Capítulo 39| Estefanía
Desde que abrí los ojos el día siguiente de la propuesta, me he sentido como si estuviera en un sueño del que no quiero despertar. Las mariposas en mi estómago no han dejado de revolotear, pero no son las de los nervios o la ansiedad; son las del amor, la felicidad y la anticipación. Hoy es el día en el que voy a casarme con Emma, la mujer que ha transformado mi vida de maneras que jamás imaginé.
Planear una boda no era para nada fácil, creo que subestime de mas a las personas que se casan, es super divertido ir a una boda como invitado pero planearlo y ser la novia era completamente diferente, era algo que no te dejaba pensar, dormir ni siquiera comer algo, pues tu mente trabaja el doble cada ve que siquiera recuerdas el que estas comprometida, probablemente yo lo habría olvidado por completo si no fuera porque la posesiva de Emma compro un anillo para mí también justificándose con el hecho de que no podía ser la única "amarrada".
Con el paso de los días, he aprendido que planificar una boda es un desafío épico. Desde la selección del lugar hasta la elección del menú y la lista de invitados, cada decisión parece estar cargada de significados y expectativas. Emma ha estado increíblemente atenta y comprensiva, pero también muy decidida en sus opiniones, lo cual ha hecho que a veces nos cuestionemos quién está realmente tomando las decisiones.
La mañana del matrimonio, me encuentro en la habitación del hotel donde nos estamos preparando, rodeada de un bullicio alegre. Los amigos y familiares han comenzado a llegar, y el hotel está lleno de risas y charlas emocionadas. Emma estaba en contra de invitar a muchas personas del hospital pues para ella eran personas de ambiente laboral. Pero seamos sinceros fuera de allí no teníamos muchas amistades. Jack y Alex se han convertido en nuestros coordinadores de última hora, corriendo de un lado a otro, asegurándose de que todo esté en orden y ayudando a que todo fluya sin problemas. Verlos tan involucrados y dedicados me hace sentir aún más agradecida, no solo por su amistad, sino por el amor y apoyo que nos han brindado.
Mientras me preparo, miro mi reflejo en el espejo y ajusto mi vestido de novia. Cada detalle, desde los encajes delicados hasta el velo que cae suavemente sobre mis hombros, ha sido cuidadosamente elegido para reflejar nuestra historia y nuestro amor. Me siento emocionada al imaginar cómo se verá Emma cuando me vea por primera vez en este vestido. La anticipación de ese momento me llena de una energía especial.
Finalmente, el momento de salir hacia el jardín llega. El jardín ha sido decorado con esmero, con flores que evocan la esencia de nuestra relación y que brillan bajo el sol. Me siento un poco nerviosa mientras camino hacia el altar, tomada del brazo de Alex, quien es más que un amigo, quien se convirtió en familia a lo largo de los años, los nervios amenazan con hundirme, pero al mismo tiempo, cada paso que doy me acerca a la mujer que amo. Al llegar al final del pasillo, veo a Emma esperándome con una sonrisa que ilumina su rostro y hace que todo el estrés y la preocupación se desvanezcan. En ese instante, todo lo que importa es ella y el amor que compartimos.
Mientras el sol ilumina el jardín con una luz dorada, siento que el mundo se detiene por un momento. Los invitados están en sus asientos, expectantes, y el aire está cargado de una mezcla de emoción y amor. Mis nervios se desvanecen al ver a Emma esperándome en el altar. Ella está radiante, con un vestido que parece haber sido hecho para ella, y su mirada llena de amor y promesas.
Alex me entrega a Emma con una sonrisa cálida antes de tomar su lugar entre los invitados. Con cada paso que doy, mi corazón late con más fuerza, pero también con más certeza. Finalmente, estamos juntas en el altar, frente al oficiante que nos guiará a través de este momento tan esperado.
El oficiante, un amigo cercano de Emma, comienza la ceremonia con palabras llenas de significado.
—Queridos amigos y familiares, estamos aquí reunidos para celebrar el amor entre Estefanía y Emma. Hoy, ellos han decidido unir sus vidas en matrimonio, prometiéndose amor eterno y compromiso. Este es un momento de alegría y esperanza, y estamos aquí para ser testigos de su unión.
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El arte de sanar
Romanceel ajetreado mundo de trabajar en un hospital no es nada fácil. la jefa de urgencias, Emma, se destaca por su habilidad y dedicación. su vida cambia cuando conoce a Estefanía, una cardióloga apasionada por salvar vidas y romper estereotipos, a medid...