17. Memoria Inutil

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Dejó una botella de tequila frente a los tres. La fuerte música me rompía el tímpano y no entendía lo que Jack decía.

-¿¡Qué!?

Jack movió las manos y le habló a Alex, éste asintió y se fué.

Al rato volvió con tres vasitos.

-¡A disfrutar, nena!- gritó Alex mientras abría la botella y nos servía del líquido.

-¡Un brindis!- gritó Alex a todo pulmón mientras se subía sobre la mesa, captando la atención de todo el recinto.-¡Por mi nueva amiga!

Me señaló con el índice haciendo que todos giraran su cabeza para mirarme.

Yo simplemente reí y elevé mi vaso para brindar.

Se oyeron unos silbidos y ese tipo de cosas, si no hubiera tomado unas copas antes no estaría tan feliz y relajada como ahora.

Todos levantaron sus vasos y nos lo bebimos rápidamente para seguir con la fiesta.

Alex bajó de la mesa y volvió a su sitio mientras servía otra ronda.

Y así hasta terminarla.

Jack se había ido a bailar hace un rato y Alex le siguió un tiempo después por lo que estaba sola, así que me levanté y cuando no sentí que el recinto completo daba vueltas caminé hasta la barra.

-¡Guau! ¡Te ves algo mal, Kylie!

Sonó una aguda voz detrás de mí por lo que me giré y me encontré con Brianna.

Una Brianna embutida en un vestido, o mejor dicho camisa, verde claro de lentejuelas. Horror frente a mis ojos.

Y pensé; Dios ¿por qué eres tan malvado a veces?

Sonreí petulante.

-Tú si que ves mal, Brianna.

Sus pechos sobresalían deliberadamente de aquel pobre vestido, y sus caderas se veían más grandes de lo normal.

Con normal me refiero a simplemente un ser humano.

Rodé los ojos, ya cansados, y volví mi vista a la barra.

-¡Qué pasa Blaine!- insistió - ¿¡Es que te aburriste de golpear a Jack!?

Me dí la vuelta lentamente para evitar los mareos y mirarla directamente a los ojos.

-¡Si! - contesté gritandole rápidamente. Si le comenzaba a llevar la contra ella conseguiría lo que quiere- Ahora te toca a tí.- Hablé por lo bajo girando de nuevo hacia la barra.

-¿Qué dijiste, niñata?- me espetó tomando mi brazo entre su mano y tirando fuertemente de éste.

Tropecé con mis pies pero, por suerte, no alcancé a besar el suelo.

-¿¡Qué mosca te picó ahora!?- le grité.

Ella se acercó más a mí y me susurró al oído.

-Es mío, y si te cruzas en mi camino haré que te arrepientas. El marcador va a mi favor, querida.

Alejé mi cabeza de la suya y la miré asqueada.

-Si quieres te lo regalo- dije mientras daba media vuelta y comenzaba a caminar.

Pero algo me detuvo, mi lengua ardía por no dejarla decir lo que quería, por lo que me volví hacia Brianna y le apunté con el índice.
-Ni se te ocurra intentar amenazarme, "querida"- dije imitando sus palabras.- Porque aunque te hayas acostado con Jack todos los días desde que llegó aquí, soy yo su compañera de habitación. Y te aseguro que puedo dar vuelta tu marcador.

My DeliriumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora