Entre las paredes.

Capítulo III

Won Cassandra.

Maldito dolor de cabeza. Demonios, ¿Cómo voy a la universidad sintiéndome así?. No recuerdo nada de anoche después de que Aitana se nos uniera. Vomite al despertarme y luego de eso un fuerte dolor de cabeza no sé me ha quitado, según mamá es resaca, nos dijo que estuvimos bebiendo mucho anoche. Pero no recuerdo ni el primer trago. Parecía una muerta en el asiento de atrás del auto. Papá se reía por lo bajo por lo mal que lucíamos yo y Katly.

—¿Qué trapo de pastillas nos dieron? Eso no hace efecto —Katly se esconde en su abrigo, ella iba sentada adelante, su fleco se veía fuera de control.

—Tengan paciencia niñas. Ya se les pasará.

Ambas bufamos, yo me quede mirando el techo del auto, varias imágenes cruzan mi mente, pero ninguna tiene sentido, ni van al hilo. La imagen más clara qué tengo, es la del perfil de Aitana y de ella en sí, mirándome fijamente cómo si yo fuera inferior a ella en todos los sentidos.

Papá estaciona frente a la puerta de la Uni, suspiro antes de incorporarme para quedar sentada y bajar del auto. —Tengan un lindo día niñas —Ambas nos quejamos por tener que ir hoy a la universidad —Mujeres, muévanlo, bájense, me tengo que ir.

Nos despedimos de papá y bajamos del auto, caminamos juntas hacia dentro sin decir una palabra cada una se fue por su camino. Las clases fueron el doble de agotador que lo usual, ni si quiera podía entender a los maestros, pero por suerte tenía a Daysi a mi lado, escribiendo, tomando notas y grabando audios, luego me explicaría. Al culminar el horario de hoy le dije a Katly qué se fuera, iba a ir a tomar algo con Daysi a una cafetería. Mi amiga me platicaba sobre su fin de semana mientras yo navegaba en mis pensamientos, no sabía que ella decía, su voz quedaba de fondo en mi cabeza mientras mis ideas fluían, pensaba en todo lo que tenía que estudiar, lo que tenía por hacer, sobre que me pondré el día de la playa, mi familia, los Towers...y bingo, acabo de recordar dónde vi los ojos de Mike, en su casa hay un cuadro de sus ojos, ellos parecen fanáticos de las pinturas, me pregunto si alguno de ellos será artista o si contratan a alguien.

—¡Cass! —Me espantó por el grito de mi amiga —Demonios chica, ¿Me estás escuchando? Qué diablos te sucede hoy, estás muy ida.

—Lo siento, estaba pensando —Tomo un sorbo de mi café.

—En... —Hace una pausa para yo terminar. Me acabo de dar cuenta que esa familia no sale de mi cabeza, desde que llegaron se han adueñado de mis pensamientos, y yo los he dejado hacerlo, ¿Qué me importan? ¿Por qué pienso tanto en ellos?

Me frustro un poco y suelto un largo suspiro —Olvídalo, ¿Qué nos vamos a poner para el sábado? —Cambio de tema, empezamos hablar de ropa y de ahí salieron más temas, pagamos el café y andamos a nuestros hogares, Daysi y yo somos amigas desde la primaria, jugábamos en el parque y técnicamente somos vecinas, vivimos en la misma calle, ella a 4 casas de la mía en la acera del frente. Íbamos charlando de camino, la deje en la puerta de su casa y continué sola, capté movimiento entre los árboles y no le tome importancia, suelen haber toda clase de animales por aquí, así que continúo, pero me detengo confundida al ver a Mike salir del bosque con una ballesta en manos, en su espalda colgaba una mochila y estaba sucio de tierra y...sangre, su cabello cobrizo lucía opacó por lo sucio y revuelto qué estaba, me dio una corta mirada y se fue como si nada.

—¿Tienes un permiso de caza? —Pregunté a sus espaldas.

—¿Quién necesita eso?

—Todo aquel qué quiere practicar cacería. No puedes cazar sin un permiso.

—Nadie tiene que enterarse de qué cazo sin un permiso.

—Yo me acabo de enterar.

—Sí, pero tú no le dirás a nadie —me miro sobre el hombro. Me quedé en silencio y caminé tras él, su casa queda antes de la mía, Aitana estaba en la acera junto al contenedor de la basura, dejo una bolsa dentro y camino hacia adentro, Mike camina tras su hermana y yo termino de llegar a mi casa. Cómo de costumbre Dante vagueando, es temporal aún no sabe qué quiere estudiar u hacer con su vida, mamá le ha dado un año para pensarlo, si aún no sabe para ese momento, buscaran trabajo u opciones de estudio.

Subo a mi habitación y dejo mi mochila sobre un puff que hay junto a mi librero, tomé una ducha, me puse ropa y comencé mi búsqueda de oufit para la fiesta en la playa del sábado, saqué varias opciones y las deje a la vista para luego llamar a Daysi y que me ayudé a elegir. Ya estaba oscureciendo y yo decido bajar a ver que cenaré más tarde, Dante seguía en el sofá, pero ahora dormía, es su diario vivir, estoy segura qué desde qué se gradúo ha estado aburrido por qué no haya qué hacer.

Voy a la cocina y me sorprendo en un pequeño gritito al ver a la pelinegra azabache de cabello liso sentada en la meseta —Perra, parece qué nunca habías visto a tu hermana.

Rio y me acerco a ella para darle un fuerte abrazo, Rowan, la mayor de nosotros cuatro, nuestro lugar seguro, mi hermana mayor, al graduarse entro a la universidad de Princeton e hiso su carrera de Criminalística y criminología, al terminar entro a una academia de entrenamiento para el FBI y recientemente entro al cuerpo de agentes, dónde le estaban dando más entrenamientos a los juniors. No había estado en casa desde la navidad, y ya la extrañaba.

—No me dijiste qué venías —Nos soltamos y le sonreí.

—Fue improvisado, ya qué no nos habíamos visto desde hace unos meses, tengo un caso en la ciudad del al lado, y preferí quedarme aquí mientras mis compañeros se instalaban cerca, no les molesto qué me quedará trabajando desde aquí, me toca la digitalización, investigación, informática y ya sabes, es algo qué puedo hacerlo desde aquí, si se complica pues voy.

—Me alegro. ¿A qué hora llegaste? ¿Mamá y los demás saben qué estás aquí?

—Sí, sólo faltabas tú, mamá y papá nos están ayudando en el caso, Todos somos Juniors, es nuestra primera misión lejos.

Tome asiento junto a ella en la mesa —¿De qué va este caso?

—Cass, no es para qué metas tus narices.

—Tranquila...pero si te puedo ayudar lo haré y lo sabes, sólo quiero saber en qué trabajas hermana, la maestra sólo trabaja la parte teórica, lo practico son cosas sencillas y estúpidas. No nos pone un caso real.

—Pues en este pueblo no es qué haiga mucho, ya casi vas a tú último año, cuando llegues ya será pura práctica, a lo mejor ya ahí todo será más interesante, y las pasantías son increíbles —Sonreí.

—Eso espero, ahora cuéntame sobre tu caso.

—Bueno, es sobre un boxeador, hay especulaciones de que él ha asesinado a su expareja y se hecho a la fuga, cuándo la policía entro a revisar su casa tras él huido hallaron evidencias qué lo incriminaban al tráfico de drogas y la trata de blancas, nos dieron el caso, los rastros que ha dejado señalan a la posibilidad de qué esté en Hudson albergándose en algún edificio dónde parece se hospedad una prostituta.

—Mmm...

—Con suerte lo atraparemos a él y a la prostituta, le estamos dando tiempo a ver sí podemos localizar otro delito o una red de prostitución a la cuál la mujer pertenezca.

—Genial, estoy emocionada por trabajar en un caso, ¿te conté qué el vecino es parte del FBI?

—Tú no, pero mamá sí, dijo qué cuándo este libre, iremos a casa de los vecinos a que yo los conozca, al parecer tiene una nueva amiga.

—No tienes idea —Ella soltó una risa.

Nos quedamos hablando un buen rato, e hicimos cena juntas para todos. Cuando mamá llegó ya la mesa estaba preparada. Ella parecía sorprendida, abrazo a Rowan y deposito un beso en su mejilla —¿Ustedes cocinaron? —Ambas asentimos —Espero no morir envenenada hoy.

—¡Oye! No seremos Katly, pero tampoco cocinamos tan mal —Me hice la ofendida. Mamá sonrío. Fue a bañarse y cambiar la ropa mientras nosotras charlábamos con nuestros otros dos hermanos, Katly había tomado una larga siesta, ella soltó muchas bromas sobre nuestra comida y ni la ha probado. Cuando mamá terminó vino de inmediato a la cocina y empezamos a cenar entre chistes e historias.

—Oh, Cass, cielo, se me olvidó decirles qué invité a los chicos Towers a ir con ustedes a la fiesta en la playa del sábado.