El fuego del dragón

Capítulo 34 🐲

Loreon Lannistee fue junto con su padre Jason Lannistee a agasajar a Visenya con joyas para ella y Rhaenyra, y a Daemon le darían una lanza para cazar, la intención era conquistarla a través del lujo para así aumentar las posibilidades de un matrimonio, lo que ellos no sabían es que eran detestados por los príncipes y lo que más quería era tener a los Lannister lejos. Ser Harrold avisó a la princesa de que la buscaban, cuando desvío la mirada y les vio suspiró, le dio un ligero toque en la mano al príncipe canalla para que la acompañase, uno de los adjetivos que también describía a los Lannister era cobardes, llevar a Daemon con ella les haría estar más incómodos e intentarían irse antes.

-Visenya: Loreon, Lord Lannister. -Saludó.

-Loreon: Princesa. -Hizo una reverencia.

-Daemon: ¿Qué os trae por aquí?

-Loreon: He venido a entregaros un presente. -Chasqueó los dedos para llamar a un sirviente.

-Visenya: No teníais que molestaros.

-Loreon: Esto. -Abrió la caja. -Es para vos mi lady.-Sonrió.

-Visenya: (Sonrió forzada) Gracias Loreon es precioso.

-Loreon: (Se acercó más a ella) Me alegra que os guste. -Volvió a chasquear los dedos. -Esto es para vos mi príncipe. -Se dirigió a Daemon.

-Daemon: Un palo. -Sonrió con malicia.

-Loreon: (Se indignó) No cualquier palo, es una lanza para cazar.

-Daemon: Ya veo. -Rio.

Visenya veía la escena en silencio, no sabía que planeaba el mayor pero estaba segura de que no se interpondría, aquella sonrisa pícara del príncipe le daba curiosidad. Por otro lado Daemon miraba el objeto, sabía que haría pero solo esperaba el momento adecuado. Loreon comenzó una conversación con la princesa que intentaba ser amable con el joven, Aemond observaba la escena al igual que Jacaerys y Cregan, los ojos de muchos estarían puestos en ella durante esos días.
Cuando vio que aquel Lannister comenzaba a sentirse importante Daemon partió la lanza por la mitad, lo cual sorprendió a los allí presentes, las agallas que tenía al hacerles aquel desplante eran inmensas, propias de él.

-Daemon: Vaya, que pena. -Dijo con falso modismo pero con una sonrisa.

-Visenya: Lo lamento Loreon.

-Loreon: (Seguía estupefacto) No... No os preocupéis princesa.

-Jason Lannister: Vámonos hijo. -Se dirigió a Visenya. -Disculpadnos princesa. -Miró a Daemon por un segundo para volver a centrar su atención en la joven. -Debemos retirarnos.

Padre e hijo se retiraron por el momento, lo intentarían al día siguiente cuando la vieran sola para que así nadie pudiera arruinar sus planes.
Al darse la vuelta Visenya sonrió y golpeó el hombro de Daemon de manera juguetona, el cual solo encogió sus hombros mientras sonreía.

-Daemon: Me era imposible no borrar esas sonrisas.

-Rhaenyra: No sé si ha sido buena idea, ahora pueden sobornar a alguien para que les avise cuando esté sola.

-Daemon: Nyra tengo todo bajo control, no pienso dejarla sola.

-Lucerys: Vis ¿Te apetece bailar?

-Visenya: (Sonrió) Contigo siempre.

Los hermanos se levantaron para bailar con las personas que se habían reunido con anterioridad, pasaron un buen rato, sin duda el menor quería aprovechar los últimos momentos con su hermana antes de irse.
Cregan se sintió más relajado al ver la interacción de Visenya con los Lannister, era un rival bastante fuerte y al ver lo incómoda que estaba supo que tenía más posibilidades. Jacaerys Velaryon le había contado que su hermana era preciosa pero para él, su joven amigo se había quedado corto, cuando la vio entrar en el salón se quedó prendado, no podía dejar de mirarla, al verla sonreír pudo comprobar que se podía llegar a ser más hermosa aún. Veían la escena de la joven y su hermano pequeño bailando entre risas.

-Jacaerys: Me gusta verla así. -Sonreía contento.

-Cregan: Se ve muy bien sonriendo.

-Jacaerys: Siempre suele estar sonriendo, es una joven muy alegre pero esto la tiene muy seria.

-Cregan: Tengo el regalo para ella, estoy un poco nervioso por si no le gusta.

-Jacaerys: ¿Quieres un consejo?

-Cregan: Por favor.

-Jacaerys: Hoy solo preséntate, darle un regalo puede ser demasiado después de todos los que recibirá hoy.

-Cregan: Bien, ¿Vamos?

Ambos jóvenes se levantaron y empezaron a caminar en dirección a la mesa real. Algunas mujeres observaba a la cabeza de la casa Stark, nadie podía negar lo apuesto que era, un hombre alto y corpulento, con melena castaña algo larga, llevaba un traje negro con un broche de un lobo en representación de su casa. A medida que se acercaban a la mesa real sus nervios aparecieron, no sabía si sería de su agrado ni si actuaría como lo había hecho con los Lannister.
La princesa se encontraba conversando con sus hermanas dándole la espalda a todos, necesitaba un momento de paz después de no parar de sentirse observada, había pensado en irse pronto a la cama pues había cumplido por ese día, conoció a varios pretendientes con los que conversó y había ido al banquete en el que se daba comienzo al futuro matrimonio. Jacaerys subió las escaleras mientras Cregan esperaba al pie de estas, se acerco al oído de su hermana.

-Jacaerys: Vis, hay alguien a quien te quiero presentar.

-Visenya: (Frunció las cejas) ¿A mí?

-Jacaerys: Sí. - Sonrió.

Visenya se dio la vuelta y sus ojos conectaron con unos castaños que la miraban con intensidad, el hombre que tenía frente a ella le parecía un adonis, pues tenía una belleza que a ella le llamó la atención. El hombre sonrió ligeramente dejándole ver la sonrisa tan bonita que tenía, la princesa le devolvió la sonrisa.

-Cregan: (Hizo una reverencia) Princesa es un placer conoceros por fin. - Sonrió. - Soy Cregan Stark.