Capítulo X

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Won Katly.

Termine de empacar en la canasta los bocadillos qué me iba a llevar a mi habitual picnic en el bosque. Siempre me han encantado los bosques, valles, campos y todo lo que venga al aire libre, soy amante de la naturaleza. Le aviso a Dante de mi salida y esté ni si inmuta, me dice que me cuide y continúa jugando en su consola.

Comencé mi trayecto hacia el lago, admirando el día, estaba muy soleado, ni parecía que había estado lloviendo los últimos días, y ni hablemos del bosque, estaba verdoso, las plantas habían crecido más tras la lluvia, aún la tierra estaba húmeda, y había pequeños charcos de lodo, suerte que usaba mis botas. En mis headphones iba escuchando canciones aleatorias, caminaba al paso de la música mientras hacía cortos bailecitos. Llegué al punto de siempre. El lago. Una manta ya descansaba a la orilla. Alguien me había ganado el puesto otra vez. De espaldas a mí se encontraba una cabellera que reconocería en cualquier lugar, y no por acosadora. Él estaba sentado en la manta, una hilera de humo flotaba a su alrededor.

-Otra vez has robado mi lugar-deje mi canasta junto a su manta. De cerca él desprendía un aroma más fuerte a hiervas. A diferencia de mi hermana, Cass, yo no cuento con esa sensibilidad al olor de estas cosas. Por lo que no me molestaba el olor.

-Creo que ahora es nuestro lugar -Levanto la cabeza hacia a mí y le dio una última calada a su cigarro antes de apagarlo y dejar los restos en una servilleta.

-Supongo... -él me sonrío, y tomo de mi mano suavemente ubicándome junto a él en la manta. Admiro mis uñas por unos segundos.

-Nueva manicure, cambias más de esmaltes de lo que creo que te bañas.

-Ja, ja, ja, imbécil -Me solté de su agarre y golpeé su frente, soltó una risa lobuna y se quedó observándome con la cabeza ladeada, sus ojos tenían un brillo inexplicable y la sensación qué le provocaba a mi zona baja era tan inusual y fuerte, cada qué se encontraba cerca de mí, sentía cómo toda la temperatura de mi cuerpo y el ambiente subía. Atraje mi canasta hacia nosotros.

-¿Qué trajiste hoy, dulce Katly?

-Galletas, jugo, frutas y ...te hornee un pie de cereza...

-¿Sabías qué estaba aquí?

-Lo suponía...

-Eres una acosadora, ¡Deja de seguirme! -bromeo.

-Nunca sabremos quién es quién sigue a quién -Saqué las frutas y las puse en medio de ambos.

Mike y yo nos hemos encontrado muy seguido aquí en el lago, y hemos...cruzado mucho nuestros encuentros a pequeñas...citas...No sé si pueda llamarlas así, ni si quiera sé si somos amigos, nuestros encuentros nunca se han sentido cómo si fuéramos amigos, y es qué soy una persona algo introvertida y solitaria, pero por alguna razón me encantaba la compañía de Mike y cuando él no aparecía en este punto me sentía...sola, ya no disfrutaba cómo antes mi espacio tranquilo y solitario en el bosque. Quisiera saber si él se siente igual...pero me da miedo su respuesta, en mi interior él me aterra, nos conocemos tan solo hace unos meses y no sé mucho de él, aunque él sí parece saber mucho de mí.

Compartimos las manzanas, y el silencio mientras veíamos el agua de las cascadas caer. Sí, voy seguido a casa de los Towers para toparme con él, no le he contado de esto a nadie, pues siempre me ha gustado hacer mis cosas en silencio, soy reservada.

-Me encantaron los muffins del otro día, a mí, y a mi familia. Pero tuve que comerme el de papá, y el extra que sobró -Su mirada parecía contener un trasfondo, quería decirme algo más, yo suponía lo qué quería decirme, de alguna manera ambos conectamos, es raro, pero sabemos lo que piensa el otro, no necesitamos muchas palabras para entendernos.

Entre las paredes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora