Capítulo 19

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- Clary - escuché unos pasos detrás de mí.

Por alguna absurda razón, mantenía una pequeña chispa de esperanza, y deseaba con todas mis fuerzas que Michael me detuviera y me pidiera que no me fuera.

- Te olvidas el móvil - dijo bruscamente, depositando el teléfono en mi mano.

No hizo nada más. Se dio media vuelta y desapareció por el pequeño sendero del jardín.

Y había vuelto a ser absurda pensando que eso se arreglaría, y que incluso podíamos llevarnos bien por un largo período de tiempo. Pero era imposible para mí, con alguien como él.

Había vuelto a olvidar que Kevin no sabía nada, y si decía que había vuelto a ir a casa de Mare para avanzar biología, probablemente iba a reírse y después castigarme.

Caminé dando la vuelta a la casa para llegar a la habitación, y trepé como pude por el pequeño árbol que subía hasta mi ventana. Rogaba para que nadie pudiera verme ahora mismo. Torpemente, logré cruzar la ventana, y salté a mi habitación.

El sol empezaba a salir, no me había dado cuenta de que había pasado toda la noche dentro del local. Me deshice del vestido y entré en la cama deseando dormir y olvidar todo esto.

No volvería a ver a Michael, nunca más.

Los golpes seguidos de la puerta me sacaron del más profundo de los sueños. La voz de mi hermano repetía mi nombre. Froté mis ojos, alzándome de la cama para incorporarme.

- Hola - dije al otro lado de la puerta.

- Pensaba que no estabas en casa - hizo una voz algo rara y sentí un nudo en la garganta.

Si sabía que había pasado la noche con cuatro tipos como eran 5 Seconds Of Summer, totalmente opuestos a mí, iba a deshacerse de cualquier contacto y prohibirme todo lo que fuera sospechoso. Posiblemente, hablaría con mamá, y eso era lo último que quería en este planeta. Sólo recordarlo mi cabeza recordó el fuerte sonido de sus tacones y sus faldas coloridas caras.

- He estado estudiando hasta tarde, no salí de la habitación - mi voz sonó más grave de lo previsto.

- Está bien - se fue al comedor.

Tampoco había estado tan poco creíble como me esperaba. Me asustaba que se me diera tan bien mentir, y que últimamente fuera lo único que hacía. Incluso había mentido a Michael para alejarle de mí.

Todo el domingo lo dediqué a estudiar y repasar el temario del día siguiente. Me preparé lo necesario antes de ir a dormir para no tener que ir con prisas mañanas.

Dando el visto bueno a todo, me dormí. Mi subconsciente me traicionó y soñé con Michael, después de evitar pensar en él todo el día.

De todas maneras, no había recibido ni una llamada, ni un mensaje, ni nada parecido, así que era más que obvio que para Michael yo era su pasatiempo divertido.

Definitivamente, los lunes se volvían más pesados que el resto de días. La clase de biología pasó lenta, pero tomé apuntes de todo lo que decía. No dejaba de pensar en que tenía las pruebas en la empresa de Danick's, que había olvidado hasta ahora. Contaba las horas para empezar la universidad y las pruebas, pero aún quedaba algo menos de medio curso.

La gente había estado hablando de cualquier mierda, porque las miradas seguidas en mi nuca practicamente me agujerearon. Esperé a Mare y Travis en la cafetería antes de entrar en literatura inglesa, y nos fuimos a la clase.

- Clary - Travis me rodeó con su hombro - ¿porqué te mira todo el mundo?

La inocencia de Travis solía sacarme la sonrisa. Creo que era el único en el instituto que no había escuchado nada de mí, y eso me alegraba por su parte.

- No lo sé - me encogí de hombros.

- Si necesitas que le de un puñetazo a alguien... - empezó a simular una pelea con sus puños.

- No hace falta, además no serías capaz de hacerlo - estallé e una carcajada, y Travis me dio la razón.

Travis cursaba el mismo año que yo, y habíamos ido juntos a clase desde que entré en el instituto. Era alguien en quien poder confiar muy fácilmente, y creo que junto a Mare eran mis personas favoritas en ese edificio que ahora mismo estaba odiando. Deseaba irme a casa.

Por suerte, la clase de literatura pasó más rápida de lo previsto, y cuando iba a salir Travis me llamó.

- Me preguntaba si querrías ir a tomar algo hoy... - se frotó la nuca y esperó mi respuesta.

- La verdad es que no estoy muy...

Justo después de empezar a hablar recordé qué si había algún motivo por el cual no me apetecía salir, era Michael, y jamás dejaría que él me influenciara, así que no tenía sentido decir que no. Me planteé mejor la respuesta, y después acepté.

Si Michael podía salir con cada chica que deseaba, yo también podía. Y Travis no me preocupaba en absoluto.

- Te recogeré a las 6 - plantó un beso en mi mejilla y se escurrió entre la gente.

Realmente eso me había cogido totalmente por sorpresa. Pero no fue desagradable. Me apetecía salir, hacer algo distinto a conducir coches ilegales y asistir a sitios en contra de mi voluntad, así que la idea me parecía más apetecible de lo que pensaba.

En casa, me retoqué algo el maquillaje, y cambié mis converse por unos zapatos algo más formales. Dejé mi pelo suelto y bajé a hablar con Kevin.

- Saldré con Travis a tomar algo.

- Genial. Llámame si quieres que pase a buscarte.

Kevin conocía a Travis, y le parecía alguien agradable. Prácticamente vestían igual, con sus pantalones claros y su jersey, normalmente estampado aunque formal. El pelo rizado, ligeramente peinado de Travis, le quedaba bien. Jamás le había visto como alguien más que un amigo, y no sé si sería capaz de cruzar esa línea.

A las 6 en punto, Travis estaba en mi puerta esperando. Llevaba una flor en su mano, y apoyaba su espalda en el coche gris metalizado mientras me acercaba a él.

No entendía este cambio tan repentino suyo, de ser alguien con quien compartir mis opiniones sobre la literatura clásica a plantarse en la puerta de mi casa con una flor en la mano y más peinado de lo habitual.

- Estás preciosa, Clary - me dio la flor.

- Estoy igual que antes - reí cogiendo la flor.

Michael jamás hubiera sido capaz de hacer algo así. Incluso el cumplido era demasiado para él. Estaba tan acostumbrada a sus comentarios, que ahora esperaba algun insulto hacia mis zapatos, mi ropa o mi pelo.

Me prometí no pensar en Michael en toda la noche, pero cuando entré en el coche...

Manual de instrucciones - m.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora