El corazón de Evangeline permanece congelado, lo que la convierte en la fiel sirviente de la Bruja Blanca, conocida por ser fría, despiadada y cruel.
Dos Hijos de Adán y dos Hijas de Eva llegan a Narnia y por primera vez en dos años el corazón de Ev...
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Había un plato con comida frente a ella, que apenas y había sido capaz de tocar. Hace solo un par de segundos que Glenstorm había terminado de hablar y Evie sentía que necesitaba un momento para poder procesar todo lo que había pasado durante esos mil años.
Mil trescientos años.
Parte de ella no lo podía creer. Hace un día ella se había dormido mientras los Pevensie se marchaban en busca del ciervo blanco y ahora resultaba que habían pasado mil trescientos años.
Se llevó las manos a la cabeza y cerró los ojos un momento, intentando concentrarse.
Cuando abrió los ojos por primera vez hace horas, se sintió confundida al verse encerrada en una caja de cristal. Inmediatamente la empujó para poder liberarse y cuando la tapa cayó al suelo, destrozándose por completo y provocando un fuerte ruido, todos quienes se encontraban cerca corrieron en su dirección. Fue una gran sorpresa ver a la mismísima Reina de Hielo, quien se había mantenido congelada durante siglos, poniéndose de pie frente a ellos.
En un principio Evie no entendía nada de lo que estaba pasando. No sabía cómo había llegado a lo que parecía ser una cueva subterránea, no reconocía ningún rostro y no entendía como es que pasó de verse como una adulta en sus veinte a verse como si fuera una adolescente. No tenía sentido.
Fue Glenstorm el primero en acercarse. Le permitieron darse un baño, le dieron ropa nueva y le dieron comida. En cuanto se sentó a comer, Glenstorm comenzó a explicarle todo lo que había pasado.
Los Pevensie desaparecieron y al mismo tiempo ella cayó dormida. No, dormida no. Se había congelado. Su piel se volvió pálida y fría como el hielo, sus pestañas y cabello se llenaron de escarcha y su corazón dejó de latir. Nuevamente había sido víctima de ese maldito hechizo que parecía no dejarla ir.
Durante ese periodo, los telmarinos llegaron a invadir Narnia. Cair Paravel fue reducido a ruinas y aquello se convirtió en una masacre contra los narnianos. Algunos lograron huir y por orden de Oreius, el general en aquella época, se llevaron a la princesa Evangeline con ellos. Se ocultaron en el Altozano de Aslan, donde la resguardaron esperando que despertara algún día.
Ese día había llegado.
Mientras tanto, los narnianos que quedaban vivían ocultos. Los hermanos Pevensie jamás volvieron y nunca más se escuchó nada de ellos.
―¿Cómo es que yo estoy despierta? ¿Por qué ahora? ―preguntó Evangeline abriendo los ojos. Glenstorm intercambió miradas con uno de sus hijos antes de volver a mirarla.
