- Yo... Empiezo de nuevo la gira, así que tendré que irme dentro de poco. Probablemente en dos días. No sé cuando volveré, porque han firmado un contrato y debo estar allí hasta que terminen todas las entrevistas.
- ¿No quieres seguir con la gira?
- Oh santas pelotas, claro que quiero. Me encanta estar en un escenario, necesito tocar. Ver a tanta gente esperando entrar al concierto de mi grupo es algo... raro, pero increíble. El Rock Out With Your Socks Out es mejor que lo que creíamos. Incluso a Calum le está empezando a crecer pelo - rió - y Ashton ha olvidado cortarse el pelo. Sólo estoy confuso. Supongo que echaré de menos esta tranquilidad - señaló todo su alrededor.
Me mordí el labio. No entendía la sensación que él podía sentir, pero lograba comprender todo desde mi propia visión. Cada vez que Michael hablaba de un escenario se le iluminaban los ojos como dos luces, y es como si se recreara en ese mismo instante.
Cogiendo su camiseta con agilidad se la colocó y luego sus pantalones. Nadie dijo nada de camino. El día había pasado demasiado rápido y quedaban pocos minutos para que fueran las seis de la tarde.
- Esta noche tengo que irme, así que te dejaré en casa. Sé que quedan algunas cosas en el hotel pero mañana puedo llevarlas - dijo mirando el retrovisor del coche.
Asentí sin decir mucho más. No sabía si me sentía culpable por haberme enfadado tan a la ligera, o por no deducir qué era lo que pasaba. Michael era tan difícil de seguir que nadie podía adivinar lo que tenía en su mente.
Con torpeza pude bajar del coche. Estaba algo húmeda, y me despedí rápidamente de él para poder entrar en casa sin que pudiera verme demasiada gente. Tenía toda la camisa pegada a mi cuerpo y la humedad de la falda de pliegues se había ensanchado.
- ¿Kevin? - llamé, esperando respuesta.
No la obtuve. Lo llamé otra vez pero nadie respondió. Era algo raro que Kevin no estuviera en casa un domingo por la tarde, pero me tumbé en el sofá, agotada del día. Aún sentía mi cabeza aturdida cada vez que movía mi cuerpo muy bruscamente, y me maldije por el gran giro que había hecho en el sofá.
"¿Es que nunca dejará de golpearme la maldita cabeza?" pensé para mis adentros.
No había hecho nada en todo el fin de semana. Subí arriba, para poder estudiar un par de horas antes de cenar y dormir. Con el libro de química en la mano, intenté estudiar el tema que había puesto el profesor Evans pero era imposible.
Me venían mil preguntas sobre Michael en la cabeza. Quería mirar las redes sociales; probablemente a estas alturas ya había algo nuevo que poner sobre él, y quizá yo.
Planté mi cuerpo frente al portátil, y lo miré fijamente.
- Deja de insistir - golpeé la pantalla.
Lo aparté, y decidí qué era realmente lo que debía hacer. Sólo tenía dos días para ver a Michael, así que tenía que aprovechar. Él había aparecido demasiadas veces sin avisar, ahora era mi turno.
Cogí la chaqueta del armario, y me dirigí al hotel. Estaba ansiosa por ver su cara. Sé que, después de todo lo que ha ocurrido en las rocas aquellas, no sería algo malo para él. Cada vez que recordaba la electricidad que me recorría el cuerpo cuando besaba sus labios, toda mi piel se tensaba, y al momento me rogaba más.
El bus llegó pronto y me subí, tarareando una canción que Michael solía cantar cuando estaba distraído. Se llamaba Good Girls, y era una de mis favoritas cada vez que le oía cantarla.
Me parecía que el bus corría más lento de lo habitual, y piqué de pies impaciente mientras esperaba la parada donde estaba el hotel de 5 Seconds Of Summer.
Media hora después llegó y me bajé, olvidando que había gente alrededor del hotel. ¿Es que nunca dormían?
Los fotógrafos esperaban que alguien saliera, y tenían la cámara tan arriba que parecía que se les había quedado ahí pegada para siempre. Reí al ver los gestos de cada uno de los fotógrafos.
Ahora, a pocos días - concretamente dos - de seguir la gira, los fotógrafos y las fans estarían allí más de lo habitual, esperando noticias, o a que ellos salieran del hotel.
Me encubrí la cara con mi propio pelo y pasé por la puerta trasera, evitando todos los fotógrafos. Respiré hondo una vez dentro. Me había acostumbrado demasiado a ese hotel.
Esbocé una pequeña sonrisa al imaginarme a Michael, y subí a su habitación rápidamente. Llamé repetidas veces en su habitación pero no había nadie; llamé a la de los otros chicos, pero no había respuesta alguna.
- ¿Está buscando a estos chicos? - una mujer que trabajaba allí me miró distraída.
- Sí - asentí.
- Están arriba, en el pub del hotel - se colocó el auricular que se había quitado previamente, y siguió trabajando en el pasillo.
Subí hasta la última planta, siguiendo las indicaciones de aquella mujer. Encontré un largo camino hasta una entrada de cristal acompañada de música. Ese tenía que ser el pub.
Michael no era difícil de encontrar, sólo alguien alto, tatuado y con el pelo de un color demasiado rojo.
Me colé entre la gente que había allí bailando. En la parte de arriba, algo más elevada a la planta principal, había un espacio para mesas. Sabía que ellos estarían allí.
Como imaginaba, no tardé en encontrarlo. Michael estaba sentado en una de esas trabajadas sillas, y sostenía un enorme vaso con un líquido que no reconocí.
Llevé mis manos a la boca, incapaz de creerme lo que mis ojos veían ahora mismo...
n/a: capítulo corto:( lo siento, el siguiente será mejor, lo prometo.
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Manual de instrucciones - m.c
FanficClary tenía la vida planeada: luchar contra el último año de instituto además de mantener su vida organizada como hasta ahora, sin demasiados movimientos que pudieran sacarla de su rutina. Pero sólo era necesario un cambio para poner patas arriba su...