My Delirium

6. Algo dormida

El despertador sonó y abrí los ojos como pude. Sentía un terrible dolor en la cabeza.

Me levanté lentamente y caminé hasta el baño, las baldosas estaban frías asi que salté hasta entrar en la ducha. Después me arrepentí, claro, toda la habitación comenzó a dar vueltas por lo que me senté en la bañera y me duché con agua fría.

Cuando pasó la jaqueca abrí el agua caliente y me quedé bajo el chorro.

La puerta se abrió de golpe y Jack, todavía algo dormido, entró en la bañera.

Grité como nunca lo había hecho y lo único que logré hacer fue taparme con la cortina de baño mimntras el idiota sonreía como siempre.

-¡Fuera!- le grité mientras le tiraba la barra de jabón en la cara.

Jack abrió los ojos de golpe y se llevó la mano a la nariz.

-¡Demonios!- dijo saliendo de la ducha.

Cerré las llaves de agua, tomé la toalla que había al lado de la ducha y salí a toda prisa al armario.

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Las primeras clases fueron solo recordatorios sobre la célula, por lo que fue fácil.

Al llegar la hora de almuerzo me encontré con Zoe y nos sentamos juntas en una de las mesas cerca del ventanal.

El día estaba parcialmente nublado y corría una brisa fría, recordando que el otoño se acercaba.

Conversé con Zoe todo el almuerzo y cuando acabamos me despedí de ella y comencé a caminar hacia mi dormitorio, tenía una hora libre.

Me coloqué los audífonos y comencé a escuchar música a todo volumen.

La herida de mi espalda estaba mejor y no me dolía a menos que hiciera mucha fuerza.

Mientras más me acercaba al Edificio Este menos gente se veía en el campus.

Llegue a la puerta principal y subí las escaleras. Abrí la puerta del dormitorio y directamente pasé al armario a buscar una chaqueta.

Me la coloqué y, peinando mi cabello en una cola alta, sali dirigiendome hacia la puerta del dormitorio. Hasta que un movimiento por el lado imzquierdo me hizo parar.

Me saque el audifono horrorizada mientras Jack se encontraba, en pleno acto, sobre una chica en MI cama.

-Oh. Por. Dios- dije totalmente asqueada.

-¡Jack!- grito la chica mientras lo alejaba y me apuntaba con el dedo.

Jack se dió la vuelta y al verme se puso rápidamente unos calzoncillos y le pidió a la chica que se vaya.

Cinco minutos después la chica se había ido. Apenas se cerró la puerta miré a Jack.

-¿¡Pero qué mierda!?- le grité a Jack.

-¿¡Qué!?

Respiré profundamente y exhalé trantando de tranquilizarme.

Fui hasta la cama y tiré de las sábanas sacandolas del colchón.

-Tú vas a lavar mis sábanas- dije amenazadora mientras se las pasaba.

Jack aturdido las tomó y después sonrió.

-¿Estabas mirando?- preguntó burlón.

Y mi paciencia se esfumó.

Salté hacia él botándolo al piso y dandole un fuerte puñetazo en la mejilla. Él se exaltó por mi reacción agresiva, y, cuando le iba a dar otro puñetazo, me agarró la mano doblando mis dedos. Resoplé de dolor y caí de rodillas. Se levantó y después me arrastó aún apretando mi mano por lo que, con la otra mano, le agarré el cabello. Jack se agachó de dolor quedando a una altura menor a la mía.