7. Una taza de café

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Me levanté apenas sonó mi despertador y caminé hacia el baño. Jack seguía durmiendo por lo que me bañe rápidamente y me lavé los dientes. Me vestí con unos jeans azules, una polera floreada, una chaqueta larga verde, mis converse negras y un pañuelo café claro en el cuello.

Agarré mi bolso, mi teléfono y mis llaves y salí.

Pasé por la cafetería a desayunar algo, y al terminar fui a clases. Llegué 10 minutos antes por lo que, siendo la única, entré en el aula y me senté en la segunda fila.

Abrí mi libro y comencé a repasar la materia, cuando sentí que alguien se sentó a mi lado.

Me paralicé, me volví lentamente hacia el tipo sentado al lado mio y lo miré confundida. Tenía el cabello castaño, de piel blanca, los ojos claros y era alto.

-¿Si?- pregunté dudosa.

-Hola- dijo sonriendo- ¿cómo estás?

Evadí su pregunta.

-¿Y tú eres...?

-Yo estoy bien, gracias por preguntar- dijo sarcásticamente.

-Lo siento- dije automáticamente, y al instante me arrepentí. Moví la cabeza- ¿Tú eres...?

-Oh "Lo Siento"- dijo burlón por lo que puse cara de pocos amigos.

El tipo sonrío divertido y después extendió su brazo.

-Mason Drutt.

- Kylie...- dije estrechando su mano.

-Blaine, lo sé.

Pero qué...

-Conozco a tu hermano, habló de tí una vez.

Asentí con la cabeza procesando lo que había dicho. Matt hablaba de mí. ¿Qué? Por Dios.

Matt siempre fue el orgullo de la familia.

Yo no.

Yo era un desastre, sacaba malas calificaciones, por lo que nunca me dieron tantas esperanzas como a mi hermano. Pero cuando recibí mis resultados para entrar a la universidad nadie esperó que pudiera entrar a medicina.

Mi madre me convenció a duras penas de estudiar medicina pero yo quería estudiar otra cosa, tal ves leyes, o ser historiadora. Aunque en biología tampoco me iba mal.

-¿Y estás en esta clase?- pregunto.

Mason se levantó e hizo una reverencia.

-Futuro Doctor Drutt.

Ahhh, un fanático de medicina.

-Guau- dije tan emocionada como una piedra, y volví a leer el libro.

Mason se echó a reír y la gente comenzó a llegar. Se sentó a mi lado y esperamos en silencio que el profesor llegara.

Cuando comenzó la clase todos quedamos en silencio. Saqué mi cuaderno y comencé a tomar apuntes.

-¿Te gustaría ir a tomar un café cuando esto acabe?

Lo miré y negué con la cabeza sonriendo.

Tocaron a la puerta unos diez minutos después, el profesor habló con alguien, y después entró con muchos papeles ordenados en las manos. Eso sólo significaba una cosa...

-Examen Sorpresa- dijo el profesor mientras entregaba los papeles.- Su primera calificación nos hará saber si hay algún dotado entre ustedes.

El profesor terminó de entregar los papeles y comenzó el examen.

My DeliriumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora