- ¿Puedo decirte algo?
Asentí. Entonces esbozó una peculiar sonrisa en sus labios.
- Este coche no es mío, es de Ashton. No tengo carné para conducir esto.
Ya había arrancado el coche cuando dijo eso. Le miré, fulminándolo en ese maldito instante, y clavé mis manos en ambos lados de los asientos.
- ¡Para esto ahora mismo Michael Clifford! - grité.
Sólo rió más fuerte, y aceleró el coche, alcanzando más de la velocidad permitida. Pocos segundos después redujo nuevamente la velocidad y me miró.
- No tiene gracia - me coloqué de espaldas a él.
- La tiene. De todas maneras no te preocupes, no van a multarme, soy Michael Clifford.
- Deja de repetir esto, me da igual - sacudí las manos desesperadas -sólo quiero llegar viva a casa y lo estás poniendo muy difícil.
- No es la primera vez que hago eso.
- ¿A cuantas chicas has intentado impresionar con esto? - le miré de reojo.
- A muchas. No suelo contarlas.
Contestó sin más, sin pensarse la respuesta. Me sentía idiota por creer que tal vez podríamos llevarnos bien, pero sólo estaba empleando la misma técnica que utilizaba con las chicas, para intentar llevarlas a la cama o Dios sabe qué.
Yo tampoco contesté, me limité a seguir la línea discontinua de la carretera. Torcí la cabeza para mirarle una vez más. Tenía la tez pálida de una manera agradable, le sentaba bien. El pelo rojo era una locura, pero se veía como si fuera él único válido para llevar el pelo de color rojo y quedarle jodidamente bien, además de tener una ligera combinación con los labios. La nariz se ajustaba perfectamente en la cara, y casi siempre tenía un hoyuelo marcado en su cara, cuando inclinaba el labio para sonreír.
Me volví hacia la ventana, nuevamente, dándome cuenta de que este no era el camino.
- Mi casa no es por aquí, tienes que sub...
- Lo se, Clary - me interrumpió.
Sonaba bien mi nombre en sus labios, su pronunciación, y el tono de voz que tenía cada vez que pronunciaba una frase corta.
- Me has dicho que me llevarías.
- No he dicho que fuera a llevarte a tu casa. Tienes que empezar a dejar de hacerte suposiciones tú sola - se encogió de hombros, apropósito - porque no te salen bien.
- ¿Dónde vamos? - bufé.
- ¿No crees que si no te lo he dicho antes es para que no lo sepas? - negó con la cabeza.
- Dime donde vamos.
- No - me contestó tajante.
- Michael.
- No, y cállate ya - esta vez me miró directamente a los ojos, el sol los había vuelto más claros aún.
- Eres odioso - rodé los ojos.
No contestó, simplemente rió. Cada vez que reía parecía conseguir lo que quería, lograr ponerme nerviosa. ¿Qué quería ese chico? ¿Porqué se arriesgaba a salir por ahí con una chica en el coche, siendo famoso? Quizá sólo quería ponerme en un problema para reírse otra vez de mí, como estaba pasando hasta ahora.
- Si vas a reírte de mí que sepas que yo n...
- No voy a reírme de ti - me interrumpió otra vez.
Genial, ahora no podía terminar ni mis propias frases. Cada vez estábamos más lejos de la ciudad, y no sabía qué pretendía, pero tampoco quería decirlo aun que insistiera.
- Ya llegamos - se dio cuenta de mi impaciencia y pasó la siguiente canción de su coche, pero no la conocía esta vez.
Canturreaba la canción con sus labios húmedos, y me divertía verle de esa manera. Parecía apasionarle la música, y se olvidaba de todo cuando la escuchaba. Incluso su rostro se relajaba con cada nota. Se notaba cómo disfrutaba con ella, aunque ni él mismo lo notaba.
- Ya hemos llegado - aparcó el coche.
Miré el paisaje, y no eran más que un gran sitio rocoso, en medio de la naturaleza, cubierto de árboles, y pequeños rayos de sol entre ellos que daban calidez a aquel lugar. Me sorprendió no conocerlo a pesar de no vivir demasiado lejos. Era como una montaña, y estábamos encima de todo. Al final de esta, había un gran acantilado en el que se veía prácticamente toda la ciudad. Era realmente bonito.
- Descubrí este sitio el otro día - se encogió de hombros - y no hay nunca nadie. Esta mañana he estado aquí escuchando música.
- Es bonito - contesté con la voz algo apagada.
- Me recuerda a Amnesia, un videoclip que hicimos hace poco, con los chicos. Creo que es de los mejores vídeos que hemos hecho, ¿sabes? - me miró - Ahí había un acantilado así, me gustaba. Tuve que pelearme por unos palitos de queso con Calum y casi sale volando por el acantilado - se rió, mirando el fondo del acantilado, con el sol iluminando directamente sus ojos.
Dijo eso prácticamente sin pensar, y fue agradable ver como disfrutaba de unas simples vistas.
Se escondió las manos en los bolsillos, y se dirigió al acantilado, sentándose en el borde.
- Michael - llevé las manos en mi boca antes de correr hacia él.
Al llegar tiré un par de pasos atrás.
- Oh mierda, es peligroso sentarse ahí - abrí los ojos, pero él parecía divertirse con mi reacción.
- Deja de pensar en el peligro, y siéntate. Creo que es de las mejores sensaciones del mundo, vamos - me alargó una mano desde su sitio.
Sus pies caían por el borde del precipicio, pero él parecía más relajado que nunca. Tal vez no era tan malo como creía.
Cogí su mano y me acerqué al acantilado, sentándome de una manera terriblemente ridícula. Soltó una carcajada y golpeé su brazo al ver que seguía riendo. Pero un pequeño brote de libertad corrió por mi cuerpo al ver que estaba sentada en ese borde, pero no caía, incluso me sentía segura.
Probablemente no me hubiera atrevido a hacer eso jamás, pero por su culpa estaba allí sentada, sin temer demasiado la situación. Michael miró la puesta de sol, y tarareó una canción.
- Are you somewhere feeling lonely even though he's right beside you...
- ¿Qué cantas? - pregunté.
- Amnesia, tendrías que escucharnos un día cantarla, los chicos son realmente buenos - me dedicó una media sonrisa y asentí sin preguntar nada más.
- ¿Puedo preguntarte algo? - de repente se volteó hacia mí, y moví la cabeza en señal de asentimiento.
Se pensó la pregunta varios segundos, dudando sobre si hacerla, y finalmente se decidió.
n/a: gracias por leer, sé que está justo empezando pero subo el mayor número de capítulos a la semana para que pueda avanzar un poco <3
byeeee xox
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Manual de instrucciones - m.c
FanfictionClary tenía la vida planeada: luchar contra el último año de instituto además de mantener su vida organizada como hasta ahora, sin demasiados movimientos que pudieran sacarla de su rutina. Pero sólo era necesario un cambio para poner patas arriba su...