Capítulo 17 🐲

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(+18)

Visenya en vez de sentirse incómoda porque él la viera desnuda se sentía atractiva, el príncipe la devoraba con la mirada, sin ninguna duda era realmente importante.

-Aemond: ¿Soy el primero que te ve así? - Quiso saber.

-Visenya: Si

Eso hizo sentir más grandioso al príncipe, estaba a punto de ser suya, no parecía más que un sueño.
Ella volvió a iniciar el beso y comenzó a quitar la camisa de él con la inexperiencia que tenía mientras él se dejaba, haría todo lo posible para no hacerla sentir incómoda, luego le terminó de quitar la prenda para desabrochar su pantalón.
Aemond rompió el beso para dirigir su boca a uno de sus pechos, Visenya gemía de placer nunca se hubiera imaginado lo increíble que se era eso.
Se separó y agarró su cara entre sus manos, necesitaba estar seguro.

-Visenya: ¿Que pasa?

-Aemond: Vis ¿Estas segura que quieres esto?

-Visenya: Si, muy segura.

-Aemond: Necesito saberlo, pero no quiero que después te arrepientas.

-Visenya: Aemond eres el único con el que me quemaría.

-Aemond: (Sonrió) Es bueno saberlo.

Aemond se levantó con ella encima enroscando sus piernas tras la espalda de él, la tumbó y se puso sobre ella para comenzar a trazar una hilera de besos desde su hombro hasta su coño, donde le abrió las piernas para tener un mejor acceso. Visenya sí que sintió vergüenza de ver a su tío entre sus piernas por lo que trató de cerrarlas pero este ejerció fuerza para impedirlo.

-Aemond: No. - Dijo autoritario.

Ella obedeció la orden, tomó aire, Aemond empezó a chupar y succionar su clitoris Visenya se encontraba gimiendo y agarrando con fuerza las sábanas de la cama. El príncipe siguió dandole placer hasta que sintió que estaría a punto de llegar al climax por lo que le dio un beso en el monte de venus y se centro en su pecho. Visenya como pudo bajó los pantalones, él se separó y la princesa vio por primera vez su miembro, le sorprendió lo grande que se veía, Aemond soltó una carcajada al ver la reacción de su cara.

-Aemond: ¿Quieres que te enseñe como tocarme?

Visenya asintió quería poder proporcionarle el mismo placer que él le había dado. Se cambiaron de posición ahora Aemond estaba tumbado mientras sosteniendo su peso sobre sus codos, Visenya estaba sentada sobre él admirando su cuerpo, las vistas que estaba teniendo de él le gustaban pasó su dedo lentamente desde su cuello hasta la zona baja de su vientre, el príncipe le cogió de la mano y la colocó sobre la base de su miembro para deslizarla por el largo, poco a poco empezó a aumentar la intensidad, cuando ella aprendió lo que tenía que hacer la dejó hacer lo que quisiera con él, en esos momentos haría todo lo que ella le pidiese y más, en todos sus encuentros sexuales que había tenido jamás se había excitado tanto ni había disfrutado como en ese momento.
Cuando sintió que no podía más la tumbó y se colo entre sus piernas.

-Aemond: Vis, esto puede que te duela un poco aunque intentaré que no ¿de acuerdo?

-Visenya: Si

Aemond agarró su miembro y lo colocó en la entrada de ella mientras está miraba, sus mejillas estaban sonrojadas pero la vio tranquila así que siguió adelante, comenzó a introducirse lentamente en ella para no hacerle daño, cuando entró por completo, Visenya colocó sus manos en la espalda de él.

-Aemond: ¿Te duele?

-Visenya: No, sigue. (Aruñó su espalda)

Comenzó a aumentar la intensidad de sus embestidas, tenía que ser delicado aunque realmente quería ser más duro. Visenya había aruñado su espalda y eso a él le había gustado, estaba a punto de terminar quería hacerlo mirándole a la cara, nunca olvidaría ese momento. Su semilla acabó dentro de ella, se sentía increíblemente liberador, se esperó un par de segundos y se acostó a su lado.

-Aemond: ¿Estás bien? - La miró.

-Visenya: Si. - Le miró de vuelta.

-Aemond: ¿Tienes alguna pregunta? - Visenya era muy curiosa por lo que sabía que algo estaba pasando por su mente.

-Visenya: Una, pero no creo que sea adecuada.

-Aemond: Vis, acabamos de acostarnos, puedes preguntarme lo que sea.

-Visenya: Siempre que lo haces... ¿llevas el parche?

-Aemond: (Rio) No, pero no quiero asustarte.

-Visenya: No vas a asustarme. - Insistió.

-Aemond: Esto es muy personal Vis pero lo haré, antes de decir nada tienes que dejarme explicarte.

-Visenya: Bien.

Aemond se sentó y colocó sus manos en las hebillas de su parche para desabrocharlo, se lo quitó y giró su cara para que ella pudiera verle bien.
Estaba impactada se sentó y suavemente acercó su mano a la piedra que tapaba el hueco que había en su cara, esa piedra parecía el zafiro que ella le regaló en su última carta, lo encontró un día mientras paseaba con Daemon por un mercado, al verlo no pudo evitar acordarse de su tío, lo compró con la esperanza de que le gustase y su ánimo mejorara pero, no había sido así, nunca le hizo saber que le había parecido incluso pensó que lo había tirado, pero no era así sino que lo llevaba puesto. No emitió ningún sonido aunque deseaba hacerlo, pero él le había pedido que no lo hiciera y ella respetaría lo que le dijo.

-Aemond: Si, es el zafiro que me regalaste.

-Visenya: ¿Tanto te gustó?

-Aemond: En la carta dijiste que te recordaba a mis ojos.

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Holaaa 👋🏻👋🏻

Espero que os esté gustando, pido perdón si la escena sexual no está bien hecha pues es la primera vez que escribo así.

Nos vemos en el siguiente capítulo.

El fuego del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora