A las 10 en punto estábamos en el aula esperando las instrucciones del maestro.
Jack se había sentado a mi lado y no dejaba de tirar mechas de mi cabello y pellizcar mi brazo.
-¡A la próxima que lo hagas te dejo sin herencia ¿entendiste?!
Jack levantó las manos y se echó a reír.
-Relájate o tendremos que colocarte una camisa de fuerza al llegar.
Golpeo su brazo justo cuando el maestro entra en el aula.
-Bueno, muchachos, basta de violencia por allá atrás.- Nos apunta con el dedo y me encojo un poco en el asiento.- Los buses están listos. Recuerden que esto no es un viaje, es una calificación por lo que quiero, y espero, que se comporten y reflejen todos sus estudios en este mes. Vamos.
Buses. Me tensé un segundo. Alejé los malos recuerdos y seguí.
Los demás comenzaron a salir y al ver que Sean y Gwen ya no se encontraban en el aula apresuré a Jack para poder alcanzarlos.
Al llegar a los estacionamientos hice la fila, con Jack detrás de mí, para subir a los buses, esperamos unos 5 minutos hasta que logré subir y al girar para ver a Jack me encontré con las puertas cerradas.
-¡Eh!- dije golpeando un poco el vidrio de la puerta y llamando la atención de Jack.
-El autobús está lleno, chica. Tu novio tendrá que irse en el autobús de atrás.- me habló el conductor.
Fruncí los labios al escuchar la palabra novio, pero lo dejé pasar y volví a girarme hacia Jack. Aunque él ya no se encontraba allí. Debe de estar en el bus de atrás.
Subí los dos peldaños que tenía el bus y caminé hacia el primer asiento que ví. Pero al intentar sentarme, la chica que estaba al lado colocó su bolso en el asiento libre. Y lo mismo pasó con dos asientos más. Vaya, pero qué autobús más lleno.
Genial. De vuelta a la escuela. Creí que al salir de ella la vergüenza por ir en autobús se iría también. Pero no. La gente seguía ocupando sus asientos para que no me sentara con ellos.
Agarré con fuerza mi bolso y caminé hasta el fondo en donde no había nadie.
Por un segundo deseé con todas mis fuerzas que Jack estuviera conmigo y no en el otro autobús.
Me senté en la ventana y miré por ésta hasta recordar todos los malos ratos que pasé en la preparatoria. Las burlas de los demás volvieron a mi mente y me cegaron durante unos segundos hasta que volví al presente con una lágrima en mis ojos.
Y ese mismo instante el autobús de Jack pasaba a nuestro lado, adelantándonos. Y para rematar el idiota estaba apoyado en la ventana ligando con la morena que tenía delante. Levantó la vista y al verme, la sonrisa se le esfumó de forma instantánea.
Me sequé las lágrimas rápidamente pero no lo suficiente como para que Jack no las viera.
Se levantó de su asiento y leí sus labios decir Kylie mientras golpeaba el cristal con el puño y una cara entre enojado y asustado.
Cerré los ojos y tapé mi rostro con el brazo para que, ni yo pueda ver a Jack, ni él a mí.
Que se preocupara por mí de esa forma me llegaba al alma y no pude contener un sollozo.
Me coloqué los audífonos y escuché la radio con los ojos cerrados hasta casi caer dormida. El viaje fue de unos 40 minutos y cuando llegamos me sentí un poco mareada con el brusco movimiento que hizo el conductor para frenar el autobús. Me levanté del asiento al igual que los demás y fuimos bajando uno por uno. Por supuesto que fui la última en bajar y al hacerlo me dí cuenta de que Jack estaba frente a mí con gesto preocupado.
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My Delirium
Teen FictionKylie: la chica simple pero llevada a su idea, esa que sigue las normas que la llevarán al éxito del que una vez la alejaron. Conclusión: Imperfectamente perfecta. Jack: el chico sexy, complejo, que sigue la corriente de la vida, arrogante, petulant...