5. Fear

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Capítulo 5

Fear

Fear

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❄️


Evangeline y Edmund pasaron mucho tiempo hablando.

Edmund le contaba sobre su familia y su relación con sus hermanos, que no era la mejor actualmente. Y Evangeline le hablaba de Narnia, de cómo habían sido sus dos años sirviendo a la reina y le explicó más sobre la profecía.

Ambos se sintieron cómodos el uno con el otro, podían hablar sin sentirse juzgados. Además, desde el momento en que se tocaron por primera vez y el hechizo que mantenía el corazón de Evangeline congelado se levantó, ambos sentían una extraña conexión.

Era algo extraño, pero no incomodo.

Lo único que Evangeline no terminaba de entender era por qué aun no tenía recuerdos de los años anteriores a haber servido a la bruja si ya su corazón había sido liberado del hechizo de hielo.

¿Acaso no tenía una vida? ¿Todo inició en el momento en que Jadis la encontró? No lo sabía y quería una respuesta, pero sabía que no tendría una pronto.

―¿Estás segura de que no quieres? ― preguntó Edmund por tercera vez, a lo que ella solo negó.

―Créeme, tú tampoco quieres.

Edmund la miró con el ceño fruncido antes de llevarse el trozo de pan a la boca. Por increíble que fuera, Ginarrbrik le había llevado una bandeja con pan y agua a Edmund, pero Evangeline sabía que la comida para los prisioneros no era realmente algo apetitoso. No comería eso a menos que estuviera realmente débil o hambrienta, el cual aún no era el caso.

Si no fuera porque ambos estaban encadenados en una celda, Evangeline habría reído cuando Edmund comenzó a toser al probar el pan. Inmediatamente fue a tomar agua, pero está ya se había congelado por completo.

―Te lo dije.

―Si... si no vas a comerte eso...

Una voz llamó su atención y Evangeline sonrío al ver que su vecino de celda había despertado. Había pasado bastantes horas durmiendo y ella no sabía si se debía a lo débil que el fauno estaba o era simplemente la necesidad de dormir que tiene cualquier ser vivo.

Edmund no lo pensó dos veces antes de acercarse al espacio abierto que unía ambas celdas y le tendió el pan al fauno, lo que la hizo sentir algo triste.

Edmund le había contado que había sido él quien delató al fauno ante la bruja sin saber lo que le esperaba. Le relató detalladamente todo lo que ocurrió en aquel primer encuentro y Evangeline no tenía duda de que la bruja se aprovechó de las emociones negativas que Edmund tenía para poder manipularlo a través de golosinas embrujadas. Ella tenía ese poder, una vez comenzabas a comer no querrías volver a detenerte y era el momento perfecto para hacerte hablar.

ECO DE HIELO | Edmund PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora