My Delirium

16. Sin palabras

Desperté por un fuerte ruido.

Aún no salía el sol por lo que me levanté lentamente para ver qué ocurría.

Eché un vistazo a la cama de Jack, la cual estaba vacía y desordenada.

Salí de la habitación, algo preocupada por la ausencia de Jack, encontrando a más gente merodeando por el pasillo, todas siguiendo el ruido que provenía del primer piso.

Si Jack tenía algo que ver en esto...

Ni siquiera terminé mis pensamientos mientras avanzaba más rápido que los demás hacia el ruido.

Bajé las escaleras y entré al comedor.

Todas las mesas de éste estaban corridas hacia un lado y no había que adivinar quién las estaba corriendo.

Jack empujaba las mesas con una furia indescriptible. Clain y Alex estaban a su lado ayudando a este idiota.

Indecisa de entrometerme decidí hacerlo porque sino nadie lo haría.

Caminé hacia ellos mientras me recordaba por qué lo hacía, sin encontrar explicación alguna.

Mientras más me acercaba, Clain y Alex se dieron cuenta por lo que dejaron de ayudar a Jack y se fueron al otro lado del comedor.

Me coloqué al lado de Jack apenas llegué a él, y levanté los brazos.

-¿Qué estás haciendo?- dije confundida y molesta, me despertó.

Jack se percató de mi existencia a su lado y dejó de empujar la mesa. Miró hacía los lados buscando a sus amigos mientras maldecía en voz baja.

-Estoy remodelando el comedor, cariño.

-No me digas cariño, cariño.

Su cara daba pena, pero de todos modos me dedicó su maldita sonrisa, y su aliento a alcohol se sintió a kilómetros.

Se veía destrozado e inestable. Su cuerpo se comenzó a ir hacía delante, lo atrapé en dos segundos mientras lo volvía a poner en equilibrio.

-Jack- hablé lentamente -. Ve a dormir.

Él cerró los ojos y comenzó a negar con la cabeza.

-No quiero dormir solo.- susurró mientras volvía a echarse hacia delante.

Lo volví a sostener mientras pasaba su brazo sobre mis hombros y sujetaba su cinturón.

-Tranquilo, Jack. No estás solo.

Él río por lo bajo mientras se desvanecia con cada paso que daba.

Subir las escaleras fue un verdadero reto. Lo tuve que arrastrar con otro tipo que se acercó a mi y lo llevamos hasta el dormitorio.

-Gracias- le dije, agotada.

El tipo sonrió y levantó los hombros.

-No fue nada - respondió - Soy Scott.

Extendió su brazo.

-Kylie- respondí estrechando su mano.- Gracias- volví a repetir.

-No te preocupes- dijo divertido- Nos vemos, Kylie.

Bueno, eso fue extraño, fue tan extraño que ni siquiera lo quiero volver a ver.

Salió de la habitación cerrando la puerta dejandome a Jack.

-Deja de coquetear- dijo, su voz amortiguada por la almohada en su boca.

Negué con la cabeza mientras caminaba hacia mi cama y me metía en ella.