twenty

2.7K 261 29
                                    


Capítulo 20 |Emma

El día del viaje al fin había llegado, no sea algo nuevo para mí pero era algo que siempre me emocionaba, tres días lejos, tres días sin trabajo, sin pacientes, sin nadie quien pudiera morír.

Todos los años era lo mismo, cuando los nuevos residentes llegaban la conferencia se hacía, no siempre en el mismo lugar, pero había tocado ahora en México.

Los cabos, playa, calor y probablemente alcohol.

Estaba emocionada, si, por qué aún no sabía, pero algo pasaría, estaba cien por ciento segura, no algo malo, todo lo contrario, ni instinto me lo decía

Manejaba hacia el departamento de Jack mientras pensaba en que es un país de habla hispana totalmente y no estaba segura si Estefanía hablaba español o si ya se lo había comentado al jefe, así que por si acaso revise qué en la guantera del auto estuviera el auricular traductor para luego entregársela

Tal vez eso le haría las cosas un poco más fáciles

Jack al fin salió con su maleta mientras tarareaba algo que no entendí

—¡Emma vamos a la playa!, ¿Por qué no estas feliz?

—solo es el mar Jackson

—que aburrida eres, así no enamorarás a Estef, eh

Gire mis ojos —hablando de eso, ¿habla español?

Se encogió de hombros —no sé, ¿quién crees que soy, su papá?

—cada día te levantas más imbécil, ¿Cómo es que tienes novio?

—bueno, al menos tengo —dijo mientras me sacaba la lengua

Le pegué

Al llegar al hospital todos estaban allí, todos los médicos que iríamos, con sus ropas casuales, asiqué nos dirigimos a donde Alex y Estefanía estaban, está ultima con su cabello recogido en una coleta baja que dejaba escapar muchos mechones, pues al parecer la liga no los sujetaba todos, y un vaso in café en su mano

Era hermosa, su perfecto perfil y sus pestañas encueradas hacia arriba eran una visita maravillosa

Cuando estuve lo suficiente cerca de ella, saqué el auricular de mi bolsillo y se lo entregué

Frunció el ceño

—¿Otro idioma? —dije al ver su cara de confusión

Asintió y me sonrió —Gracias.

Nos llevaron al aeropuerto a todos juntos para evitar equivocaciones y una vez allá tuvimos que esperar unos minutos, hasta que al fin avisaron por donde teníamos que pasar

—¡nos vamos a México señores! —gritaron Alex y Jack al mismo tiempo sin miedo a que alguien los escuchará o juzgará.

En todo el vuelo Alex fue con Estefanía quien tenía su cabeza recostada la ventanilla y Alex en el hombro de ella, llevaba sus auriculares puestos se veía tan relajada.

Jackson durmió todo el viaje y solo se despertó cuando sacudí sus hombros.

Es una piedra cuando duerme.

Al llegar al lugar luego que nos entregarán las tarjetas de las habitaciones todos bajamos a la playa, era un lugar muy lindo para estar encerrado. El sol brillaba intensamente, y el aire salado llenaba mis pulmones mientras caminábamos hacia el mar. La arena caliente bajo mis pies era un recordatorio constante de que estábamos en un paraíso tropical, lejos del estrés del hospital y las preocupaciones diarias.

El arte de sanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora