27. Arena por doquier

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-Lo siento. -pronunció riendo bajo por el otro lado de la línea- Estaba sacando el óleo de mis manos.

Me estremecí.

-Quiero pagar el favor hoy mismo.

-Ya te he dicho que eres rápida ¿verdad? -rió un poco más fuerte. -Dejá vù.

Rodé los ojos.

-Sabes qué... -la idea de estar quieta un largo rato ya no me agradaba mucho... Y menos que durante todo ese rato Noel me esté observando.

-Voy en camino. Te veo en 5 minutos.

Y colgó.

Miré la pantalla de mi teléfono para estar segura de que había cortado la llamada.

Si, había cortado.

Suspiré y miré a mi alrededor. Matt estaba en las canchas de fútbol jugando con otros. Y Jack estaba caminando hacia él.

¿¡Qué!?

Por favor, Noel, llega rápido.

Seguí mirando a Jack hasta llegar a Matt y cruzar unas palabras con él. Matt lo miró confundido y después su expresión cambió a enfado.

El sabía que iba a hacer algo. Y que tenía una razón para no decirlo.

Lo último que ví fue que ambos salían de la cancha de fútbol con una dirección.

Y creo que esa dirección era yo.

Aceleré el paso hacia el estacionamiento cuando escuché de lejos a mi hermano.

-¿Has visto a Kylie Blaine? -me volví dos segundos para ver que le preguntaba a todos los del campus, al igual que Jack.

Demonios.

Esto en serio me ponía de los nervios. Cuando Matt no estaba yo no mandaba a buscarlo como si se me hubiera perdido un perro. Si él tenía libertad por qué yo no.
Con esa frase en la cabeza continúe con mi camino hasta llegar al auto de Noel.

Sonreí triunfante.

Matt no me diría qué hacer ni con quién. Y menos Jack.

Subí al auto y encontré a un felíz Noel.

No sé por qué pero confiaba ciegamente en él.

-Arranca- dije mirando por el espejo trasero.

Sabía que Matt no me seguiría pero con Jack no estaba segura de nada.

Noel salió del estacionamiento sin decir una palabra mientras yo continuaba con la vista en el espejo.

Hasta que ví lo que no quería ver: Jack miraba fijamente el auto.

Dejé de mirar y volví la vista hacia Noel.

-Yo también estoy felíz de verte. - dijo con una sonrisa de lado.

-Hola- lo saludé mientras cerraba los ojos y ne recostaba en el asiento. El sol me golpeaba la cara pero se sentía agradable.

Si, soy masoquista.

-No sé qué mierda pasó ahí recién -habló Noel- Pero ¿estás bien?

Abrí los ojos. Mala idea, Kylie. El sol me dejó la vista borrosa. Genial. Volví a cerrarlos fuertemente.

-Sí, estoy bien. ¿En qué debo ayudarte? - cambié de tema.

Noel sonrió.

-Me han pedido un cuadro en la playa, así que...

My DeliriumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora