Capítulo 54

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¡Hola!

Un capítulo más, esta vez basado tanto en el modo historia del Conflicto del Dragón en BSD: Mayoi y también en el capítulo 8 del manga de Dead Apple .

Sin más a leer!

~°*†*°~+~°*†*°~

Chuuya sabía que Yokohama estaba sumida en una de las peores guerras entre mafias de la historia. Lo sabía por el crujir de sus articulaciones, los hematomas y el cansancio que le hacía mover los hombros de manera circular en un intento inútil de destensarlos. La Port Mafia se encontraba en una alerta constante; desde la cabeza hasta el rango más bajo. Cada noche se ponían en marcha distintas estrategias planeadas —aprobadas por el Jefe— por los Ejecutivos al mando. Diario se incrementaba el número de bajas, los médicos no tenían respiro alguno pues lo heridos llegaban a sus puertas y Chuuya estaba seguro que un par se habían desmayado por el sobre esfuerzo.

Su familia se estaba esforzando para permanecer en pie y sobrevivir a los ataques constantes.

Era el día setenta del Conflicto del Dragón, el Jefe había mandado a llamar al estúpido de Dazai, pero este no respondía, ni siquiera se había presentado en la oficina del líder. Este era el colmo, maldita sea. La Port Mafia estaba en una situación delicada y el muy cabrón del Demonio no se dignaba a presentarse.

Con fuerza abrió la puerta a la habitación del castaño para tener a la vista a un Dazai sentado en el sillón de tres plazas con la mirada fija en unas fotos colocadas sobre la mesa de centro circular.

—¡Dazai! —exclamó Chuuya con la molestia aún hirviendo en su sangre.

Un ojo oscuro lo miró con seriedad antes de mimetizarse con la expresión divertida que tanto lo sacaba de quicio.

—Chuuya, es grosero no tocar antes de entrar —reprendió el muy cabrón, alzando las comisuras de los labios con mofa.

—¡Y una mierda! —vociferó el pelirrojo, acortando al distancia a zancadas—. El jefe ha estado llamándote y tú estás aquí de lo más tranquilo.

—¿Me necesitas para algo? Aguarda un segundo que no puedo verte bien. Necesito de un microscopio...

—¡Imbécil! ¡¿Sabes qué mierda está ocurriendo afuera?! ¡Es el peor...!

—No necesitas gritar lo obvio —replicó Dazai completamente aburrido del tema o quizás hastiado. La burla había desaparecido en un parpadeo—. De las cuatro organizaciones, Strain, una mafia extranjera, se ha reducido a una quinta parte de lo que era. El jefe de Takasekai fue asesinado; sumiendo la cadena de mando en un completo caos. Por si fuera poco, otros grupos han decidido unirse a esta masacre. Desde los distribuidores de armas, Shadow Blade, al ex religioso grupo del Báculo del Obispo, incluso los contrabandistas de KK Trading... —enlistó mientras alzaba los dedos de la mano derecha con pereza—. Todo este odio, paranoia, y deseo de venganza ha creado una rapsodia de sangre. Es probable que la única manera de que termine será con todos muertos.

—¿Hablas en serio? —cuestionó Chuuya más tranquilo luego de escuchar palabras fuertes ser dichas con ligereza estúpida.

—Es una probabilidad que no debemos perder de vista, Chuuya.

—Bueno, pues hay otras más, ¿no? ¡Como que salgas y termines esta pelea!

Dazai no respondió, se limitó a observarlo por segundos incómodos y frustrantes.

—Estoy seguro que Mori-san podrá encargarse de ello —comentó Dazai con el desapego en la punta de la lengua.

Este idiota no quería tomar partido en la lucha, eso estaba más que claro. Con el enojo enardecido, Chuuya se acercó aún más con miras de tomar de las solapas al Demonio y sacudirle la idiotez, pero se detuvo al ver las fotos sobre la mesa.

—¿Qué mierda es esto? —musitó perplejo al reconocer la forma de un cuerpo humano—. ¿De quién es ese cadáver?

—De uno de los Ejecutivos. Tal vez lo conociste como «El Coronel».

Era mentira.

—¡¿Qué?! ¿Quién pudo acabar con el viejo? Su habilidad le permitía doblar el suelo debajo de él a placer. ¡Nadie... él...! —Por un momento se le dificultó externar el absurdo que era siquiera imaginar al Coronel derrotado—. ¿Quién fue?

—El Qilin Blanco —reveló Dazai, el tono mesurado—. Su habilidad aún es desconocida, pero... si tuviera que adivinar, diría que esta se vuelve fuerte con cada asesinato.

—¿Cómo? —Los pliegues formados en medio de sus cejas, se pronunciaron aún más por la información dada—. De ser así, esta disputa es perfecta para él. ¿Cuál es el plan, Dazai?

De nueva cuenta, Dazai recurrió al silencio, exasperándolo por el dolor en el trasero que estaba siendo.

—¿De verdad quieres saberlo? —murmuró el Demonio desprendiendo un aura gélida que contrastaba con la diminuta sonrisa en sus labios.

—¿Terminará con la puta guerra?

—Sí.

—Entonces dilo.

El castaño se puso de pie y se colocó enfrente de él. Chuuya no apartó la mirada de esa que consumía la luz de la habitación cual agujero negro.

—No necesito decirlo, lo sabrás —sentenció Dazai palmeándole el hombro mientras abandonaba la habitación. Cuando estuvo en la puerta, se giró y añadió—: Dile a Mori-san que confío en que tomará la mejor decisión para este caso.

El Demonio lo dejó en esa habitación, congelado en el lugar cual idiota. La impotencia se sumó al enojo que había aminorado durante la conversación y juntos formaron un coctel ácido que lo carcomería entero por los siguientes días. A esto se le añadiría la bilis amarga al escuchar que Dazai había desaparecido durante un ataque que él mismo había liderado el día setenta y dos del conflicto; y junto a él se redujo a escombros el cuartel general de la Port Mafia.

Idiota.

Mil veces, idiota.

Idiotaidiotaidiotaidiota.

Sin embargo, al regreso de una de las tantas refriegas, Chuuya tuvo lo más cercano a una epifanía. «No necesito decirlo, lo sabrás» había dicho Dazai. ¿Se refería a su desaparición? Si era el caso, entonces...

—Lo planeó —susurró para sí frente al espejo del baño.

Dazai planeó o previó que esto ocurriría, lo cual significaba que estaría en manos del enemigo hasta que Chuuya se diera cuenta o... Nononono, esperen. El muy maldito no había dejado nada para rastrearlo. De cualquier manera, sería complicado formar un escuadrón para rescatarlo, pues debían protegerse de todos los frentes. ¡¡Ah!! ¡¿Qué hacer?! ¡¿Por qué tenía que ser tan críptico?! Se alborotó los cabellos sucios de la frustración. ¿Qué esperaba que hiciera?

Chuuya obtendría la respuesta la noche del día ochenta y siete.

La noche que se consolidaría el Doble Negro como un duo de temer.

Sin embargo, nadie sabría lo que verdaderamente ocurrió esa noche más que ellos. 

~°*†*°~+~°*†*°~

¿Y bien? ¿Qué opinan?

A diferencia del canon, aquí Dazai es menos... uhm, frío. Si lo comparan con la interacción original, hasta se comporta con mayor madurez.

Poco a poco nos acercamos al día D!

Muchas gracias por leer!

Espero les haya gustado!

Nos leemos~

Cuídense~

AliPon fuera~*~*

No me sueltes - [Dazatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora