twenty six

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Capítulo 26 |Emma

Los días pasaban más rápido, quizás era el hecho de comenzar a sentir de más por aquella mujer o simplemente estaba acostumbrada a estar sola. Los días con Estefanía parecían pasar más rápido, hacía que las cosas fueran más fáciles, todo con ella era perfecto y aquello era raro para mí.

Habían pasado dos semanas desde que Estefanía se había recuperado de su enfermedad. Desde entonces, nos habíamos vuelto inseparables. Todas las mañanas, antes de ir al hospital, la pasaba a buscar para tomar un café en nuestro lugar favorito. Estar con ella se sentía tan natural, tan sencillo.

—¿Qué piensas? —preguntó Estefanía una mañana, mientras nos sentábamos en nuestro rincón habitual del café.

—En lo rápido que han pasado estos días contigo —respondí, sonriendo. Estefanía me miró con esos ojos brillantes que siempre lograban desarmarme.

—Sí, ha sido como un suspiro, ¿verdad? —dijo, devolviéndome la sonrisa.

Los días en el hospital también eran diferentes. Jack y Alex notaron el cambio en mi actitud. Había dejado de ser la Emma siempre concentrada y seria para convertirme en alguien más relajada, más abierta. Hasta Jack hizo un comentario sarcástico sobre mi "nueva personalidad", pero sabía que lo decía con cariño.

—¿Quién eres y qué has hecho con la Emma que conocemos? —bromeó Jack mientras preparábamos el quirófano para una cirugía.

—¿un crimen? —respondí, dándole un pequeño empujón en el brazo.

Alex observaba desde la puerta, con una sonrisa cómplice. Sabía que él aprobaba mi relación con Estefanía y, de alguna manera, eso me daba tranquilidad.

El día en el hospital transcurrió con normalidad, aunque no podía dejar de pensar en Estefanía. Quería sorprenderla con una cena especial, algo que pudiera expresar lo que sentía por ella.

Después de la cirugía mientras caminaba con Jack hacia urgencias notamos a Estefanía con los codos apoyados en uno de los mostradores de urgencias por lo cual puse la mano en el brazo de Jack frenándolo y indicando que viera hacia la dirección de Estefanía.

La mujer que me traía volando por el mundo estaba claramente frustrada sobre apoyada en la superficie con una de tus manos sobre el puente de su nariz. Mientras una residente a la cual reconocí como el alma en pena que recibió un pequeño, pequeñito castigo de aquella mujer que quizás era de las mujeres mas felices de aquel lugar.

—¿quién es esa y porque Estefanía la quiere asesinar? —pregunto Jack soltando una risita.

—es la chica de los reportes —dije simplemente y Jack abrió su boca sorprendido. Si bien aquello no había sido algo drástico viniendo de ella era muy sorprendente.

—¿Qué hizo? —murmuro

Dude en decirlo, pero terminé diciéndole —según Estefanía estaban hablando de que ojalá yo estuviera soltera —hable

—¿celos? —pregunto soltando una risa que me hizo fruncir mi ceño.

—¿de que te ríes? —pregunte

—nada, solo es divertido porque lo que esa niña dijo de ti no es ni la mitad de lo que dicen de Estefanía —apretó sus labios, mientras yo me mantenía seria

—¿Qué dicen? —pregunte y él se tenso

—ay, mira, allá va Alex, adiós —dijo mientras se daba la vuelta

—¡Jackson! —grite, pero él ya se había escabullido entre el ajetreo de urgencias.

Aquel grito alerto a Estefanía que rápidamente levanto su cabeza en dirección a mí, y cuando la residente se giró hacia mi dirección Estefanía giro sus ojos con frustración. Lo cual me hizo reprimir una sonrisa.

El arte de sanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora