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                             Capitulo 3 |Estefanía

Salí del hospital con Alexander mientras el arrastraba sus pies y yo cargaba su mochila porque según el estaba muy cansado para hacerlo por si mismo, Alexandre era todo lo que una mujer pudiera buscar en un hombre, tenía un cuerpo bien tonificado, y un humor increíble, así que era lógico que mas de una enfermera, doctora eh incluso una qué otra paciente se fijara en el al verlo deambular por allí, al menos de esas pobres chicas que creían que tenían oportunidad con el eran del tipo de personas que me barrían con la mirada al verme de su brazo está ocasión claramente no fue la excepción.

—¿trajiste tu auto? —su pregunta me saco de mis pensamientos

—claro, era necesario —dije sacando las llaves de mi bolsa

—¿Necesario? —pregunto

—si, Alex necesario, ¿Iremos a desayunar? - pregunté subiendo al lado del piloto

—oh, claro que sí, me muero de hambre —exageró

Todo el trayecto hacia el famoso restaurant que Alexandre conocía nos la pasamos platicando sobre nuestras desgracias, la vida de Alex era una comedia romántica, le pasaba cada cosa mala al pobre, le conté el como fue que el hospital cerro y el me explico todo lo que tuvo que hacer para conseguir mi trabajo alegando que ya le debía mucho pues este trabajo se iba a convertir en una parte fundamental de mí.

Cuando por fin llegamos Alexandre se encargo de pedir nuestra comida mientras yo me sentaba en una mesa al lado de una ventana. Había un paisaje muy lindo, todo parecía combinar perfectamente con el ambiente y eso se me hizo lindo.

—¿y bien?, ¿ya tienes primeras opiniones? —pregunto llegando con una bandeja de comida

—no me quiero adelantar y opinar antes de tiempo —respondí mientras veía la barbaridad de comida que Alexandre había servido en mi plato

—oh, vamos Estefanía, criticar es fundamental, lo necesito para vivir —dijo con la boca llena de comida

—bueno, ¿sabes qué?, la tipa a la que presentaste de ultimo, no me termina de cuadrar, me dio una sensación extraña, no se —lleve el baso de agua a mi boca mientras veía como a Alexandre lo poseía el demonio de las criticas para nada reconstructivas en esos momentos era como si se desprendiera de toda su vibra Good vibes y fuera una red flag con pies.

—¿Emma? — frunció el ceño —si, ella es rara, muy pocas veces habla con nosotros para algo mas que no sea específicamente trabajo, es muy reservada, y es muy perfeccionista con todo lo que hace definitivamente tu y ella son polos opuestos.

—¿siempre fue así? —pregunte revolviendo la comida de mi plato.

—si y no —dijo y yo fruncí mi ceño, por lo que el continuo con su explicación. —cuando yo llegue era así pero de la nada hubo un tiempo en el que parecía que todo el tiempo flotara, en ese momento no era tan dura, incluso bromeaba con nosotros o íbamos de fiesta todos juntos, pero un día falto a todo un turno y a la próxima guardia llego peor, desde entonces es así, ahora es raro que se quede con nosotros.

El tema se cortó allí mientras Alexandre se terminaba su comida y yo daba pequeños bocados a la mía era demasiado de ninguna manera me terminaría eso yo sola.

cuando pagamos y nos dirigíamos a su departamento donde yo me iba a quedar mientras conseguía uno para mí ya que todo había sido demasiado rápido por ello no me había quedado tiempo para conseguir un departamento propio.

—cardióloga Estefanía Ross —Alexandre leyó en voz alta el nombre en mi gafete -son eficientes, ¿verdad?

—demasiado, definitivamente no creí que me dieran todo esto desde ya —dije mientras entrabamos al estacionamiento del edificio donde Alexandre vivía.

Su departamento era lindo, bastante amplio y tenia una vista maravillosa, me consideraba fan de los lugares de donde se pudieran ver los atardeceres, todo el lugar gritaba el nombre de Alex, por todas partes, tenia que admitir que tenia un maravilloso gusto para decorar lugares, todo estaba perfectamente ordenado, seguí recorriendo e lugar mientras el estaba subiendo mis maletas, porque no me dejo hacerlo a mi con la excusa de que el era mas fuerte, ciertamente no mentía pero llevarle la contraria a el era discutir con un niño de 5 años.

Al llegar a la sala note que en la mesa de la televisión habían varios portarretratos, sonreí al notar como varios de ellos eran fotos de nosotros juntos, mientras seguía viendo uno llamo mi atención era una fotografía de todo su grupo de trabajo, los conocía a todos el mismo me los había presentado pero había una chica, estaba en un costado y al lado izquierdo de ella Emma, con su bata de uniforme y una enorme sonrisa en su rostro tenia la mano en la cintura de la otra chica y está también sonreía.

—¿Qué haces? -—pregunto Alex mientras bajaba las escaleras ya cambiado de ropa y el cabello desordenado

—¿Quién es? —pregunte señalando a la cica en el cuadro —creí que ya los conocía a todos —deje el retrató en su lugar y me gire para sentarme en el sofá

—los conoces a todos, ella ya no trabaja con nosotros, un día solo desapareció y no la volvimos a ver —dijo como si fuera la cosa mas normal del universo —ahora que lo recuerdo fue antes de que Emma se convirtiera en maléfica.

Eso ultimo se me hizo extraño, pero admitía que lo de maléfica me había hecho gracia

—ven te mostrare tu habitación porque tengo sueño y quiero dormir —se puso de pie y tomo mi mano para guiarme hacia aquel lugar.

Una cama que se veía muy cómoda, la habitación perfectamente ordenada y un precioso ventanal me recibieron al abrir la puerta.

—esta muy bonito, gracias —le dije sonriendo

—de nada bella, mi habitación esta al lado por si necesitas algo, puedes seguir explorando todo si quieres, luego responderé tus dudad —dijo mientras se acostaba en lo que ahora era mi cama

—¿tu habitación al lado?, ew, no quiero escuchar cuando traigas a un ligue tuyo aquí —dije poniendo una cara de asco

—no los traigo a casa, ¿Quién crees que soy? —pregunto mientras giraba su cabeza para verme

—bueno —dije alargando la e en la palabra

es que vos tenes que entenderme, yo no soy una prostituta, yo no soy una prepago cualquiera —recito la frase en español de aquella telenovela colombiana que en algún momento vimos juntos mientras reíamos.

—hablando de eso, ¿Qué hay de ti? -pregunto de la nada mientras se sentaba en posición de indio en el medio de la cama

—¿de mi qué? —pregunte confundida

—que tal de amores, ¿sigues con lo de la racha de cero sexo?

—ya sabes lo que opino de los encuentros de una noche —esta vez fui yo la que se sentó

—es divertido deberías probarlo, búscate un hombre o una mujer que se yo, tu comes de todo, ¿no? —me golpeo la frente con dos dedos —no puedes seguirte reprimiendo por una mala experiencia en el pasado es hora de que seas tu misma, piénsalo

—¿no dijiste que tenias sueño?, ve a dormir anda, adiós descansa —dije mientras lo empujaba fuera de mi cama

—claro, mama ya voy -dijo caminando hacia la puerta —has algo divertido, estoy seguro que ya tienes telarañas allá abajo

Escuche su risa al cerrar la puerta y eso me hizo reír a mi.

Sabia que tenia que cambiar muchas cosas de mi pero no me iba a costar con la primera persona que se me acercara, no me gustaba sentir que usaba a las personas pero odiaba el hecho de sentirme usada, los famosos acostones de una noche con alguien y luego no volver a verle o saber de ellos era algo que con solo pensarlo me ponía los pelos de punta, yo no podría.

No podía ni quería.

                               ( :🌷: . . . )

            ¡Nunca te rindas!

          ━━━━━━━━━( :🌷: . . . )━━━━━━━━
              ♡ nos vemos en la próxima ♡

                               𔓕 ִ ℒ𝗈︩︪veᥣy ۟ ᮫

El arte de sanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora