21. Compañera.

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#Kylie.

-Aunque me encantaría saber por qué mi prima está en tu cama, me mata no saber por qué tú estás en la mía. - susurró suavemente Jack en mi oído, con su mañanera voz, grave y profunda que hizo que me cosquillearan los brazos.

Aún tenía su brazo sobre mi cintura cuando comencé a hablar. Y yo estaba demasiado adormilada como para pelear con él en este instante por ello.

-Ayer hicimos... una pequeña broma- dije con los ojos cerrados-. Y ahora nos buscan por venganza.

Me reí en la ultima parte y decidí abrir los ojos levemente.

-¿Quién?- dijo Jack, ahora serio.- ¿Qué hicieron?

Tragué saliva. Era hora de esquivar el tema.

-La cosa fue que Zoe llegó apenas te dormiste y se adueñó de mi cama en medio minuto, y sus patadas casi me fracturaron las piernas, por lo que decidí sobrevivir y dormir contigo.

Sonreí, pestañeando exageradamente.

-Buena decisión, las patadas de mi prima son peligrosas- dijo Jack, sonriendo de lado.- Quién fue, no evadas mi pregunta.

Lo miré silenciosamente durante unos minutos, debatiendome entre decirle o no. Al menos ahora no tenía nada que perder si le contaba.

-Brianna- dije finalmente.

Jack echó la cabeza hacía atrás y suspiró.

-Y ahora qué le hicieron.

Lo miré sorprendida.

-¿Nos estás culpando?- dije escéptica.

-Claro que sí- dijo Jack-, apuesto que no les hace nada.

Fruncí el ceño recordando su comportamiento conmigo.

Oh, claro que no me hace nada.

-Le falta un tornillo a tu angelito- le espeté mientras intentaba levantarme.- Y a ti también si te da por defenderla.

Jack presionó más sobre mi cintura haciendo que vuelva a recostarme.

-Basta- dije, mientras veía a Zoe, quien seguía durmiendo de espaldas a nosotros.

-No- dijo suave en mi cabello.- Me gusta tenerte aquí... así.

Me echó una mirada descarada por el cuerpo cubierto con mi ridícula camiseta gigante que usaba como pijama.

-Eres un cerdo- dije negando con la cabeza, respirando con dificultad.

Jack fue bajando su mano delicadamente por mi cadera y mi muslo. Se me cortó la respiración. Él sabía exactamente lo que hacía.

-Te encanta,¿no es así? - dijo bajando aún más.

¡¿Pero qué demonios me está pasando?! Intenté responderle pero Jack volvió a susurrar.

-No lo niegues, Kyls, sabes que te gusto.

Y eso me despertó del trance en el que estaba.

Aparte su mano con un golpe y me levanté rápidamente con dirección al baño. Sus asquerosas manos con más bacterias que un baño público me habían acariciado... Y prácticamente me serví en bandeja de plata ante él.

-Idiota- me dije al mirarme al espejo y de paso decírselo a Jack, también, mientras me metía en la ducha.

******

Viernes, por fin, y por un problema externo, con clases hasta las 15:00.

El exámen estuvo ridículamente fácil. Terminé en 20 minutos y volví a mi asiento. Sentí un jalón en mi cabello y me volví brusca pero sigilosamente hacia atrás para que el maestro no me viera.

My DeliriumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora