Capítulo XIV.V

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Won Cassandra.

Cuando llegue a la casa de los Towers lo que menos estaba esperando era la posibilidad de que Aitana no estuviera en casa. No sé si esto lo hace más fácil o difícil. Si ella llega de repente sin sentirla...Mejor no le doy mente a eso. Voy al salón de juegos con los demás, Dante y Katly jugaban una partida de algún juego ahí en una consola que por lo que sé es de Mike. Ambos movían sus dedos con agilidad y rapidez en los botones del control, sin desapartar la vista de la pantalla. Pude notar como Loren miraba las manos de Dante con una pequeña sonrisa, preferí no tratar de imaginar lo mismo que ella.

Me senté junto a Katly y comencé a mensajearle a Rowan. Revise que las cámaras de la casa Towers estuvieran apagadas, la única que deje encendida es la de la sala para poder monitorear a Lorena, nunca entenderé la obsesión de los padres en poner cámaras dentro de la casa, se me es de lo más incómodo.

Me aburría mirar el juego de estos dos, era algo así de unos avatares peleando, ni sé que cosas son. Miro de reojo a Loren y cómo juega con el cabello de Dante mientras su mirada felina lo repasaba en áreas que no debía, tiene hormonas potentes, entiendo lo de Dante, el aura cerca de Loren se tornaba roja y sensual, la tensión que había en el espacio cuando se encontraba era evidente, y aunque lo niegue, sé qué no es solo de parte de Loren, hay algo raro con ella y ese magnetismo que no te deja sacarla de tus pensamientos, me asusta.

Dante mueve su cabeza para alejar la mano de la pelirroja, su expresión facial se torna un poco fastidiada, pero continúa jugando. Tras varios minutos de juegos yo estaba más que cansada, Lorena no se movía de su lugar. La puerta de la habitación fue abierta, miré hacia ella, al ver a Aitana en ella apago mi celular. Ella camina hacia mí con las manos en los bolsillos.

-Me dijeron que me buscabas -Le sonrío.

-Vine a sacarte de tu cueva. Pero al parecer está vez no necesitaste ayuda -Las líneas de sus labios se extendieron formando una sonrisa de labios cerrados, su hoyuelo se marcó en su mejilla y yo cómo siempre no evité admirarlo- ¿Te he mencionado que me encanta tu hoyuelo?

-No, pero ya lo sabía -Se encoge de hombros.

-¿Dónde estabas?

-¿Qué te importa?

-Excúseme, señorita -Extiende su sonrisa y apartó su cabello de su rostro, algo de lo que me he percatado es que no sólo Loren es bastante atractiva, Aitana no cuenta con ese magnetismo, pero su estilo desenfadado y odioso es algo atrayente y ella ni se diga, es muy bonita.

-Salí a la plaza, pero no encontré lo que buscaba-Me explica. Yo asentí lentamente.

-¿Qué buscabas? -Ella se da la vuelta.

-Ya no importa.

-¿A dónde se supone que vas? -Me levanto tras ella, Loren nos mira a ambas cómo si fuéramos una telenovela, y en cuanto la notó levanta sus cejas dos veces continuas. Yo la ignoré y fui tras Aitana, va y se encuentra a Rowan- Te pregunté ¿A dónde vas? -Ella no para de caminar, pero tampoco responde. Yo la sigo hasta salir del pasillo y cruzar la sala dónde Lorena sigue tranquila leyendo sus revistas, nos dio una corta mirada y siguió en lo suyo -Entonces ¿Es con la pared que estoy hablando?

-Eso sabrás tú-Subo las escaleras detrás de ella, trato de disimular que estoy mirando que no haya rastros de Rowan. Me pongo delante de ella bloqueando su paso antes de pisar el último escalón.

-¿Es enserio? -Ella me esquiva.

-¿Por qué siempre qué hablas conmigo lo haces todo de manera interrogatorio?

-¿Hago eso? -Hundo mi ceño y corro tras de ella, un poco asustada de que Rowan ande por aquí arriba.

-Lo acabas de hacer.

Entre las paredes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora