My Delirium

20. La arveja tiene la culpa, no yo.

#Kylie

-Tus manos me han hecho sudar- dijo Jack mientras caminaba a mi lado.

Le lancé una mirada llena de odio. Y éste qué se cree.

-Pues mis puños te harán llorar.

Rió. Y ese sonido saliendo de sus labios me estremeció.

-Me gustaría ver eso.

Después de tomar mi mano para alejar a Mason fuimos por un café y ahora estábamos sin rumbo por el campus. Genial.

-Algún día patearé tu culo tan fuerte que...

Jack me agarró de los brazos mientras aparecía su estúpida sonrisa.

-¿Y qué estás esperando?

Me solté de el fuertemente, dí media vuelta y caminé mucho más rápido de lo que quería.

-¡Vamos Kyls! ¡Patea mi culo!

Levanté mi dedo medio mientras me daba la vuelta sin dejar de caminar, ni loca me perdía su cara.

-¡Que te den, idiota!

Y con una gigantesca sonrisa me volví y seguí mi camino. O eso quería, porque al girarme choqué fuertemente con un cuerpo conocido.

-Mocosa...- dijo Matt dejando la frase en el aire.

Oh, no. Sentí un brazo posándose en mis hombros.

-Mocosa...- dijo Jack detrás de mi, reprimiendo una carcajada.
Idiota.

Matt entrecerró los ojos hacia Jack.

-¿Tienes algún problema con ella?

Sentí a Jack relajar su agarre de mi hombro, titubeando. Pero al segundo se estrechó aún más a mí. Esto será más incómodo de lo normal.

-La verdad es que si, amigo. Sabes... ella me debe una camiseta nueva.

-Oh, mi Dios- dije llevando mi mano a la cara.

Matt frunció el ceño, me miró y volvió a Jack.

-Ya la pago yo.

-Matt....- comencé a decir pero me guiñó un ojo y sacó su billetera.

Jack sonrió satisfecho.

-Te odio.- le susurré mientras empujaba con furia su brazo.

Se rio.

-¿Cuanto te debe?- preguntó Matt.

-300 billetes.

Me quedé de piedra. Lo miré con horror.

-¿Qué?- le grité a Jack, lo que hizo Matt también.

Jack sacó su estúpida sonrisa y me miró directamente a los ojos.

-Lo repetiría, preciosa, pero sé que tu oído lo ha escuchado bastante claro.

-Espera, ¿qué?- dije nuevamente mientras colocaba mi mano en mi oreja-, se rompió mi tímpano en el instante que dijiste preciosa- dije frunciendo los labios, haciendo un puchero.

Jack se acercó demasiado a mí y susurró en mi oído.

-Vuelves a hacer eso, y perderé todo mi control sobre tus labios.

Me volví lentamente hacia él con los ojos bien abiertos. Antes de poder decir o hacer alguna estupidez, caminé hacia Matt y lo miré.

-Esta jugando, de verdad, que no le debo una mierda.