32. Cortes.

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Idiota.

Idiota.

Idiota.

No él. Yo.

Incluso me sorprende la increíble inteligencia que usó Jack para que cayera en cada una de sus mentiras.

La verdad, es envidiable.

Agarraba toda mi ropa con odio y la lanzaba con fuerza dentro de un bolso de Matt.

Iba a volver. Aunque no sé exactamente por qué. O por quién.

Negué fuertemente.

Soy una estúpida.

Subí el volumen de la música y despejé toda la habitación de mis cosas.

El compañero de Matt debió cambiarse de dormitorio para que yo me quedara aquí. Sabía que fue egoísta de mi parte pero hace una semana no tenía ni idea de lo que iba a hacer conmigo.

Al menos él volvería a la normalidad. Yo tendría que enfrentar al mentiroso y manipulador de mi compañero durante quién sabe cuánto.

Tenía todo listo cuando escuché la puerta abrirse y ver a un cansado Matt con ojeras.

-Hola, mocosa.

Me saqué los audífonos y rasqué mi brazo por detrás de la espalda.

-Voy a volver a mi dormitorio.- le solté. Sí, buen saludo, Kylie.

Matt me miró fijamente durante unos segundos.

-Disculpa, creo que el estudio afectó mi tímpano. ¿Podrías revisarlo?- dijo mientras se agachaba frente a mí y acercaba su oreja a mi cara.

-¡Eh!- le empujé.- No es lindo ver oídos sucios, la verdad.

Matt bajó los hombros.

-¿Qué pasa, mocosa?- se escuchaba herido- Prefiero que te quedes aquí, conmigo. Donde pueda protegerte.

Incliné levemente mi cabeza hacia un lado.

-Tengo casi 20 años, creo que puedo elegir en dónde pasar las noches- le dije con un sonrisa.

-Al menos quédate hasta mañana.

Lo pensé. Sí, talvez sería lo mejor.

-Lo haré.

Matt suspiró fuerte.

-Ahora dime qué pasó la única hora en la que salí del dormitorio.

Me rasqué el cuello de una forma algo dolorosa.

-Es una larga historia que resumiré en pocas palabras. Jack vino a disculparse.

Matt soltó un bufido.

-¿Y si yo me disculpo te quedarás?- preguntó triste.

Demonios. Esto me hacía sentir peor.

-Debo reparar cosas en mi vida. Y una de ellas tiene que ver con Jack.

-¿Y qué se supone que él puede reparar y yo no?

Mis labios se convirtieron en una fina línea.

Mi corazón.

****************

Abrí lentamente la puerta, empujándola con la cadera para que el bolso de Matt entrara también.

Jack debía de seguír en su casa porque no estaba en la habitación.

Suspiré aliviada.

Suertuda, habló mi yo interior.

My DeliriumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora