Sarah me lanzó una mirada significativa y luego se sentó a mi lado en el sofá.
—Bueno, ahora que ese pequeño espectáculo ha terminado, ¿qué pasa con ustedes dos? —preguntó, inclinándose hacia adelante con interés—. ¿Qué está pasando entre tú y Alex?
La pregunta de Sarah me tomó por sorpresa, y por un momento no supe qué decir. No quería revelar demasiado sobre la situación entre Alex y yo, especialmente considerando la vergüenza que aún sentía por el incidente en la cocina.
Me sentí un poco incómoda ante la pregunta directa de Sarah, pero sabía que no podía evadirla por mucho tiempo. Respiré hondo antes de responder.
—No hay nada entre Alex y yo, Sarah —respondí finalmente, tratando de sonar lo más convincente posible—. Somos simplemente jefe y empleada es una relación completamente profesional, eso es todo.
Sarah me miró con una ceja levantada, claramente escéptica.
—¿Estás segura de eso? Porque parecía que había algo más en la cocina esta mañana —insistió, con una mirada de complicidad en sus ojos.
—Sarah, te lo aseguro, no hay nada entre Alex y yo —dije, tratando de sonar convincente —Fue solo un malentendido, nada más —dije, tratando de desviar la conversación—. No hay razón para hacer una montaña de un grano de arena.
—Hmm, lo que digas, Emily —respondió, con un deje de incredulidad en su tono—. Pero algo me dice que hay algo más allá de lo profesional.
Sarah me miró con una ceja levantada, claramente escéptica.
Traté de mantener mi expresión tranquila, aunque por dentro me sentía ansiosa. No quería que Sarah pensara que estaba escondiendo algo, pero tampoco quería revelar más de lo necesario sobre mis sentimientos hacia Alex.
—Realmente no hay mucho que contar, Sarah —dije, intentando desviar la conversación—. Ahora, cuéntame más sobre tu repentina atracción por Alejandro.
Sarah soltó una risita y se acomodó en el sofá, dispuesta a hablar sobre su nueva relación. Mientras ella hablaba, me encontré perdida en mis propios pensamientos, preguntándome si alguna vez tendría el coraje de enfrentar mis sentimientos hacia Alex
—¿Qué tal si dejamos de hablar de trabajo por un rato y nos relajamos? Tengo un par de botellas de vino en la nevera, ¿te gustaría un poco?
Asentí con entusiasmo, agradecida por el cambio de tema. La idea de relajarme con un poco de vino sonaba perfecta en ese momento, y estaba dispuesta a aprovechar cualquier oportunidad para dejar atrás la incomodidad del día.
Mientras Sarah se levantaba para buscar las botellas de vino, me hundí más en el sofá, tratando de dejar atrás los pensamientos turbulentos que habían estado dando vueltas en mi mente. Sabía que tendría que enfrentar la situación con Alex en algún momento, pero por ahora, estaba agradecida por la oportunidad de simplemente relajarme y disfrutar de la compañía de mi amiga.
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Entre Informes y Sonrisas: El Destino Laboral de Dos Corazones
Novela JuvenilEn un mundo donde las relaciones profesionales a menudo se mantienen estrictamente en el ámbito laboral, Emily se encuentra en una situación inesperada cuando su jefe, Alex, la invita a ser su acompañante en un importante evento empresarial. A medid...