𝑩𝑼𝑮𝑨𝑴𝑩𝑰𝑳𝑰𝑨 || 𝗕𝗮𝗻𝗴 𝗖𝗵𝗮𝗻

𝐗𝐗𝐗𝐕

Estados Unidos, 2022.

Un nuevo día, una nueva ciudad y un nuevo concierto.

Afortunadamente estaban en el último mes antes de tomarse un descanso antes de volver a las fechas restantes del tour, estarían "fuera" alrededor de cuatro meses para descansar un poco de todos los viajes y además promocionar el nuevo álbum que estaba a dos meses por salir. Amaban estar de tour pero nada podía igualar la comodidad de sus hogares, más cuando tenían a alguien esperando en casa por ellos como era el caso de Luke y Mike, Lizzie solía entregarse tan de lleno a los conciertos que muchas veces tendía a descuidar su salud pasando esta a otro plano donde simplemente igniraba cualquier cosa que sucediera con su cuerpo, llegando mucjas veces a preocupar a sus compañeros, por lo que un descancito para cuidarse no le vendría mal.

Pero aun debían seguir, asique ahí estaban, en su primer día en New York.

Era temprano por la mañana cuando una castaña de estatura media emprendió camino al departamento de una de sus amigas, no le había contado nada sobre su llegada asique esperaba que la sorprendida fuese su amiga y no ella al toparse con algo por ir sin aviso, o peor, que la chica no estuviera.

Ya en el edifico saludó al portero, quien la recordaba, con una sonrisa amigable y subió hasta el piso correspondiente. Cuando estuvo fuera del apartamento tocó el timbre una vez antes de hacerlo como solía, escuchando como un "¡Ya voy!" resonaba desde el interior, volvió a tocar pero esta vez con un ritmo característico que haría saber que era ella, ahora pudo sentir como unos pasos se apresuraron a la puerta y lo siguiente que supo fue que tenía a Ally abrazándola con fuerza.

—No puede ser, estás acá —. Dice sin soltar el abrazo antes de separarse. — ¿Por qué no sabía que ya estabas en New York?

— ¡Sorpresa!

—Amo las sorpresas —. Suelta una suave risa y se hace a un lado para despejar la puerta. —Pero pasa, pasa, parece como que nunca hubieses estado acá.

—Dios, Ally, no sabes lo que han sido estos meses —. Lizzie ingresa al apartamento y casi automáticamente, se sienta en el sofá que estaba a un costado de la cama de Ally.

El departamento de la chica era un monoambiente, lo que quiere decir que todo se encontraba dentro de la misma habitación, con excepción del baño. Si bien no era el apartamento más grande la vista a la gran manzana era espectacular y de noche era aún mejor.

—Tienes que contarme todo, en especial eso de que faltaste a un concierto —. Habla mientras saca una jarra de té helado de su refrigerador para servirlo en dos vasos. —Ese cuento de que no te sentías muy bien no me lo termino de creer.

— ¿Tan mala fue mi excusa?

—Terrible —. Deja una bandeja con la jarra, uno vasos y un plato con una galletitas encima de una mesita que tiene frente al sofá. —Casi pareciera que no recuerdas que soy fan de cierto grupo que también está en el país y que tengo una increíble intuición.

— ¿Y qué dice tu intuición? —Pregunta con diversión.

—Que pasaste unos días increíbles junto aquel grupo donde tienes cierta relación especial con uno de ellos.

— ¡Ding, ding, ding! Tenemos a una ganadora —. Festeja Lizzie como si fuese animadora de algún programa de concursos.

— ¿Y qué me gané?

—Saber de primera mano la respuesta a los chismes que se han generado.

— ¿Cuál de todos?

—Ya sabes, los rumores de que tengo pareja.