El corazón de Evangeline permanece congelado, lo que la convierte en la fiel sirviente de la Bruja Blanca, conocida por ser fría, despiadada y cruel.
Dos Hijos de Adán y dos Hijas de Eva llegan a Narnia y por primera vez en dos años el corazón de Ev...
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Los narnianos liderados por Evangeline y con el apoyo de Caspian lograron asaltar a uno de los grupos de soldados de los telmarinos durante la noche. Sin la necesidad de matar a nadie, lograron robarles armas y armaduras, lo que era un gran beneficio para ellos.
El que Caspian fuera un príncipe telmarino les permitía entender sus estrategias y formas de combate, permitiéndoles adelantarse a sus movimientos.
Evangeline aun no lograba acostumbrarse a que todos la trataran de reina. Mientras que para los narnianos habían pasado mil años, para ella solo habían pasado un par de días. Ella se había dormido siendo una princesa y ahora todos la trataban como si fuera la máxima autoridad.
Se encontraban en una nueva reunión, las tenían cada mañana. Estaban en medio del bosque, reuniendo a los narnianos que quedaban ocultos. Glenstorm estaba seguro de que ya todos habían sido convocados, así que estaban a punto de volver al Altozano de Aslan.
―Yo digo que aprovechemos que están distraídos y los ataquemos ―dijo Nikabrik.
Algo en aquel enano le producía escalofríos. Cada vez que él estaba alrededor sentía un extraño frío envolviéndola, sensación que no le gustaba para nada. Le recordaba a Ginarrbrik, el enano y fiel seguidor de Jadis.
―Debemos esperar a los reyes ―dijo Buscatrufas, haciendo que el enano soltara un gruñido.
―Ni siquiera sabemos si ellos están aquí. Probablemente esos no sean más que cuentos.
―Ellos volvieron y están cada vez más cerca ―dijo Evangeline, mirando a Nikabrik directamente―. Y no son cuentos. Si el cuerno me hizo despertar, también los trajo a ellos de vuelta.
―¿Qué sugiere, Su Majestad? ―preguntó Reepicheep con la mirada en Evie.
―Sugiero que volvamos al Altozano. Todo narniano debe tener un arma y todos deben prepararse, en cualquier momento la guerra puede desatarse y debemos estar listos. Lo que debemos hacer es pulir nuestras habilidades mientras trazamos un plan de acción que nos lleve a la victoria con el menor número de bajas posibles.
―Entonces está decidido ―dijo Caspian―. Glenstorm, lidera a los narnianos. Nosotros cubriremos la retaguardia.
Glenstorm asintió y dio media vuelta. Pronto todos comenzaron a seguirlo y no fue hasta que Caspian y Evangeline quedaron solos que ella se relajó.
Había algo en el ambiente, algo que no le terminaba de gustar. Tenía miedo de que sus sospechas fueran ciertas.
