La mañana que entré por primera vez a las relucientes oficinas de Alexander Stone Enterprises, sentí una mezcla de emoción y nerviosismo. Era mi primer día como secretaria en una empresa de renombre, y sabía que debía causar una buena impresión desde el principio.
El vestíbulo estaba lleno de actividad cuando llegué. La luz del sol se filtraba a través de los altos ventanales, iluminando el mármol pulido del suelo y los elegantes muebles que adornaban el espacio. Era un ambiente imponente, pero me sentía decidida a enfrentar el desafío que tenía por delante.
Me acerqué a la recepción, donde una mujer elegante me sonrió amablemente. - ¿Puedo ayudarte? - preguntó con voz suave.
-Soy Emily Waters, la nueva secretaria-, respondí con una sonrisa nerviosa. -Estoy aquí para conocer al señor Stone.
La recepcionista asintió y revisó su agenda. -Por supuesto, el señor Stone está esperándola en su oficina. Suba por el ascensor hasta el piso 27 y siga las indicaciones.
Con un nudo en el estómago, me dirigí hacia el ascensor y presioné el botón correspondiente. Mientras el ascensor ascendía, repasé mentalmente todo lo que había aprendido sobre mi nuevo jefe. Alexander Stone, un hombre poderoso y exitoso, conocido por su enfoque implacable en los negocios y su habilidad para tomar decisiones difíciles.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, me encontré frente a una puerta de cristal con las letras Alexander Stone - CEO grabadas en ella. Tragué saliva y respiré profundamente antes de golpear suavemente.
-Adelante - escuché una voz profunda y autoritaria desde el interior.
Empujé la puerta y entré en la oficina de Alexander Stone. El espacio era impresionante, con una gran vista de la ciudad desde las ventanas que dominaban una pared entera. El escritorio de Alexander estaba impecablemente ordenado, y él estaba sentado detrás de él, revisando algunos documentos.
- ¿Eres tú la nueva secretaria? - preguntó sin mirarme, concentrado en su trabajo.
-Sí, señor Stone. Mi nombre es Emily Waters- respondí, intentando sonar segura a pesar de mis nervios.
Finalmente, Alexander levantó la vista y me miró con una mirada penetrante. Sus ojos eran oscuros y fríos, y sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral. -Espero que estés al tanto de tus responsabilidades aquí - dijo con un tono que no admitía objeciones.
Asentí, luchando por mantener la calma bajo su mirada intensa. -Por supuesto, señor Stone. Haré todo lo posible para cumplir con sus expectativas.
Él simplemente asintió y volvió su atención a los documentos frente a él. Me sentí como si estuviera siendo evaluada y encontrada insuficiente en ese momento, y me di cuenta de que mi primer encuentro con mi nuevo jefe no había salido como esperaba.
Con un nudo en la garganta, di media vuelta y salí de la oficina, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. Sabía que tenía mucho trabajo por delante si quería ganarme la aprobación de Alexander Stone, y estaba determinada a demostrarle que era más que capaz de manejar el trabajo.
Después de mi primer encuentro con Alexander Stone, cada día en la oficina se convirtió en un desafío. Su actitud autoritaria y su exigencia constante me mantenían en constante alerta, y sentía como si estuviera caminando sobre una cuerda floja cada vez que entraba en su oficina.
Cada tarea que me asignaba era urgente e ineludible, y no había margen para el error. Si cometía un pequeño error, como colocar un archivo en el lugar equivocado o enviar un correo electrónico con una pequeña demora, su reprimenda era instantánea y sin piedad.
- ¡Waters, esto está mal! - me gritó un día, señalando un informe que había presentado. - ¿Acaso no eres capaz de seguir instrucciones simples?
Me sentí como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago, pero tragué mi orgullo y respondí con voz firme -Lo siento señor Stone, haré las correcciones de inmediato.
Él simplemente gruñó y volvió a sumergirse en su trabajo, dejándome parada allí, sintiéndome completamente desanimada. Cada vez que pensaba que había hecho progresos en ganarme su respeto, parecía que cometía un error que me retrocedía varios pasos.
Pero lo peor de todo era su actitud hacia los demás. Con sus colegas y empleados, Alexander era aún más despiadado y exigente. Podía escuchar sus gritos desde mi escritorio cuando estaba en una reunión, reprendiendo a alguien por el más mínimo error o falla.
Una vez, presencié cómo humillaba a un empleado frente a todo el equipo en una reunión. Sus palabras eran afiladas como cuchillas, y el pobre hombre se encogió visiblemente bajo su mirada feroz.
Después de ese incidente, supe que tenía que tener cuidado. Nunca sabía cuándo sería el próximo blanco de su ira, y no quería enfrentarme a su furia de frente. Pero a pesar de su actitud desagradable, seguía sintiendo una extraña atracción hacia él, una mezcla de miedo y fascinación que no podía ignorar.
Así que cada día, me levantaba con determinación, lista para enfrentar los desafíos que me esperaban en la oficina de Alexander Stone. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a demostrarle que era más que capaz de manejar cualquier cosa que él pudiera arrojarme.
Este Capítulo dedicado a las lectoras
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Angely035
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Entre Informes y Sonrisas: El Destino Laboral de Dos Corazones
JugendliteraturEn un mundo donde las relaciones profesionales a menudo se mantienen estrictamente en el ámbito laboral, Emily se encuentra en una situación inesperada cuando su jefe, Alex, la invita a ser su acompañante en un importante evento empresarial. A medid...