Capítulo 14

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El silencio había envuelto la cocina después del incómodo incidente con el sartén, pero pronto fue interrumpido por el sonido de pasos que se acercaban desde las habitaciones. Sarah y Alejandro emergieron casi simultáneamente, alertados por el ruido que había perturbado la tranquilidad de la mañana.

Sarah, con el cabello alborotado y llena de legañas, apareció primero, sosteniendo una chancleta en la mano como si estuviera lista para enfrentar a un posible intruso. Su expresión de sorpresa se convirtió en confusión al encontrarse con la escena aparentemente inofensiva en la cocina.

Alejandro, por otro lado, apareció con una calma aparente, aunque sus ojos reflejaban cierta curiosidad mezclada con precaución. Observó a su alrededor con detenimiento, evaluando la situación antes de dirigir su atención a Alex, Sarah y a mí.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Alejandro, su voz teñida de curiosidad—. Escuché un ruido extraño y pensé que podría haber un intruso o algo así.

Alex tomó la palabra, aclarando rápidamente la situación y explicando lo ocurrido con el sartén en la cocina. Sarah y yo asentimos en confirmación, aunque me mantuve en silencio, sintiendo la vergüenza y la pena ardiendo en mi interior.

—Lo siento mucho, Alex —murmuré, incapaz de mirarlo directamente a los ojos—. No tenía intención de asustar a nadie. Fue un error estúpido y me siento terrible al respecto.

Alex me miró con una expresión comprensiva en su rostro, pero antes de que pudiera responder, Sarah intervino con un toque de humor.

—¡Vaya manera de empezar el día! —exclamó, sacudiendo la cabeza con incredulidad—. Nunca se sabe qué esperar en este apartamento.

La tensión en el aire se aligeró un poco con la intervención de Sarah, y pronto todos estábamos riendo nerviosamente por el absurdo de la situación. Después de unos momentos, sugerí irnos y Alejandro se ofreció a llevarnos a nuestros apartamentos, Sarah intervino nos hizo ver que todavía era muy temprano.

-Ya que todo estamos despierto qué tal si nos ponemos hacer el desayuno – sugirió mi jefe

Entre Informes y Sonrisas: El Destino Laboral de Dos CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora