El lunes por la mañana, llegué al trabajo con la mente llena de dudas y preguntas sobre la conexión entre Laura y mi jefe, Alex. Mientras me dirigía a mi escritorio, observaba a mis compañeros de trabajo con curiosidad, preguntándome si alguno de ellos podría tener información sobre la situación. Sin embargo, antes de poder hacer cualquier pregunta, me encontré con Alex en el pasillo.
—Buenos días, señor Stone —saludé, intentando mantener mi expresión neutral.
Alex me miró con una ceja alzada, pareciendo detectar mi inquietud.
—Emily, ¿puedo hablar contigo un momento? —dijo, su tono de voz serio.
Asentí con nerviosismo y lo seguí hasta su oficina. Una vez dentro, cerró la puerta y se giró hacia mí con una mirada seria.
—¿Qué te pasa, Emily? Pareces distraída hoy —comentó, su mirada escudriñadora.
Tragué saliva, sintiéndome atrapada entre la necesidad de saber más y el temor a meterme en problemas.
—Es solo que... Bueno, me encontré con una antigua compañera de la secundaria el otro día, y me contó que está comprometida con un hombre importante en la sociedad. Y... bueno, me pregunto si ese hombre podría ser usted —confesé, esperando su reacción.
Alex frunció el ceño, su expresión volviéndose más seria.
—Emily, entiendo tu curiosidad, pero mi vida personal no es asunto tuyo. Te contraté para que trabajes aquí, no para que andes investigando mi vida privada —respondió, su tono de voz firme.
Me sentí avergonzada por haber sido descubierta y regañada. Bajé la mirada, sintiendo el peso de su reproche.
—Lo siento, señor Stone. No volverá a ocurrir —murmuré, arrepentida.
Él suspiró, pareciendo comprender mi situación.
—Está bien, Emily. Solo asegúrate de mantenerte enfocada en tus responsabilidades laborales. Eso es lo más importante aquí —dijo, suavizando un poco su tono.
Asentí, agradecida por su comprensión, y salí de su oficina con la determinación de dejar atrás mi curiosidad y concentrarme en mi trabajo. Sin embargo, la intriga seguía latente en mi mente, alimentando mi deseo de saber más sobre la misteriosa conexión entre Laura y mi jefe.
Después del regaño de mi jefe, traté de no darle demasiada importancia. Sin embargo, la curiosidad seguía latente en mi mente, así que decidí buscar respuestas de manera discreta entre mis compañeros de trabajo. Aprovechando un momento en que Alex estaba ocupado en su despacho, me acerqué a algunos colegas con la esperanza de obtener información.
—¿Alguna vez han oído hablar de una Laura en la vida de Alex? —pregunté casualmente, tratando de sonar lo más inocente posible.
Mis compañeros me miraron con expresión confusa antes de responder.
—Laura... ¿te refieres a Laura Contreras? —preguntó uno de ellos, frunciendo el ceño.
Asentí, sintiendo una punzada de emoción al escuchar el nombre.
—Sí, esa misma. ¿Qué saben de ella? —inquirí, ansiosa por obtener cualquier pista que pudiera arrojar luz sobre la situación.
Mis compañeros intercambiaron miradas antes de responder.
—Bueno, he escuchado algunos rumores de que ella y Alex podrían haber tenido algo en el pasado, pero no sé más detalles —comentó otro colega, encogiéndose de hombros.
Mis oídos se aguzaron al escuchar esta revelación. ¿Podría ser que mi sospecha fuera cierta? ¿Alex y Laura realmente tenían una conexión más profunda de lo que parecía?
—Interesante... ¿y qué tipo de relación tenían? —pregunté, tratando de sonsacar más información.
—No estoy seguro, solo son rumores. Pero definitivamente parece haber algo entre ellos, al menos eso es lo que he oído —respondió otro compañero, mirándome con curiosidad.
Tomé nota mental de toda la información que había recopilado y agradecí a mis colegas antes de retirarme. A medida que regresaba a mi escritorio, mi mente se llenaba de preguntas. ¿Qué tipo de relación habían tenido realmente Alex y Laura? ¿Podría esto explicar su comportamiento en la pastelería?
Sin embargo, mis reflexiones fueron interrumpidas por la voz de mi jefe, que me llamaba desde su despacho.
—Emily, ¿puedo hablar contigo un momento? —dijo Alex, su tono de voz serio.
Asentí, sintiendo un nudo en el estómago mientras me dirigía hacia su despacho. ¿Qué tendría que decirme ahora?
Al entrar en el despacho de Alex, me sentí un poco nerviosa. No sabía qué esperar después de haber sido regañada anteriormente por entrometerme en su vida privada. Sin embargo, me obligué a mantener la compostura y enfrentar lo que sea que él tuviera que decir.
—¿Qué pasa, Alex? —pregunté con cautela, tratando de ocultar mi ansiedad.
Alex me miró con seriedad antes de hablar.
—Emily, entiendo que tengas curiosidad, pero necesito que comprendas que hay ciertas líneas que no deben cruzarse en el ámbito laboral. No puedo permitir que te involucres en asuntos personales que no te incumben —dijo, su voz firme pero no sin compasión.
Asentí, sintiendo un poco de culpabilidad por haber desobedecido sus órdenes.
—Lo siento, Alex. No fue mi intención cruzar límites. Solo estaba tratando de entender mejor la situación —me disculpé, bajando la mirada.
Alex suspiró, aparentemente comprendiendo mi situación.
—Lo entiendo, Emily. Pero necesito que te concentres en tu trabajo y dejes de indagar en cosas que no te competen. Necesito que seas profesional en todo momento —dijo con firmeza, pero también con una nota de amabilidad.
Asentí, prometiendo cumplir con su solicitud.
—Lo entiendo, Alex. No volverá a suceder —afirmé, decidida a respetar sus límites en el futuro.
Después de nuestra conversación, regresé a mi escritorio con un peso en el corazón. Sabía que había cruzado una línea y que necesitaba ser más cuidadosa en el futuro. Sin embargo, la curiosidad seguía ardiendo dentro de mí, y no podía evitar preguntarme qué secretos podrían estar ocultando Alex y Laura. A pesar de las advertencias de mi jefe, sentía que había algo más en esta historia, y estaba decidida a descubrir la verdad, aunque fuera por mi cuenta.
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Entre Informes y Sonrisas: El Destino Laboral de Dos Corazones
Teen FictionEn un mundo donde las relaciones profesionales a menudo se mantienen estrictamente en el ámbito laboral, Emily se encuentra en una situación inesperada cuando su jefe, Alex, la invita a ser su acompañante en un importante evento empresarial. A medid...