Capítulo 32

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Cuando apareció una enorme lista de notificaciones. Todos ellos eran de Michael. Me había enviado mensajes, y también tenía llamadas. Sin leer los mensajes, los borré uno a uno. No quería saber qué es lo que había en ellos. Tampoco quería pensar de nuevo en él.

La clase pasó rápida. Jamás había estado tan absorbida. Creo que no me di cuenta del final de la clase. 

Sin duda ese fue el lunes más pesado de todos a los que había sobrevivido en este instituto. De camino a casa, mi móvil sonó nuevamente. Me planteaba tirarlo tan lejos hasta despedazarlo, pero al ver que era Calum lo cogí.

- Hola pequeña alcoholica - sonrió desde la otra línea.

- Deja de llamarme así - no pude evitar reír.

- Lo siento. Me ha llevado unos minutos encontrar un saludo original, así que tenía que decirlo. Era mi deber.

- ¿Crees que realmente ha sido original eso?

- Sin duda - soltó una pequeña carcajada - Cómo estás?

- Creo que bien, pero mi cabeza me odia por aquellas copas de ayer. Y hm... Calum yo - me mordí el labio nerviosa.

Tenía tantas cosas en mi cabeza que olvidé lo que ocurrió ayer con Calum. Empezaba a sentirme peor de lo que creía. No sabía cómo empezar aquel tema, y cómo se lo tomaría él. Había sido culpa mía, sin duda, y probablemente él lo pensaba también.

Manual de instrucciones - m.cDonde viven las historias. Descúbrelo ahora