Capítulo II

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Won Cassandra.

A veces intento convencer a Katly de salir un poco de su zona de confort, nunca cede, pero esta vez no me rendiría así que pase toda la semana tratando de convencerla de ir a una fiesta de playa, adivinen quién por fin lo logró. Pedí permiso por ambas y mamá me dijo que me llevé a Dante también, no me molesta así que accedí rápido.

El ver a mamá yendo en las tardes a casa de la vecina cómo el ella venir aquí se hizo algo casual, parece que la señora Towers le agradaba cómo amiga, al igual que a Dante quién ya desarrollo un crush por ella. Katly cocinaba habitualmente para los Towers e iba con mamá mientras yo me quedaba en casa haciendo mis trabajos universitarios, la carrera de criminología y criminalística no es tan fácil como parece, más si es sumamente entretenida, suelo aislarme en mi habitación en los parciales o suelo salir mucho con mis amigas, no suelo pasar tiempo en casa, tengo un tiempo sin sentarme a dialogar con Katly o Dante, admito que los nuevos vecinos removían una incomodidad en mí, pues no me agradaba mucho su presencia, y el hecho de que sus hijos parecen unos antisociales qué ni se dejan ver, eleva mi curiosidad con ellos, pero es qué la incomodidad y las energías que emanan son una confusión total, me llaman y atraen pero me incomodan.

Había investigado sobre Ostrandg el lugar que aparecía en la etiqueta de la caja de envió, sólo me apareció un registro de una universidad, un apellido, librería un no sé qué, el punto es qué salía Ostrand no Ostrandg, ahora no sé si vi mal o qué. Saco todo eso de mi mente y trato de hacer mi tarea, más me rindo, no quiero hacer nada, tomo mi celular y procedo a literalmente holgazanear.

—Cassie —La voz de Katly suena detrás de mi puerta tras tocarla y proceder abrirla. Katly tenía su cabello hecho un chongo deshecho y usaba ropa casual de casa, la miró por unos segundos y pienso cómo alguien puede tener un físico que luce tan rudo y qué su voz y actitud no vaya con él —Mamá me dijo que les avisará que los Towers nos invitaron a su bar y a una noche de juegos, ya qué papá está aquí. Así se conocen o algo así no sé.

—Mmm, okey. ¿Conoceremos por fin a sus hijos? —suelto la pregunta sin pensar y de manera desinteresada.

—Yo ya los conozco, creo que si fueras más conmigo y mamá los verías. Lorena es una increíble mujer muy...wow, sensual, digo... —Soltó un suspiro y trata de resignarse —No es de ocultar así qué X, además qué más da lo dije frente a ti y ¿tú quién eres? —Solté una risa.

—Cuéntame sobre sus hijos, Katly —Deje mi celular a un lado para chismear mejor.

—Son tres, dos mellizos, Aitana y Michael, son los mayores, y Loren, es muy adorable, amigable y hermosa cómo su madre, se parecen bastante, solo que Loren es unos 15 años menor... y nada solo puedo hablarte de ella, ya que los dos mayores suelen estar en sus habitaciones, apenas vi a Aitana una sola vez, parece muy reservada y estar siempre en su mundo, ni se percató de que había personas en la sala, Michael si sale más y cruza palabras con su madre. Es cortes, y....atractivo —Noté el leve rubor en sus mejillas y solté una gran risa burlona.

—No me digas, ¡la pequeña Katly está enamorada! —Me levanto de la silla y voy hacia a ella para darle pequeños empujones y molestarla.

—Carajo, ¡no! —Su rostro se puso super rojo y no es de sorprenderse, cada que respira el rosado se apodera de su cara —Sólo es lindo, no he cruzado ni una palabra con ese tipo.

Sigo riendo—Vale ya sé, sólo es divertido verte sonrojar. ¿Qué más me puedes contar de ellos?

—Ya te dije sólo puedo hablar de Loren, quizás más tarde los conocerás, cambiando de tema. Rowan... —La corto ahí mismo.

Entre las paredes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora