Extra-3

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Después de despedirnos de nuestros familiares, nos dirigimos hacia la salida de la fiesta. Los abrazos y las palabras de amor y buenos deseos nos acompañaron mientras nos alejábamos, dejando atrás la música y la alegría de la celebración.

Una vez afuera, nos detuvimos brevemente en el umbral, mirando hacia atrás para capturar una última imagen de la fiesta que habíamos compartido con nuestros seres queridos. El sonido de la música y las risas flotaba en el aire, envolviéndonos en un cálido abrazo de recuerdos y emociones.

Sarah y Alejandro nos acompañaron hasta la salida, sus sonrisas brillantes y sus abrazos cálidos nos llenaron de gratitud y alegría. Sus palabras de despedida resonaron en nuestros corazones, recordándonos el amor y el apoyo que siempre hemos encontrado en ellos.

Con un último abrazo y un beso en la mejilla, nos separamos de nuestros amigos, prometiéndonos mantenernos en contacto y compartir más momentos juntos en el futuro. Sus siluetas se desvanecieron lentamente a medida que nos alejábamos, dejándonos con el dulce recuerdo de su amistad y afecto.

Una vez solos, nos dirigimos hacia el estacionamiento, donde el auto de Alex nos esperaba pacientemente. Sentí la mano de Alex en la mía mientras caminábamos juntos, y su presencia a mi lado me llenó de una sensación de calma y felicidad.

Al llegar al auto, Alex me detuvo suavemente y me pidió que cerrara los ojos. Intrigada por su solicitud, obedecí y dejé que mis párpados se cerraran, confiando plenamente en él para guiarme en esta sorpresa desconocida.

Con cada paso que dábamos, me preguntaba qué nos depararía el destino, pero me abandoné a la emoción del momento, dejando que la curiosidad y la anticipación fluyeran a través de mí. Podía sentir el latido de mi corazón acelerándose con cada segundo que pasaba, preguntándome qué sorpresa nos aguardaba en esta noche especial.

Finalmente, el auto se detuvo y Alex me indicó que abriera los ojos. Al hacerlo, me encontré frente a una hermosa casa, iluminada por la suave luz de la luna y adornada con un jardín exuberante y florido.

- ¿Qué es este lugar? - pregunté, abrumada por la belleza del entorno.

- Es nuestro nuevo hogar - respondió Alex con una sonrisa, sus ojos brillando con emoción mientras me miraba.

Mis ojos se abrieron de par en par en sorpresa y alegría. - ¡¿Nuestro nuevo hogar?! ¿Cómo... cómo es posible?

Alex río suavemente y tomó mi mano - Recuerdas aquella conversación que tuvimos sobre nuestros sueños y deseos para el futuro - dijo, llevándome hacia la puerta principal de la casa - Bueno, decidí que quería hacer realidad uno de esos sueños ahora mismo.

Sin pensarlo dos veces, me lancé hacia Alex y lo abracé con fuerza, sintiendo la calidez de su cuerpo y la ternura de su amor. En ese momento, no necesitaba palabras para expresar lo agradecida y feliz que me sentía, porque su presencia lo decía todo.

Entramos juntos a la casa, y me quedé sin palabras ante la elegancia y el confort que nos rodeaban. Cada rincón parecía estar cuidadosamente diseñado para crear un ambiente acogedor y cálido, lleno de amor y promesas para el futuro.

-Alex, es... es increíble - murmuré, emocionada por la sorpresa y el gesto de amor que representaba este nuevo hogar.

Estaba tan sorprendida por la vista que mis labios se curvaron en una sonrisa espontánea y mis ojos brillaron de emoción.

Él sonrió y me abrazó con ternura - Quiero que este sea nuestro lugar, donde podamos construir nuestra vida juntos, crear recuerdos y compartir cada momento - dijo, sus palabras llenas de amor y compromiso.

Me quedé sin aliento ante la profundidad de su amor y dedicación hacia mí, y me sentí profundamente agradecida por tener a alguien tan maravilloso a mi lado.

Juntos exploramos cada rincón de nuestra nueva casa, imaginando los días felices que pasaríamos juntos y soñando con el futuro que nos esperaba.

Finalmente, nos quedamos de pie en el barcón de la habitación principal que sería la nuestra, observando las estrellas brillar en el cielo nocturno - ¿Qué te parece? - preguntó Alex suavemente, su voz llena de esperanza y amor.

-No hay palabras para describirlo - respondí sinceramente, mi corazón lleno de gratitud y amor por el hombre que tenía a mi lado.

Nos abrazamos bajo el resplandor de la luna, sabiendo que estábamos exactamente donde debíamos estar: juntos, en nuestro nuevo hogar, listos para enfrentar el futuro con amor y valentía.

Entre Informes y Sonrisas: El Destino Laboral de Dos CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora