CAPITULO 33: ALGUIEN QUE NO ERA YO

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NOEUL

El mundo se derrumbó bajo mis pies.

Llevaba más de una hora esperando a que Fort regresará a casa. Mejor dicho, a la que una vez fue nuestra casa. Ya que cuando había tocado a la puerta, un hombre abrió con un gesto de confusión reflejada en su rostro y después de que preguntará por Fort, se había mostrado algo evasivo e intentó no darme muchos detalles de donde se encontraba. Aunque me había pedido que regresara en otro momento, para encontrarlo en casa.

No podía volver otro día. Debía verlo hoy mismo. Así que esperé no muy lejos de casa, mirando una y otra vez cada uno de los autobuses que se detuvieron.

Después de tanto tiempo esperando, vi a Fort bajar de un auto. Sonreí al verlo. Estaba igual de guapo que hace cinco años atrás. Se veía más maduro y su sonrisa parecía no haberse borrado.

Di unos pasos, lleno de emoción, pero me detuve al ver como tomaba de la mano de Khun Peat. Aquel hombre se acercó peligrosamente al espacio de Fort y le plantó un beso que rompió en dos mi corazón.

¿Qué está sucediendo? ¿Acaso, mis ojos estaban jugándome una mala pasada?

Los observé con las lágrimas inundando mis pupilas y mis labios temblaron cuando intenté pronunciar su nombre en voz alta.

Esto no podía estar sucediendo....

Me negué a aceptar lo que mis ojos estaban viendo, mientras mi cabeza buscaba una explicación para esta extraña situación. Pero por más que le dadas vueltas al asunto en mi cabeza, no tenía ninguna explicación, más que la que la que me estaba imaginado.

Fort sonrió con ternura.

Su sonrisa era igual a la que alguna vez me sonrió y sus ojos lo miraron con tanto amor que creí que podía morir en este mismo instante debido al dolor desgarrante de mi corazón oprimiéndose dentro de mi cuerpo.

¿Cómo era posible que Fort me hubiera traicionado?

¿Cómo podía estar besándolo?

No había rabia en mí. Solo un dolor inexplicable recorriendo cada parte de mi cuerpo.

PORQUE ESTABA BESANDO A ESE HOMBRE, SI DEBERIA SER YO A QUIEN BESARA DE NUEVO.

Los recuerdos de su sonrisa, de su voz diciéndome lo mucho que me amaba y sus suaves caricias aun parecían estar presentes, aunque todo aquello parecían no recordar a su dueño. Sus labios estaban sonriéndole a alguien más, sus manos tomando las de alguien más y sobre todo sus ojos veían a alguien más.

Alguien que no era yo...

Apreté los puños, me mordí los labios y respiré hondo, cuando el auto en que había llegado se marchó dejándolo en la acera. Reuní toda la fuerza que aún quedaba en mí y corrí hasta su lado, abrazándolo por la espalda, sintiendo su suave olor a lavanda, mezclado con un suave aroma a flores.

- Fort...- susurré con las lágrimas, cayendo a mares por mis ojos.

Su cuerpo se tensó en menos de un segundo y su estómago rígido pareció gruñir, después que un sonido sordo de dolor saliera de sus labios.

- P'... P' ... ¿P'- Noeul? - preguntó con la voz apagada y con una pizca de terror en ella.

Asentí, abrazándolo con más fuerza.

- Mi amor ... Fort... Soy P'Noeul.

Se giró con mucho cuidado. Me miró a los ojos por unos segundos y bajó la mirada sollozando en silencio.

NUNCA DEJES DE SONREIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora