ha hecho algo?

-Visenya: (Negó con la cabeza) No, pero... lo intentó.

-Aemond: ¿Lo intentó? ¿Qué te hizo?

-Visenya: Me agarró y trató de tocarme ahí... - Miró a otro lado, se estaba sintiendo incómoda.

-Aemond: (Estaba seguro de que cuando viera a su hermano se vengaría) ¿Cómo conseguiste llegar aquí?

-Visenya: Sabía que si me iba por la puerta y vieran a Aegon en mi habitación se pondría en duda mi virginidad, corrí por el pasadizo y recordé donde eran tus aposentos.

-Aemond: (Llevó a Visenya para que se sentara) ¿Te dijo algo?

-Visenya: Muchas cosas, me preguntó si habías estado allí, si... me habías... (aclaró su garganta) tocado. También me preguntó si mi hermano lo había hecho.

-Aemond: ¿Qué te dijo cuando le dijiste que no?

-Visenya: Que entonces él sería el primero.

-Aemond: Me sorprende que hayas venido aquí.

-Visenya: (Agachó la cabeza) Lo siento, no quería molestarte no sabía a quien acudir.

-Aemond: ¿Y Daemon o Jacaerys?

-Visenya: Nunca deben enterarse de esto, matarían a Aegon.

-Aemond: ¿Te preocupa lo que le pase?

-Visenya: No, me preocupan las consecuencias.

-Aemond: (Abrazó a Visenya) Hablaré con él y lo mantendré lejos de ti.

-Visenya: Por favor.

-Aemond: ¿Estas mejor?

-Visenya: Si, gracias por dejarme estar aquí. Volveré a mi habitación.

-Aemond: No, quédate un poco y luego te acompañaré.

-Visenya: (Miró a Aemond) Aemond gracias por esto.

-Aemond: (Agarró un lado de la cara, la acarició con suavidad y le secó una lágrima) Mi hermano te ha intentado violar, no me des las gracias.

-Visenya: Lo ha intentado pero no es tu culpa.

Aemond se sentía culpable por haber puesto a Visenya en el centro de atención de Aegon, el príncipe se imaginaba que su hermano había actuado así por burlarse de él aquella mañana, cuando Visenya buscaba a Jacaerys.

-Visenya: Te he echado de menos.

-Aemond: Y yo a ti Vis pero, no sé si es buena idea estar cerca tuyo.

-Visenya: (Eso le dolió) Oh lo...siento, debería irme.-Se levantó y se encaminó hacía el pasadizo.

-Aemond: (Agarró su mano) Vis, no hace falta que te vayas.

-Visenya: (Estaba enfadada, Aemond se contradecia) Aemond me acabas de decir que lo mejor es que no estés cerca mía, por eso me voy.

-Aemond: Visenya espera, no quería decir eso.

-Visenya: (Volvieron las lágrimas a sus ojos pero estaba de espaldas a él así que no la vería) Esta bien, no te preocupes no te molestaré más.

-Aemond: Espera yo...

No pudo terminar la frase porque Visenya ya se había marchado de allí, le había vuelto a hacer daño, se preguntaba que le pasaba con ella, quería estar con ella pero a la vez mantenerla lejos, la culpabilidad no dejaba de atormentarlo.
Sin pensarlo mucho se dispuso a seguir los pasos y llegar a los aposentos de la joven para hablar con ella.
Por otro lado Visenya comenzó a llorar cuando llegó, Aemond la había rechazado, era la confirmación para ella de que su tío no sentía lo mismo, se tumbó en su cama y se hizo bolita, eso había dolido mucho más de lo que se hubiera imaginado, la persona de la que se enamoró no la quería cerca suyo cuando anteriormente había sido de otra manera.
Unos ligeros toques en la puerta del pasadizo la hicieron asustarse, tenía miedo así que cogió la daga y se hizo la dormida. Escuchó la puerta abrirse y como alguien se acercaba a ella, por lo que de un movimiento rápido colocó la daga al intruso que resultó ser Aemond Targaryen.

-Aemond: Lo siento. -Veía como el rostro de ella estaba con lágrimas, había estado llorando.

-Visenya: ¿Por qué?

-Aemond: Por todo, por no dejar de hacerte daño.

-Visenya: (Se separó de su tio) Esta bien, no te preocupes.

-Aemond: No quise decir eso.

-Visenya: Tienes razón, deberíamos estar alejados, nos ahorraríamos muchos problemas, ambos sabemos que estar cerca provoca que nuestras familias se molesten.

-Aemond: Bien, princesa Visenya Velaryon estaremos lejos el uno del otro, pero si Aegon aparece me avisarás.

-Visenya: Bien.

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora