My Delirium

31. Cabreados

#Jack

Había transcurrido una semana y aún tenía un moratón del tamaño de una manzana en la mandíbula.

Digamos que lo he escondido bastante bien, incluso de Brianna.

Pero de Joe...

-Hijo de puta- me espetó.- Kylie tiene todo el derecho a querer quemarte como a esas brujas antiguas. Eres un maldito, Jack.

Cerré los ojos. De él no.

-Me basta con el odio de Kyls. Además que el tuyo me importa una mierda.

Joe se levantó del asiento en el que estaba y me sujetó justo en donde tenía el moratón.

Oh, mierda. Duele.

-Kylie te importa una mierda. Eso es lo que le hiciste creer.

Me levanté y lo empujé fuertemente hacia atrás, haciendo que se tropezara.

-Dilo de nuevo y te quedas sin dientes ¿me oyes?

Joe suspiró con ira.

Unos pasos se escucharon detrás de mí y al darme la vuelta para ver quién era el entrometido sentí un pequeño pero poderoso puño en mi ojo derecho y vi (bueno, técnicamente no ví absolutamente nada) todo negro durante diez segundos.

Genial. Por lo menos tendría un ojo que combinaría con la mandíbula.

-Eres un idiota. Uno de verdad. Aún me cuesta creer que sigas con Brianna para ver si le puedes sacar los últimos celos, que ruegas, que tenga Kylie. - me gritoneó Zoe con la voz rota.

-Cállate.

-¡No!- dijo- Tú cállate y escucha. Mi mejor amiga no me habla desde hace más de una semana y ahora me entero por Matt que se ha estado quedando en su dormitorio porque tú le hiciste algo que no la hace hablar ni con su propio hermano. Ahora dime, querido primo ¿cómo te sentirías si yo fuera Kylie y te enteraras que un idiota elevado a la raíz de 7 me tendió la mano para tomarme y jalarme del cabello?

Apreté los puños.

-Basta, Zoe.

-No- volvió a decir mientras se colocaba aún más cerca de mí.- No tengo idea de lo que realmente le hiciste pero te juro que si hiciste algo para lastimarla a propósito te las verás conmigo, Jack. Ya despierta de tu estúpida burbuja y toma consciencia de que tus acciones sólo están haciendo que lastimes a más personas. Que tus padres hayan muerto cuando tenías 18 no significa que debas tener esa edad por siempre. Madura, niñato.

Cerré los ojos. Ella tenía razón.

-Hoy voy a tu casa a cuidar de los chicos. - dijo algo más calmada- No quiero que molestes.

Asentí.

Zoe soltó una risa nerviosa.

-Espero que Brianna valga la pena lo que hiciste, porque es con lo único que te estás quedando.

Auch. Eso sí que dolió.

Zoe se fue por donde vino, dejándome a solas con Joe.

-Zoe tiene razón- dijo mientras se sentaba nuevamente.

Nos quedamos en silencio un tiempo infinito hasta que no lo soporté más.

-No...no tienes ni idea de lo que es llegar al dormitorio y no verla estudiando sobre su cama- dije con los dientes apretados.

Coloqué mis manos detrás de la cabeza y miré hacia el cielo.

-Pues repáralo- dijo simplemente- Porque debo decirte que tu eres el único que puede traerla de vuelta. Y deberías comenzar con deshacerte de Brianna.