CAPITULO 25 : UN EXTRAÑO

59 10 2
                                    


FORT

Sabía que, aunque nuestros caminos se habían cruzado inevitablemente, debía evitar cruzarme en su camino. Tin me lo había repetido reiteradas veces y hoy por fin ese día había llegado. Así que di media vuelta y continué mi camino.

— ¡¡EEEY, DETENTE!!— Se escuchó muy fuerte. Mi cuerpo se paralizó por un instante y dudé en darme la vuelta.

Un hombre corrió a gran velocidad, pasando por mi lado, mientras chocaba con otras personas delante mío.

— ¡Ladrón! ¡Ladrón! — gritaron a una misma voz varias mujeres. Pero seguido de esas voces, una voz captó mi atención por completo.

— Win, Mhok ¡ATRÁPENLO!

Dos hombres vestidos de negro, corrieron detrás de él y cuando di un paso, un fuerte golpe en el hombro me hizo tambalear.

— ¡Sal de mi camino! —

— P'...— Me fue imposible hablar. P'Peat estaba frente mío, con las cejas alzadas y el rostro perplejo.

— Fo...

— ¡Señor! Lo tenemos.

P'Peat desvió la mirada. Dejándome de lado. Como si no estuviera ahí.

— ¿Lo conoce, señor? — Preguntó uno de ellos al mirarme.

— NO.

La voz dura y tajante con la que respondió, causó un fuerte escalofrió en mí y una extraña decepción que fue intensificándose al presenciar a un completo extraño. Alguien que no conocía. Un Peat completamente diferente.

— ¿Dónde está lo que este desgraciado me robo? – mencionó con la cara en alto.

— Aquí señor. Todo está en orden.

Peat asintió. Revisó los documentos y le lanzó un gran golpe en la mejilla derecha al hombre que custodiaban ambos hombres en traje.

¿Quién era esta persona?

Ya no quedaba ni una pequeña parte del hombre que había conocido.

Tragué muy fuerte y di varios pasos hacia atrás.

— Llévenselo. —

Sus empleados respondieron "si" a una misma voz, para luego tomarlo del brazo y llevárselo hasta un auto que los esperaba estacionado en el mismo lugar donde lo había visto minutos antes.

Él no apartó la mirada de sus empleados. Solo relajó los hombros y cuando creí que no se giraría a verme, giró en mi dirección una fracción de segundo sin decir ninguna palabra.

No era la primera vez que mis pies tenían vida propia. Sabía que era mejor no acercarme a él, pero no podía evitarlo. Podía sentir su aroma a solo unos diez pasos de donde me encontraba.

— P'Peat... — susurré, intentando llamar su atención.

Sus ojos cafés se escondieron cuando evito mírame y desapareció detrás de sus guardias.

¿Por qué a pasar de todo aún había intentado acercarme a él?

Muchas preguntas comenzaron a invadir mi mente, pero más que eso, estaba buscando una excusa o explicación para comprender su comportamiento.

Al parecer no había ninguna.

**

Durante varios días fingí que nuestro encuentro no había causado nada en mí. Pero luego de noches en las cuales solo había pensado en buscar la excusa perfecta para no reemplazar el último recuerdo de hace cuatro años que tenia de él, por la imagen detestable que se repetía en mi cabeza desde la última vez que lo había visto, me fue imposible no hablar con Tin.

NUNCA DEJES DE SONREIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora