𝐗𝐈𝐕

507 48 9
                                    

1/3

2019, Corea del Sur.

Una ansiosa chica no dejaba de dar vueltas por la habitación, cada cierto tiempo se miraba en el espejo para asegurarse que su maquillaje, peinado y ropa estaban bien, miraba su celular de reojo a la espera de un mensaje que no sabía cuándo llegaría. Todo esto siendo observado por sus amigos que intentaban no hacer chistes sobre la situación ya que sabían que cuando la chica estaba así de tensa era mejor no alterarla más.

—Lizzie, él va a llegar, tranquila —. Le dice su mejor amigo mientras bebe un trago de su vaso con somaek, cortesía de la producción.

Estaban a minutos de salir al escenario, por lo que se encontraban en backstage relajándose y disfrutando de las cosas que la productora había dejado para ellos, además de unos cuantos regalos que provenían de los programas en los que participarían estos días.

Ashton jugaba con sus baquetas golpeándolas contra la mesita de centro, creando ritmos aleatorios, Calum y Mike estaban sentados en el sofá bebiendo lo mismo que Luke moviendo la cabeza al ritmo de Ashton mientras veían a la castaña moverse por el cuarto, y Luke estaba apoyado en el respaldo del sofá, hace un rato se había cansado de seguir a su amiga luego de un par de fallidos intentos para ella tomara asiento.

—Sí Mary, tanquila —habla Mike —, no es como que vayas a reencontrarte con el amor de tu vida luego de años de no haberle visto y con el que de la nada dejaste de tener contacto para que vuelva a reaparecer como si nada.

Apenas soltó esa frase todos voltearon a ver al rubio, Ashton dejó de tocar con sus baquetas y un cojín voló directo a la cabeza de Michael.

—Los viejos hábitos nunca cambian —. Dice Calum tomando de su vaso rojo, intentando disimular su risa por la situación.

—Quedan menos de veinte minutos para salir y aún no llega —. Lloriquea la chica cubriendo su cara con sus manos.

—Ya Mary, todo estará bien —. El mayor de los cinco se acerca a ella para abrazarla. —Él llegará y si no, pues mala suerte para él, no tendrá el privilegio de verte arrasar con el escenario.

Lizzie se aferra a Ashton buscando calmarse.

—Estoy muy nerviosa, Ash —. Esconde su cabeza en el pecho del chico. — ¿Y si nada es como antes?

—Nada es como antes, pequeña —afirma Ashton con voz suave —, ambos crecieron, ya no son un par de adolescentes. Además los dos tienen sus respectivas carreras, viven vidas iguales pero diferentes a la vez —. Siente como la chica se relaja un poco mientras da suaves caricias en su pelo, cuidando no despeinarla. —Pero esto no debe asustarte, la esencia es algo que es difícil de cambiar, tú sigues siendo la chica que quiere con pasión y que disfruta de tocar el piano con su alma.

—Siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor —. Ambos ríen un poco.

—Creo que es momento para un abrazo de grupo —. El mayor invita los otros chicos a unírseles, cosa que no dudan en hacer, aplastando a la menor de ellos.

—Chicos, no puedo respirar —. Protesta la chica.

—Oww, la asfixiamos con nuestro amor —. Se burla Mike.

Todos ríen a la vez que se separan, Calum siendo el último y dejando un cálido beso sobre la cabeza de Lizzie. Tantos años juntos había transformado su amistad en una hermandad, se cuidaban como si fueran familia.

Todos volvieron a lo suyo, Lizzie se volvió al espejo para volver a corroborar que todo estuviera en su orden antes de avisar a los chicos que iría rápidamente al baño para no tener que ir en medio del concierto.

𝑩𝑼𝑮𝑨𝑴𝑩𝑰𝑳𝑰𝑨 || 𝗕𝗮𝗻𝗴 𝗖𝗵𝗮𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora