Capítulo 68

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Hola!

Ali viene con un cap más OwO

Me he leído demasiadas veces la novela de Dark Era como no tienen idea TwT Aún nos falta para llegar a ese momento, nos falta un poco más del año, pero estoy metiendo elementos de ese suceso todo sad ;u; Ahí vamos, amigos!

Sin más a leer!

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Rintaro esperó paciente a la llegada de Ango-kun, el informante de la Port Mafia. Lo había mandado a llamar para saber cómo iba el plan puesto en marcha poco menos de un año atrás y que había ideado desde que el agente se unió a sus filas. El gobierno era un iluso si creía que colocando a un hombre como Ango-kun —de frialdad suficiente para realizar misiones que implicasen infiltrarse en aguas turbias— la Port Mafia nunca sospecharía de él. Les daba el crédito de haberle creado antecedentes que lo atrajeran al joven. Un supuesto hacker, que compraba y vendía información, se alió con un grupo para robarle dinero a una corporación pretendiendo trabajar para el banco logrando abrir la caja fuerte y burlar la seguridad para cambiarlo por efectivo. A pesar del éxito esto les costó caro al haber robado dinero de una de las compañías fachada de la mafia. Rintaro desplegó a los sabuesos para perseguir a estos ladronzuelos. La cacería duró seis meses en los que, el grupo afiliado a Ango-kun sospechó uno de otro al punto de matarse entre ellos, exceptuando al escurridizo agente. Finalmente, lo capturaron en un acueducto subterráneo de los barrios bajos y llevado ante él para ofrecerle un puesto dentro de la organización. Agente del gobierno o no, Rintaro valoraba habilidades como las demostradas por este chico.

Otro diamante, pero este ya estaba pulido y se había manchado a sí mismo para parecer uno más del montón.

Era una lástima que estuviera en las garras del jefe Taneda. Al menos podía disfrutar de tenerlo bajo su mando aunque fuese una mera ilusión. Dentro de poco se cumplirán dos años desde que Ango-kun se unió a la organización. Un año atrás le hizo creer que su infiltración había dado frutos y que había conseguido la confianza de Rintaro.

Gustaba de rememorar la noche que plantó la semilla que iría alimentando poco a poco. El plan perfecto para obtener el Premiso Comercial Calificado que emitía la División Especial de Habilidades Inusuales y así no tener que andarse cuidando del gobierno. La Port Mafia tendría libertad de operar sus actividades.

Esa noche fue particular en todo sentido. Disfrutó la inquietud controlada de Ango-kun.

—Adelante —había indicado Rintaro, admirando a Elise-chan dibujar en el suelo con ese vestido rojo que resaltaba sus facciones aniñadas. (Le apasionaba imaginar que era Akiko la que portaba tales ropajes.)

—Jefe, me mandó a llamar —habló Ango-kun, el rostro estoico, inmerso en el personaje que se había creado para pertenecer a la mafia.

Rintaro sonrió internamente.

—Es correcto, Ango-kun. Acércate un poco más —alentó mientras presionaba el botón que convertía la oficina en lo más parecido a un búnker.

Bajaron cortinas metálicas para cubrir los ventanales, las luces disminuyeron en su intensidad, las puertas se cerraron herméticamente y los micrófonos y cámaras pasaron a grabar en los servidores principales de la mafia. Esta conversación sería tratada con sumo secretismo; tanto como la organización lo permitía (había que guardar las apariencias).

—¿En qué puedo ayudarlo, jefe? —habló el infiltrado con esa mirada analítica y calculadora que tanto apreciaba en el joven.

—Se trata de un negocio diferente al que acostumbras, Ango-kun. Aunque creo que es el perfecto para ti —explicó, sonriendo afable.

No me sueltes - [Dazatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora