Capitulo 12 |Emma
Semanas habían pasado, semanas en las que me dedique en cuerpo y alma a mi trabajó, tenía que sacarme a aquella mujer de la cabeza, aquella pelirroja que últimamente se veía decaída, a pesar de que intentaba mantener su falsa felicidad rodeada de nosotros había momentos en los que sus muros se venían abajo.
Jack y Alex quienes al parecer ahora se gustaban, habían pasado mucho tiempo juntos, obligándonos a ambas a pasar más tiempo juntas del que hubiésemos querido, aun no éramos amigas, pero podíamos trabajar sin querer clavarnos un bisturí una a la otra.
Era fin de mes, por lo que tenía que trabajar en rellenar, reportes, cheques, y una que otra queja de las enfermeras, entre tanto papeleo encontré la primera ficha de Estefanía, la ficha de su primera cirugía en el hospital: 4 meses.
4 meses en los que aquella pelirroja nos había deleitado con su presencia, con sus sonrisas, y uno que otro chiste malo. Las enfermeras estaban felices con ella, no había escuchado ninguna queja sobre ella aparte de las que me daban las voces de mi cabeza cuando hablaba conmigo misma sobre aquella mujer.
Mientras analizaba aquel documento en mi mano, estaba escrito con una perfecta caligrafía, al final de la pagina su firma acompañada de una carita feliz. Aquel simple garabato me robó una sonrisa.
Dos toques en la puerta me sacaron de mi ensoñación. -pase.
Jack entro a la habitación con una gran sonrisa en su rostro hablando una de las sillas hacia el para sentarse.
—¿reportes? —pregunto tomando aquel que segundos antes yo había tenido en mis manos
Asentí con la cabeza —fin de mes, ya sabes
Fue su turno de asentir.
—¿Dónde estabas?, no te había visto —anuncié, su mirada se elevó hacia mi y su rostro pareció tomar un tono mas rosa
—estaba con Alex —simplifico
—no quiero homosexualidad es en mi piso de urgencias —dije señalando lo con un dedo.
Jack rio —claro.
Nos quedamos hablando de las quejas de las enfermeras un rato, mientras el robaba de los dulces que guardaba en mis gavetas.
Jack se quitó la bata y se recostó en el respaldo de la silla, fue allí cuando lo noté, en su cuello brillaba una cadena dorada, quise no tomarle importancia, pero aquella inicial llamo mi atención.
—¿Qué es eso? —pregunte apuntando a su cuello
—un collar, tonta, ¿no ves? —contesto obvio.
—ya se imbécil, pero porque la "E", ¿tanto me amas? —dije aún sin quitar mis ojos de ella.
—oh, si, si te amo, pero no es por eso. —dijo llevando su mano hacia la parte trasera de su nunca.
Desabrochó el collar, y cuando se lo quito lo extendió hacia mi. Junto a aquella inicial un corazón, no era un corazón normal como el de los dibujitos, era la figura de un corazón real, un corazón humano —¿Estefanía? —pregunte y el asintió. Era de Estefanía, el corazón ahora tenía sentido.
—es linda —dije pasando mi pulgar sobre la inicial
Jack sonrió —¿ella o la cadena?
Me tense —la cadena.
Al ver cómo la sonrisa de Jack no se borraba de su rostro carraspee con la garganta y extendió aquella pieza hacia el.
—quédatela, se la robamos con Alex, es menos posible que piense que la tienes tu —dijo y yo negué con la cabeza
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El arte de sanar
Romanceel ajetreado mundo de trabajar en un hospital no es nada fácil. la jefa de urgencias, Emma, se destaca por su habilidad y dedicación. su vida cambia cuando conoce a Estefanía, una cardióloga apasionada por salvar vidas y romper estereotipos, a medid...