Capítulo 80

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Hola!

Ali viene con un capítulo más!

Espero lo disfruten jojojo

~°*†*°~+~°*†*°~

Atsushi cometió un error al adentrarse en la tienda. El papel que traía en mano, con la dirección anotada del establecimiento, lo arrugó de los nervios.

Se había envalentonado de pasar por el local luego de terminar su turno como niñera. Natsume-san, en su forma gatuna, lo juzgó con la mirada al verlo caminar por una calle distinta a la habitual. Tenía la corazonada de que su tío sabía el lugar que visitaría. Una vez en el sitio, lo esperó en la puerta y lo dejó a su suerte en el reducido local, con estantes y algunos anaqueles repletos de cajas con productos sexuales. A pesar de no ver a clientes rondar por el área, estaba esa sensación de ser observado o que en cualquier momento aparecería un conocido dando fruto a un encuentro incómodo.

Vamos, Atsushi, se alentó, pasando saliva e irguiendo la espalda. Con pasos vacilantes, recorrió uno de los diminutos pasillos y se acercó al mostrador en el que estaba una señorita de ojos pequeños y sonrisa afable. La imagen rebelde, desaliñada y, quizás, prepotente, se esfumó, avergonzándolo de siquiera haber tenido tal pensamiento de un desconocido.

—Buenas tardes, bienvenida, ¿en qué puedo ayudarle? —saludó ella con cortesía y comedida.

Atsushi se relamió los labios, indeciso de cómo abordar las interminables dudas que surgieron en él tras leer las entradas del cumpleaños dieciséis de Osamu y las escuetas líneas de las primeras veces que se introdujo un objeto por detrás. Reprendió al Atsushi del pasado por evitar a toda costa los detalles que ahora debía verbalizar a esta desconocida. Sin embargo, el recuerdo de que faltaba semana y media para el diecinueve de junio, día de Osamu, lo mantuvo en un estado perpetuo de ansiedad e inseguridad. A momentos se enfadaba consigo mismo por la amnesia y ser inexperto.

—Señorita. —Atsushi parpadeó para regresar al presente con la vendedora y posible dueña del local—. ¿Está bien?

Afirmó con la cabeza y respondió con la voz de Atsuko:

—Sí, lamento el inconveniente.

La mujer rio sin malicia y con un brillo vulpino en la mirada, como si supiera lo que lo aquejaba.

—No hubo ninguno, señorita. ¿Buscaba algo en particular?

—Eh, sí. Verá, yo, eh, no sé, uhm... Soy inexper-ta y quiero complacer a mi, eh, pareja.

—Entiendo. ¿Alguna idea o práctica que vayan a realizar?

Atsushi pasó cerca de cinco a diez minutos conversando con la mujer. Esta en ningún momento se burló de su desconocimiento o se desesperó por las preguntas que surgían con cada explicación. No olvides limpiar el intestino, decía la mujer sabia en el campo. Recuerda, para emergencias las pastillas laxantes, lo recomendable es el enema, sí, este que te llevas, lo debes lavar bien luego de usarlo para que puedas reutilizarlo. Lubrica bien con este lubricante, si se termina y vas a comparar más no olvides que sea a base de silicona. Para que te vayas acostumbrando y explorando usa el kit de plugs progresivos, comienzas por el pequeño y vas aumentando de tamaño con el pasar del tiempo. Antes de usarlos debes lavarlos bien, como son de silicona y no usan pilas ni nada, puedes sumergirlos sin problema en agua y jabón, claro, cuando dejes de usarlos vuelves a lavarlos, cada uno los almacenas en su bolsita de tela y los colocas ya sea en un cajón o cajita que sea solo para ellos, ¿vale? Por ser tu primera compra te regalaré este paquete de condones. Atsushi se esforzó en memorizar lo dicho por la mujer. La pena quedó en el olvido por la confianza que ella le transmitió, además de los consejos que esperaba recordar llegando a casa. Además que guardó todos los productos en una bolsa negra para ocultarlo al ojo público.

No me sueltes - [Dazatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora