CAPITULO 28: NUESTRA CONFESIÓN

48 7 0
                                    


FORT

Durante varias noches dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. La imagen de P'Peat fuera de mi lugar de trabajo por fin se hizo realidad.

No sabia si para bien o para mal, pero estaba con el corazón acelerado de solo verlo ahí. A unos pasos de mí.

— P'Peat ... — dije en apenas un susurro. Sin la intención de que me escuchará llamarlo.

El levantó la mirada, desviándola de su teléfono celular para mirarme con tanta intensidad. Algo hacia que sus ojos marrones se vieran más hermosos de lo normal, aunque la agonía que me mostraban hizo que quisiera pegarme un tiro en la cabeza. Ya que era consciente de que era el único causante de su dolor.

— Fort—

— ¿Qué haces aquí? — dije sin pensar. Queriéndome golpear aún más cuando agachó la mirada, con decepción.

— Estoy aquí, porque la última vez tuve que irme a casa por una situación y ... —

Sus hombros estaban rígidos y sus manos parecían temblar.

— Si lo que dijiste ese día es verdad, entonces porque no me puedes dar una oportunidad. Yo no dejaré que nadie te lastime. Mi padre no podrá hacerles daño, porque ahora tengo tanto poder como él. Yo...

— ¿Poder? A que te refieres con poder — dije algo confundido.

— Me refiero a que tengo personas de mi lado y no soy tan débil como antes. Ahora tengo un departamento propio, puedo andar sin guardias la gran parte de mi tiempo y puedo protegerlos a todos.

Asentí.

Comprendía lo que me estaba diciendo, pero aún me debatía entre si debía o no, darme una oportunidad.

— Me gustas ... — susurré. Dándome cuenta de cuanto poder tenía una sola frase en él. Su mirada cambio en menos de un instante, sus ojos brillaron tanto que parecían pequeños cristales. — pero... — lo que continuó no pareció gustarle mucho, porque borró la pequeña sonrisa que iba formándose en su rostro y me escuchó con detenimiento. — pero no mereces un amor a medias. Te mereces mucho más.

— Entonces, vamos a intentarlo. Déjame enamorarte día a día. Déjame borrar cada pequeño dolor en tu corazón con el mío.

Sus palabras me causaban más dolor.

¿Cómo podía amarme tanto? ¿Cómo podía aceptar un amor a medias?

No lo podía comprender por completo, pero sabia como se sentía.

Me acerqué a pasos pequeños, eliminando el espacio que nos separaba y lo atraje a mis brazos. Su respiración acelerada chocó contra mi cuello, antes de que se regularan cuando se fundió en mis brazos con mucha ternura, mientras sus manos apretaron mi cintura.

— P'Peat...— susurré.

— Ummm — respondió muy bajito.

— Me gustas ... me gustas mucho.

— Me gustas mucho más... me gustas tanto que no he podido olvidarte ni por un solo segundo en todos estos años.

— ¿enserio?

Asintió.

Entonces por un segundo la imagen de aquel hombre, regreso a mí. Causándome curiosidad.

— ¿No has estado interesado en nadie más? Es normal. Han pasado tantos años, que puedes haberte fijado en alguien más. ¿talvez alguien llamo tu atención?

NUNCA DEJES DE SONREIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora