Capítulo XLI

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Won Rowan.

Me importaba un carajo toda la situación con los locos de al lado, no voy a permitir más daño a mi familia, mamá, Cass...y ahora Katly desaparecida.


Cruce la cocina cómo un relámpago sin ver a mi hermano menor, llevaba mi arma en la mano y iba a dispuesta a arriesgar todo con tal de que mi familia esté a salvo.

Crucé la cerca que dividía el patio de mi casa con la de los Towers y sin importarme que me vieran, me dirigí a la parte trasera de la casa, en uno de los laterales dónde había una puerta secreta que daba a los túneles en las paredes. Esa era la salida de Axel, por ahí me sacaba cuándo me escabullía y pronto aprendí a entrar por ahí también.

Sabía que él me esperaba, lo ha estado haciendo desde lo de Cassandra, sabía que estaba molesta, él conocía todo, lo sabía todo...siempre sospeche que había más que sólo locura y sangre en sus venas, algo raro, porque el simple hecho de que pudiese saber todo con anticipación, y hasta cosas que ya han sucedido...

Caminaba a paso rápido y libre, sin preocupaciones con el caminó memorizado, hasta llegar a la maldita puerta de la habitación de él hermano mayor de los Towers. Abrí sin delicadeza en un empujón brusco a la puerta, no perdí tiempo y alce mi arma hacia a él, quite el seguro y este sonó en el espacio. Él estaba de espaldas a mí, sentado en su escritorio, no se había girado a verme, pero ya sabía de mi presencia.

Me fije en el cuadro que reposaba en el caballete, el cuál tenía plasmado la misma escena que estaba sucediendo ahora, yo con mi arma levantada bajo el marco de la puerta, apuntando hacia a él sentado en su escritorio.

Le reste importancia—Mi hermana—Exigí, más él no se inmutó, de alguna forma me parecía atractivo su tranquilidad y forma de tomar todo con relajación. Me acerqué con pequeños pasos—Axel. Te estoy exigiendo saber sobre mi hermana—llegue hasta a él, la punta de mi pistola toco su cabeza. Me fije en lo que hacía, dibujaba, normal—¡Ax!—Me molesté y le grite, él se parece espantar levemente, pero lo disimula—¡Mi hermana!.

—Me parece tonto que la busques aquí, y vengas con un arma a amenazarme. Deberías temer lo que te haga a ti, estando aquí totalmente a mi merced.

Fruncí mi ceño y me enfurece su arrogancia—Tú eres quién debería temer, yo soy la que porta un arma.

—Tú no me conoces.

—Ni tú a mí, no sabes de lo que soy capaz—El silencio se extiende por unos segundos, paró de trazar líneas para darle forma a su dibujo, deja el lápiz sobre la mesa y suspira.

—He sido bueno, Rowan—Su voz es neutra, y usa un tono de voz bajo.

—Yo igual—Uso un tono retador.

—Quiero seguir siéndolo, pero se me complica si me estás amenazando en mi casa.

Suelto un bufido incrédulo— Creí que yo era la que estaba a tú merced, Axel.

—Lo estás. Sólo qué no lo notas. Tengo algo que te importa, un paso en falso y ella lo pagará—No bajo el arma.

—¿Dónde está?

—A salvo—analizó su posición cansada, la manera en que sus hombros están levemente tensos.

—Tú no la tienes...—Puntualizó, aunque es más una suposición. Me miró sobre su hombro y una leve sonrisa esbozó en sus labios.

—¿Entonces que haces aquí?

Mordí el interior de mi mejilla y de alguna forma eso me irritó.

—¿Dónde la tiene Mike? —Específico. Él soltó una risita y hecho su cabeza hacia atrás para recostarla del respaldar de la silla, y mirarme desde abajo, parecía disfrutar el momento. Pose el arma en su entrecejo.

—No sé mucho sobre lo que hacen mis hermanos.

—Claro que lo sabes, siempre sabes todo.

—No. Esto no.

—Lo conoces, dime posibles lugares y considerare dejarte vivo, y sólo te voy torturar por lo que le hiciste a Cassandra—Me sonríe de una manera divertida.

—Eso no está permitido en el reglamento, Agente Won—Volví a rodar los ojos y él río—Lo de Cassandra se me salió de las manos, ella no se quedaba tranquila.

—¡¿Qué esperabas?!—Me alteró.

—No soy bueno midiendo mi fuerza. Tranquila, ya Aitana me dio un leve castigo.

—No es suficiente...ahora, dime, ¿dónde está? —se mantiene en silencio unos segundos, parece pensar, y creo que no piensa en decirme lugares donde podría estar, debe estar pensando que mierda soltar por esa boca para desviar mi objetivo, pero ya lo tengo claro.

—Somos parecidos, Rowan, eres fiel a tú familia, yo también, así que, de mi no saldrá nada, y puedes matarme si quieres, pero no conseguirás a tú hermana aunque amenaces a Loren, considerando que ustedes la ven cómo la más débil, así cómo nosotros vemos a Katly. Lo único que conseguirás es tú muerte.

No aparte mi mirada de la suya— Tú no vas a permitir que me lastimen.

—Confías mucho en mí—Levanta las cejas de manera irónica.

—No. Confío en tú obsesión—Sonríe ampliamente de una manera que envía corrientes extrañas a mis piernas, evitó relamer mis labios y trato de mantener mi expresión neutra. Nos mantenemos en silencio por un minuto—Ax...—Advierto.

—Rowan...—Lo dice con diversión y sin dejar de sonreír, sus ojos brillaban de una manera extraña, y eso me causaba terror. Seguimos en silencio, y un tipo de impotencia me invadió, maldije y baje el arma para alejarme de él, de reojo vi cómo se giró en la silla para verme mejor, aún estaba con la cabeza recostada del espaldar.

—Estás loco...—Puse mi mano en la frente y la bajé por mis ojos hasta que mis dedos se deslizaron por el puente de mi nariz con frustración.

Él ríe con descaro—¿Sólo yo?

—¡Tú y tú maldita familia!

—Auch—Fingió dolor, lo mire con enfado y enserio quise matarlo, pero la humanidad en mí me detuvo. Me acerqué de regreso a zancadas hasta a él, mi mano se levantó, tomó impulsó y está se estampa con los puños cerrados en su mejilla de manera que el golpe resuena y gira su rostro al otro costado. No se inmuto ni borró su sonrisa, agarro su camisa y la aprieto en mis nudillos, ignorando el rojo que ahora se tornó en ese lado de su rostro.

—Voy acabar a tú nido de psicópatas, y te haré pagar por lo de Cassandra, a Mike por lo de Katly y a Aitana por lo de mi madre...—Apreté mis dientes y el agarre mientras él sonreía más, volteo a mirarme y sus ojos bajaron a mis labios, me enojé más —¡¿Me estás escuchando, idiota!?—Él asiente y vuelve la mirada a la mía. Lo empujó levemente y me vuelvo a alejar.

—Katly está bien, si fuera Cass no te lo aseguraría, es la número uno en la lista para eliminar, y me disculpas—Lo fulmine con la mirada.

—¿Dónde la puedo a encontrar?

—No lo sé.

—Mientes.

—Sí—Quiero borrar su maldita sonrisa, pero ni los insultos, amenazas o golpes lo hacen. Silencio otra vez entre ambos, sigo acercándome a él y creo que ya es un círculo, me alejó, me acercó, me alejó, me acercó, quedo frente a él una vez más.

—Ojo por ojo...hermano, por hermano—Su sonrisa se desvaneció lentamente y se reemplazó por un ceño fruncido, en un rápido movimiento lo intento golpear con el mango del arma en la cien, pero él detiene mi golpe, lo que me obliga a golpearlo repetidamente con mi codo izquierdo en su cabeza, trata de detener los golpes sosteniendo mis brazos con fuerza en el aire y su expresión de molestia se hiso presente, (al menos se le fue la arrogancia), forcejee un pequeño rato con él, quedando casi encima de su cuerpo por mis empuje.

Se me ocurrió presionar mi rodilla en su estómago, de manera que lo hiciese soltarme, y funciono, bajo su mano derecha, la cual sostenía mi mano con el arma, para intentar parar la presión en su estómago, ya con la mano con el arma libre, pude intentar noquearlo, lo intente hacer dos veces y cuándo estuvo por pararse ya hartó por mi agresividad, lo conseguí.

Esto está por terminar.

Entre las paredes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora