Capítulo 26

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Después de aquel sorpresivo beso, mi mente se encontraba en un torbellino de emociones. ¿Qué significaba aquel gesto por parte de Alex? ¿Era solo un impulso del momento o había algo más detrás de él? Mientras me quitaba el abrigo y dejaba mi bolso en la mesa, me encontré reviviendo una y otra vez ese momento en mi mente, buscando respuestas que parecían esquivarse entre las sombras de la incertidumbre.

El sonido de mi teléfono rompió el silencio, sacándome de mis pensamientos. Era un mensaje de Sarah donde ella se quedaría en el apartamento de su novio, preguntando si había llegado bien a casa y recordándome que debíamos reunirnos para hablar sobre lo ocurrido en el evento. Agradecida por su preocupación, le respondí con un breve "Sí, todo bien. Hablamos luego", antes de dejar el teléfono a un lado y dejarme caer en el sofá.

A pesar de la hora tardía, mi mente no podía dejar de dar vueltas al beso de Alex. ¿Por qué había sucedido? ¿Y qué significaba para nosotros? Mis sentimientos hacia él siempre habían sido ambiguos, una mezcla de admiración profesional y una creciente atracción personal. Pero ahora, con aquel beso aún fresco en mi memoria, me encontraba cuestionando cada interacción que habíamos tenido hasta el momento.

El sonido de mi teléfono volvió a interrumpir mis pensamientos, esta vez era un mensaje de Alex. "Espero no haberte incomodado con mi gesto de esta noche. Hablaremos más tarde. Descansa bien, Emily", decía el mensaje. Al leer esas palabras, una oleada de emociones contradictorias se apoderó de mí. Por un lado, me sentía confundida y un tanto desconcertada por lo sucedido, pero por otro, una parte de mí no podía evitar sentir un cosquilleo de emoción ante la perspectiva de hablar con él.

Decidida a aclarar las cosas, respondí rápidamente: "No te preocupes, Alex. Hablaremos mañana. Descansa también". Cerré los ojos por un momento, tratando de calmarme y ordenar mis pensamientos. Sabía que necesitaba enfrentar esta situación con claridad y sinceridad, pero por ahora, el cansancio y la confusión me abrumaban.

Con un suspiro resignado, me levanté del sofá y me dirigí hacia mi habitación. Mañana sería otro día, y esperaba que trajera consigo respuestas a las preguntas que me atormentaban y una claridad renovada sobre lo que realmente significaba aquel beso para mí y para Alex.

Al día siguiente, al salir a beberme un café a la cocina me encuentro a mi amiga picando unas frutas, está ansiosa por compartir todos los detalles del evento con ella.

—¡Emily, ¡qué bueno verte! ¿Cómo estuvo el evento de anoche? —preguntó Sarah emocionada, saludándome con un abrazo cálido.

—¡Hola, Sarah! Fue... interesante, por decir lo menos —respondí, dejando que un suspiro escapara de mis labios mientras tomábamos asiento en una mesa cerca de la ventana.

Sarah levantó una ceja, claramente intrigada.

—Interesante, ¿eh? Eso suena misterioso. ¿Qué pasó? ¿Conociste a alguien especial? —inquirió, con una sonrisa traviesa.

Decidí mantener la mención del beso de Alex por el momento y opté por centrarme en la revelación de Laura sobre su compromiso.

—Bueno, resulta que Laura Contreras está comprometida. ¡Y no con cualquier persona, sino con Raúl Valencia, es dueño de una empresa que es rival a la de mi jefe! —exclamé, dejando que la noticia se asentara en el aire entre nosotras.

Sarah se quedó boquiabierta, evidentemente sorprendida por la revelación.

—¡No puedo creerlo! ¿Y cómo reaccionó Alex ante eso? —preguntó, inclinándose hacia adelante con interés.

—Parecía sorprendido, al igual que yo. Pero bueno, supongo que estas cosas suceden, ¿verdad? —respondí, tratando de restar importancia al asunto.

Sin embargo, en el fondo, no podía evitar sentir una punzada de preocupación por lo que esta revelación significaba para la empresa de Alex y para nuestra relación profesional con la familia Contreras.

Sarah asintió, pareciendo entender mi perspectiva.

—Sí, supongo que tienes razón. De todos modos, ¿qué más pasó en el evento? Cuéntame todo —instó, deseosa de escuchar más detalles.

Y así, pasamos el resto de la tarde compartiendo anécdotas y risas, sumergiéndonos en la comodidad de nuestra amistad mientras dejábamos atrás las tensiones del mundo exterior.

Entre Informes y Sonrisas: El Destino Laboral de Dos CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora