- ¿Puedo preguntarte algo?
Se planteó varios segundos la pregunta, como si no estuviera seguro de hacerla.
- Si tu fueras alguien conocido ¿te gustaría? Quiero decir...
- ¿Si me agobiaría la fama?
- Sí - entrecortó la sílaba.
- No lo sé Michael, supongo que...
- Olvídalo, no sé porque he preguntado esta estupidez. Esto es ridículo - se levantó rápidamente del suelo.
Volvía a tener la misma cara de un par de horas atrás. Aunque se veía tremendamente atractivo cuando fijaba la vista, enfadado. Me miró unos instantes y me incomodé bajo su mirada. Tenía un rostro dulce pero conseguía ponerme nerviosa en cuestión de segundos, y odiaba perder el control de mi cuerpo.
- No es una estupidez - seguí sentada.
- Vamonos - cambió totalmente de tema y me levanté para caminar hacia él.
- ¿Qué te pasa?
- Que no sé qué estoy haciendo aquí - alzó la voz.
Mentiría si dijera que eso no me dolió. Noté un ligero pinchazo en mi barriga cuando sus palabras sonaron con desdén, mirándome como lo había hecho antes.
- Llévame a casa - contesté seca, ahora quería irme de ahí y perderle de vista.
¿Cómo podía un chico como él cambiar mi temperamento? Avancé y caminé unos pasos más adelante para perderle de vista. Escuché una pequeña risa detrás de mí, pero le ignoré y seguí caminando hacia su coche. Sin decir nada, me senté otra vez y esperé a que él subiera.
Agarraba el volante con más fuera, y en sus delineadas marcas sus nudillos empalidecieron por la fuerza que ejercía con sus propias manos.
La única conversación de vuelta, fueron las indicaciones para llegar hasta mi calle. Una vez allí, me bajé en silencio, alejándome de ese olor a Michael que tanto enganchaba, y tanto odiaba a la vez.
- Clary - me llamó a lo lejos, y me giré sorprendida aunque seguía enfadada con él.
Podía asegurar que jamás había visto a alguien con un atractivo como el suyo. Quedé absorbida mirándolo fijamente hasta que me di cuenta y apoyé el peso de mi cuerpo sobre una pierna esperando a la estupidez que iba a decir. Qué era ahora, ¿la ropa que llevaba? ¿Tal vez el poco estilo que tenía según él? Me planteaba ignorarle y entrar en casa sin escuchar lo que diría.
- Estamos en el año 2015, esa falda dejó de usarse hace años - ahogó una gran carcajada, dejando ver sus blancos dientes detrás de los labios, y aunque podía quedarme mirando esa sonrisa, rodé los ojos y me volteé nuevamente.
- ¿Todos los famosos sois así de estúpidos o he tenido la mala suerte de hablar con el único que lo es? - dije de espaldas, buscando las llaves en mi bolso para entrar en casa, cuando pisé la madera oscura de la entrada.
No escuché nada más por su parte, así que soplé el aire contenido y subí la pequeña escalera de la entrada para abrir la puerta. Su mano, se detuvo en mi muñeca y en un rápido movimiento me giró hacia él.
Su mano prácticamente ocupó toda mi muñeca. Estaba algo fría, pero era agradable. Quería sentir su tacto, rudo pero suave a la vez, pero solté su agarre al momento y subí los ojos hasta encontrar los suyos.
- ¿Quieres venir al estudio de grabación mañana?
- No, creo que es mejor que busques a otra chica para llevarte a la cama - bajé la mirada, resignada.
- No necesito hacer esto para llevar a una chica a la cama, muchas chicas son más listas de lo que crees.
Mi estómago se estaba hiriendo en cuestión de segundos, y lo que más odiaba era no poder evitar el resquemor que me corría por dentro.
Me imaginé a Michael con una chica distinta en la cama. Esa era la vida de los famosos, y yo una estúpida por creer cosas que no eran lo que parecían. ¿Porque iba a interesarse alguien así en mí? Era completamente de locos, y me resultaba absurdo cada vez que lo pensaba.
No me di cuenta de que mientras pensaba en eso, me había quedado completamente en silencio.
- Genial, te recojo a las 5 - finalmente dijo sin haber contestado aún.
- No, Michae...
- No llegues tarde - me ignoró y entró nuevamente en el coche.
Escuché la música subir de volumen hasta que se escuchaba perfectamente desde fuera del coche. Cerró los ojos antes de pasarse la mano por la cara.
Tenía la cara agotada, como si pidiera un descanso a gritos, pero no pudiera tenerlo en ningún momento. Después arrancó sin decir nada, alejándose hasta perderle de vista.
Entré en casa. No tenía claro si iba a ir mañana. Michael probablemente estaba jugando conmigo y se estaba divirtiendo más de lo previsto, porque yo perdía todas mis facultades cuando sus ojos se acercaban peligrosamente a mí. Pero después volvía a la realidad, todo lo que quería era insultarme y reír.
Mi hermano, me esperaba en el comedor, y miraba la pantalla del móvil mientras me esperaba.
- ¿Dónde estabas? Son casi las nueve de la noche Clary - apagó la pantalla y se acercó hasta mí.
- He perdido el autobús - mentí.
Me di cuenta de ello pocos segundos después. Había mentido a mi propio hermano por culpa de Michael. Pero no podía deshacer aquello. De todas maneras, era mejor así que contarle a mi hermano que había salido con un chico tatuado, que pertenece a una banda, que tiene el pelo más rojo que he visto jamás, que conduce sin carné, y que tiene un carácter indomable.
- ¡Tengo la plaza para las pruebas de la universidad el año que viene! - cambié de tema, y eso pareció interesarle más a mi hermano.
- Felicidades - me envolvió con sus brazos.
- Creo que subiré a estudiar ahora - dije cuando se separó de mí.
Kevin asintió y se dirigió hacia algún lugar del comedor, arrastrando vagamente sus mocasines de color marrón.
No podía dejar de pensar en el acantilado aquel, y en cómo se había comportado. No parecía el mismo, sin duda. Tarareó una canción que parecía bonita, a pesar de la letra algo triste, y realmente sentía la canción cuando la cantó. Me preguntaba cómo sería verlo en el escenario, y como se comportaría con sus fans.
De repente....
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Manual de instrucciones - m.c
FanficClary tenía la vida planeada: luchar contra el último año de instituto además de mantener su vida organizada como hasta ahora, sin demasiados movimientos que pudieran sacarla de su rutina. Pero sólo era necesario un cambio para poner patas arriba su...