CAPÍTULO 5: VOY A PROTEGERTE

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FORT

Las últimas noches Khun Peat había demostrado que era la persona más simple, amable y sobre todo respetuosa. A comparación del antiguo jefe y dueño del bar, ahora podíamos tener más confianza en hablar de los problemas que algunas veces sucedían. Los empleados al igual que yo, al principio no podíamos fiarnos de su amabilidad, sabíamos lo cruel que podía ser su padre cuando algún empleado no llegaba a tiempo o cometía algún error en el trabajo. Si su padre era ese tipo de persona, todos habíamos creído que él también lo era. Pero estábamos equivocados.

Dentro de un mes P'Noeul y yo nos graduaríamos de la universidad. Me sorprendía como habían pasado los años tan rápido. Los últimos cinco años habían sido tan cortos y en solo unos días más se cumpliría un año más de la muerte de su madre.

En la noche el bar se preparaba para recibir a un nuevo cliente VIP. Las mesas se encontraban aún sin bebidas. El fuerte grito de uno de los hombres de negro nos alertó a formarnos en filas y recibir al jefe. Se veía muy diferente a otras ocasiones, esta vez vestía un traje blanco, se veía feroz, fuerte e incluso con una mirada fría al igual que su padre. Al lado suyo su padre caminaba con la mirada indiferente y un hombre casi de mediana edad sonreía con coquetería hacia las jóvenes empleadas. No podía dejar de ver esa nueva versión de Khun Peat. Talvez si me había equivocado y él no era tan diferente a su padre.

Pasaron con indiferencia, entrando al área privada, donde se encontraban las grandes habitaciones VIP. Luego de varios minutos todos nos dispersamos, volviendo a nuestro trabajo habitual. P'Noeul no apareció en el escenario, lo busqué por varios minutos con la mirada mientras tomaba cada pedido al recorrer las mesas.

- Ey Kai, ¿has visto a Noeul? Ya es hora de que suba al escenario y aún no ...

- El jefe lo ha llamado a las habitaciones privadas.

- ¿Qué? – mencioné muy impresionado, causando que Kai me mirara con mucha más sorpresa.

- Está en la habitación Vip

Mi corazón se aceleró. ¿Cómo era posible que estuviera en una de esas habitaciones? ¿Por qué había llamado a un cantante a esas habitaciones?

- Espera...

Kai se quedó quieto por un segundo y luego me miro con curiosidad.

- Déjame llevar las bebidas—

Kai intentó negarse, pero tomé rápidamente la bandeja con bebidas de la barra y me encaminé hasta una de esas habitaciones donde ahora se encontraban. Cuando ingresé a la habitación fui testigo de la cantidad de mujeres que rodeaban a los hombres mayores.

P'Noeul se encontraba en una de las esquinas, con la guitarra en mano, tacando unas suaves melodías mientras los hombres bebían descontroladamente. Me vio de reojo, bajando la mirada como si quisiera pasar desapercibido entre la gran cantidad de personas en la habitación.

- ¿Dónde está tu hijo? – preguntó el hombre canoso con el vaso en una de las manos y la otra en la pequeña cintura de una guapa mujer rubia.

- ¡Mierda! Peat... ¿P-Peat? – dijo el padre del jefe, mientras lo buscaba con la mirada y alzaba la cabeza para evadir a algunas de las personas de pie.

Ahí fui consciente de que nuestro jefe no se encontraba en la habitación. Y cuando dejé cada uno de las botellas sobre la mesa con la mayor lentitud posible. Escuché un grito del otro lado. Alcé la cabeza como si de un resorte se tratara. El hombre canoso, se había acercado hasta donde se encontraba P'Noeul y le había arrebatado la guitarra para luego jalar de su brazo con la intención de llevarlo hasta donde antes de encontraba sentado.

NUNCA DEJES DE SONREIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora