CAPITULO 31: PELIGRO

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PEAT

Aunque las nuevas negociaciones no habían resultado como mi padre lo había deseado. No parecía del todo enojado.

— Si vas a reunirte con el nuevo socio comercial, no olvides llevar a los guardias contigo.

Asentí.

— Mhok, ha organizado todo el recorrido hasta el restaurant. No hay nada que temer. — agregué, tomando la propuesta que minutos antes habíamos firmado junto a uno de sus socios más queridos.

Me levanté y ante la mirada de todos los guardias, me incliné para despedirme de él y ordenarle a Win con un gesto en los ojos, que debíamos retiramos.

Durante el viaje en auto, Win, parecía estar más que preocupado. Divisaba una y otra vez a los autos detrás nuestro.

— ¿Qué sucede?

— El auto de Mhok ha desaparecido de mi vista, señor. Ya no está detrás nuestro y un auto desconocido ha estado siguiéndonos desde que cruzamos la curva anterior. — ¿Debería de comunicarme con su padre?

Negué.

— Señor. Podríamos estar en peligro.

— Solo sigue manejando. ¡No te preocupes por mí y acelera!!

Win dudó por un segundo.

Nos miramos a través del retrovisor y sin una sola palabra, Win entendió lo que quería decir.

Cada maniobra fue más riesgosa que la anterior. Y cuando cruzamos el semáforo en luz roja fue aún peor. No habíamos lastimado a nadie, pero dos autos habían chocado por culpa nuestra.

— Señor. Nos detendremos en la siguiente curva. Cuando te de la orden de salir, simplemente salga y corra. Iré detrás suyo como siempre. Simplemente no mire atrás y corra todo lo que pueda. —

Hice lo que Win dijo, pero cuando un disparo sonó detrás mío me detuve. Quise girar la cabeza y mirar atrás. Pero la voz de Win me detuvo.

— ¡¡Vamos corre!! ¡Huye, ya!

Corrí. Aunque minutos después me detuve, para esconderme, mientras me perdía en la multitud y buscaba un lugar seguro.

Habían pasado varias horas y aunque deseaba mantenerme tranquilo. Era imposible. Win no había venido a buscarme y no sabía si se encontraba a salvo o talvez lo habían lastimado.

Varios enemigos comerciales vinieron a mi cabeza, después de huir del peligro. Aunque mis sospechas fueran ciertas, no tenía ninguna prueba que me ayudara a identificar su procedencia. Pero sabía que allí estaba el culpable.

Mientras más tiempo me encontraba en este negocio, más podía sentir las pisadas peligrosas de aquellos hombres sobre mis talones. Era completamente distinto a todo lo que alguna vez había imaginado. ¿Cómo podía salir de este negocio? ¿Cómo podía cortar los lazos que me ataban a mi padre y sus enemigos peligrosos?

No lo sabía.

Los últimos años no habían servido de nada. Aún no tenía lo necesario para poder librarme completamente de los enormes enemigos que iban sumándose más y más en mi vida.

Reaccioné al darme cuenta de que había estado metido en mis pensamientos por varios minutos. Toqué la pistola dentro de mis pantalones y salí como mucho cuidado en busca de alguno de mis hombres o Win.

Corrí a través de unas callejuelas sin ningún éxito. Y cuando creí encontrarme a salvo, unos hombres corrieron en mi dirección. Maldije. Había conseguido que me encontraran. Apuntaron en mi dirección y varios disparos se desataron en el aire con la intención de alcanzarme.

NUNCA DEJES DE SONREIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora