Los primeros en llegar fueron Aegon, Aemond, Alicent y Viserys, los dos últimos se querían asegurar de que todo estuviera bien.
Pocos minutos después Visenya apareció, suspiró al ver que aún no habían llegado sus hermanos, dio unos pocos pasos y el tacon de sus botas resonó en la habitación, llamando la atención de los allí presentes provocando una enorme sonrisa en el rey.-Viserys: ¡Visenya mi pequeña! - Extendió sus brazos para abrazarla.
-Visenya: Hola mi rey. - Se separó y le hizo una reverencia.-Veo que he llegado temprano.
-Viserys: Pasa, en seguida llegarán.
-Visenya: Está bien.
Los dos jóvenes se quedaron viendo la situación, su padre nunca les había tratado así, y eso les provocaba envidia, tanto Rhaenyra como los hijos de esta recibían ese amor que ellos nunca tuvieron, parecía que Viserys solo quería a su primera hija además de a sus nietos y que Aegon, Aemond, Helaena y Daeron no habían sido más que hijos no deseados.
Visenya agarró una copa y se sirvió un poco de agua para dirigirse al gran balcón que había y tomar el aire hasta que llegaran los demás. Ambos hermanos se miraron para después devolver su mirada en la princesa, Aegon decidió levantarse con su copa y se dirigió hacia donde estaba su sobrina y se acomodó a su lado, la joven miró a su tío y sonrió, el príncipe interpretó esa sonrisa como un coqueteo y se la devolvió.
Aemond veía la escena tenso y molesto, no le estaba gustando nada lo que su único ojo veía, la posibilidad de que Visenya pudiera sentirse atraída hacia su hermano era alta, él sabía como conquistar a una mujer mientras que Aemond no.
La princesa le sonreía y a él no lo había hecho, estaba animada y eso le molestaba más al joven príncipe ¿cómo era posible que se viera tan alegre hablando con Aegon mientras que a él no le había dicho nada ni tampoco sonreído?-Aegon: Conseguiste un dragón y encima uno salvaje.
-Visenya: Si. -Sonrió. - No sé qué vió en mí ni porque me eligió como jinete.
-Aegon: Todos vemos algo especial en ti Vis. -Le guiño un ojo.
Aemond se levanto y se acercó a ellos, se apoyó en el marcó de la puerta que daba acceso al balcón y habló:
-Aemond: Visenya.
La mencionada se tensó y se giró, ahí estaba su tío mirándola fijamente, se aclaró la garganta y saludó.
-Visenya: Aemond.
-Aemond: ¿De qué hablabais? -Se puso al lado otro lado de Visenya.
Ahora se encontraba en medio de ambos príncipes, estaba incumpliendo lo que le había prometido a su Jacaerys antes de irse, mantenerse alejada de Aegon y Aemond.
Flashback
-Jacaerys: Vis, espera. -Corrió hasta su hermana.
-Visenya: (Se giró para estar cara a cara) Dime Jace.
-Jacaerys: Necesito pedirte algo.
-Visenya: (Frunció el ceño) ¿Qué pasa Jace?
-Jacaerys: Necesito que estés lejos de Aegon y Aemond.
-Visenya: (Puso una mano en el hombro de su hermano) Jacaerys Velaryon no tienes nada de que preocuparte.
-Jacaerys: Vis, por favor prométemelo.
-Visenya: (Sonrió) ¿Por qué te preocupa tanto? Sabes que me odian así que no deberías.
-Jacaerys: Me preocupa que estés cerca de ellos, puedes meterte en líos por su culpa y no quiero eso.
-Visenya: No considero que sea necesario pero esta bien, te lo prometo. - Besó su mejilla.
Presente
-Visenya: De Caníbal
-Aegon: Si y como pasó de ser un dragón salvaje a uno con jinete.
-Aemond: Es un dragón espectacular.
-Visenya : (Le miró de reojo) Gracias, si que lo es.
-Aegon: Podemos ir un día a dar una vuelta en nuestros dragones.
-Visenya: Claro, estaría bien.
Aegon fue a servirse un poco más de vino y dejó a solas a Aemond y Visenya. Fijaron su mirada en las vistas, ninguno parecía saber que decir para romper el hielo, el rey miraba la escena con una sonrisa parecía que aunque los años hubieran pasado esos dos niños seguían siendo los mismos al igual que lo que sentían.
Aemond decidió romper el hielo, le quemaba por dentro no poder hablar con ella.-Aemond: Has crecido.
-Visenya: (Sonrió) Tú también.
Aemond vio por el rabillo del ojo la sonrisa de Visenya y generó una sonrisa en él.
-Aemond: ¿Sigues pintando?
-Visenya: (Miró a su tío) Si ¿sigues entrenando?
-Aemond: Todos los días. -Le devolvió la mirada. -Tú también entrenas.
-Visenya: Día tras día.
-Aemond: Ese era tu sueño, siempre te sentabas a vernos entrenar.
-Visenya: En realidad solo te veía a ti. -Lo dijo tan rápido que al segundo de decirlo se arrepintió.
El pecho de Aemond empezó a latir con fuerza, no se hubiera imaginado eso, siempre creyó que estaba allí para ver a sus hermanos, se sintió especial, tampoco había mencionado a Aegon, así que la única razón por la que ella se sentaba allí cuando entrenaban era solamente él.
-Aemond: Espero que me dejes ver cuanto has aprendido en este tiempo.
Los dos se giraron y ahora estaban frente a frente.
-Visenya: (Sonrió) Cuando quieras.
Aemond sonrió.
En ese momento Daemon, Jacaerys, Lucerys, Baela, Rhaena y Rhaenyra entraron por la puerta y vieron la escena, todos a excepción de la princesa se molestaron por ello, Baela sabía todo lo que Visenya sentía por Aemond, se alegraba que los muros de ambos se destruyeran pero Visenya no se libraría de una buena charla por ello.
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El fuego del dragón
RomansUn romance bastante complicado entre Visenya Velaryon y Aemond Targaryen, con mucho drama y a la vez muy apasionada. Una historia en el que la lealtad a quienes amas se ve complicada cuando el amor que sientes es tan fuerte e intenso, pero que a su...