My Delirium

28. Novia

Después de que los amigos de John se fueran, bajé a la cocina y saqué unas zanohorias para comer.

El auto de Jack seguía ahí y me ponía nerviosa el saber que estaba Brianna con él. Jack salió del auto, al igual que Brianna pero después de convencerlo de algo, supongo, ella subió al auto, esperando que él hiciera lo mismo.

Y yo esperaba que no subiera.

-Pensé que Jack se quedaría con ustedes...- dije mientras lo veía subirse nuevamente al auto. Genial.

Éste idiota me había dejado cortando zanahorias mientras él se iba de fiesta. Y claro, John se comía todos los trozos como si fuera la última vez que comiera zanahorias.

- Jack no nos cuida el 100% desde que cumplí 13. Tuve que aprender a cambiarle los pañales a Queen porque Jack no quería hacerlo.

Fruncí en ceño. Vaya hermano.

-Ni siquiera sé por qué estuvo el fin de semana anterior,- continuó- él nos deja con Zozo mientras se va a follar por ahí.

Mordí mi labio. Esto era algo profundo en lo que no quería entrometerme.

-No... digas esa palabra frente a tus hermanos- le regañé mientras observaba a los pequeños jugar en la alfombra de la sala de estar.

Les había dicho que bajaran a jugar después de que limpié el desastre de John y su pandilla. Y ahora como eran un poco más de las 9 pm. sería genial que alguién les dé de comer a estas bestias.

John rodó los ojos y siguió comiendo las zanahorias que cortaba en cubos y dejaba en un plato.

-No creo que me escuchen de todos modos.

Sonreí.

-Sienta a tus hermanos, ya casi termino.

-Lo que diga, jefa.

No pude evitar mirar el lugar en el que estaba el auto de Jack, ahora vacío.

-Oye, Kylie- habló John. - Estamos reparando una cañería que pasa por sobre la habitación de invitados y está terrible así que tendrás que dormir en el sofá o en la cama de Jack. No creo que llegue esta noche.

Asentí. Demonios.

Saqué leche del refrigerador y les serví a todos, incluso al mareado de John...Aunque zanahorias y leche se escuchaba asqueroso.

Tomé a Queen y le dí en su biberón.

-¿Por qué tienes arena por todos lados? - pregunto John riéndose de mi. - No me digas que te echaste un polvo en la playa.

Lo miré agotada y más roja que un tomate radioactivo.

-¿Qué es echar un polvo? - preguntó Rose.

Oh, mierda. John y yo nos miramos.

-Es... cuando... haces guerras de arena en la playa.- le expliqué a Rose algo nerviosa.

-¡Yo quiero echar un polvo!- habló Rose.

-¡Uy! Lo siento, hermosa, pero esos son juegos para gente mayor. John no puede jugarlo, ni yo tampoco.

John me miró con cara de subestimación.

-Sí, Rose. Kylie tampoco.

Maldito hermano de Jack ¡No me eché un polvo, estúpido!

Miré a John con cara de "quiero asfixiarte lentamente" y este se aguantó la risa.

Todos terminaron las zanahorias y los mandé a dormir de inmediato.